ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Tomo II
Capítulo CVI. Espedicion de los españoles contra el estado de Arauco - Operaciones de esta campaña en el presente Gobierno.

Orientado el gobernador en la ciudad de la Concepcion del empeñoso ardor con que intentaba Calicura la rendicion de aquella plaza, dispuso que el teniente coronel don Antonio Narciso de Santa María, hiciese la guerra a los araucanos i tucapeles hasta la Imperial, i recibidas las instrucciones que le dio el gobernador, tomo este oficial las providencias necesarias conducentes a pasar el Biobio con brevedad (17 de enero de 1770). Puesto en la ribera meridional de este rio, marcho para el estado de Arauco con dos mil hombres de milicias de caballería, de las que condujo a la villa de Gualqui el maestre de campo una compañía de caballería veterana con sus respectivos oficiales don José Félix Araostegui, don Pedro Nolasco del Rio i don Luis Estequel, don Juan de Ojeda, capitan de artillería i el teniente coronel don Alejandro Cambell en calidad de aventurero ,i otra de fusileros compuesta de los extranjeros avecindados en la capital que con su capitan don Reinaldo Breton, natural de Francia, se profirieron a servir en esta guerra (22 de enero, 1770), i puso su campamento en el campo de Carampangue, sobre la ribera meridional del rio de este nombre que dista, una leua corta de la plaza de Arauco.

Campado Santa María" en las llanuras de Carampangue, cubierto por todos cuatro lados con el rio que da nombre al paraje con el mar, i una ciénega inaccesible que los araucanos llaman Budí, encerrado en una campiña donde puede alojarse un ejército de treinta mil hombres, oriento al gobernador de su ventajosa situacion que no podía ser sorprendido en ella i estaba en proporcion para socorrer la plaza en caso necesario, i este jefe le ordenó guardase allí mas tropa que meditaba enviarle para una formal espedicion con los abastos, los útiles i las armas ofensivas i defensivas que se acostumbran i son indispensables para pelear con enemigos de igual defensa.

En cumplimiento de esta orden se mantuvo cuarenta i cinco dias en Carampangue sin hacer otra cosa que procurar la conservacion de aquellas tropas milicianas propensas a la desercion, porque aunque hizo varias representaciones para que se le permitiese entrar al pais enemigo, no se lo permitió el gobernador. Siempre que los gobernadores de. Chile se desentiendan de observar en la guerra de los indios la conducta de sus primeros predecesores i los jefes subalternos no se resuelvan a hacerla del modo que en otro tiempo la practicaron los Corteses, Carreras, Ilurices, Bascuñanes i otros capitanes de fama, jamas se hará progreso ni se adelantará un paso. Para que los jefes de aquel reino hagan la guerra con utilidad i sin gastos supérfluos del erario no han de tener ni una consideracion con su individuo i deben salir a campaña del mismo modo que hacen salir a los capitanes i subalternos partidarios sin artillería, sin caballo de frisa, sin tiendas; sin picos, palas i azadones. En pocas palabras, se ha de hacer a los indios la guerra como ellos la hacen con mas animosidad i ménos carruajes. La guerra con aquellos bárbaros lo es de cazadores, i para ésta i darles algunos golpes de mano que ellos llaman malocas, con la espada, carabina i pistola es bastante, i todo lo denlas es inútil i sirve de embarazo ni conduce para otra cosa que no sea para asegurar el bulto i éste mas bien guardado está en casa que en campaña. No salir a la guerra o hacerla con buen efecto i no como la presente que jamas tendrá justificacion tan crecido dispendio del erario i la seduccion de la corte a quien, con abultados papelones se le hace creer acertada conducta, o la inaccion, o las erradas i mal dirijidas operaciones militares.

Luego que el jeneral araucano vio entrar a Santa María en el estaco de Árauco, se retiro de las. inmediaciones de la plaza i se propuso observarle los movimientos; ¡viéndole tan sosegado en el campo de Carampangue, concibió que aquella inaccion tenia principio de alguna debilidad de la que estaba mui distante la bizarría i animosidad de Santa María i resolvió sorprenderle la avanzada i quitarle la remonta. Para esta accion elejió cien araucanos de los mas animosos que repentinamente diesen sobre ella, i el 2 de febrero de 1770 lo ejecutaron quitando la vida a dos oficiales i dos. soldados de milicias i llevándose trescientos caballos. No supieron aprovechar este golpe; entro la codicia i lo echo a perder. Se detuvieron para ocultarle a su jeneral los mejores caballos i dieron tiempo a que les diesen alcance trescientos hombres que envió Santa María en su seguimiento i les quitaron la presa i la vida a mas de cuarenta. Conoció Calicura que la errada conducta de sus mocetones i no la suerte le habia arrebatado de la mano esta victoria i no desistid de incomodar a Santa María. Le presentaba diariamente por aquellas cercanías algunas partidas sueltas para divertirlo i descuidarlo o tenerle siempre sobre las armas, hasta que en una de estas operaciones consiguió quitar el ganado vacuno i caballar de la plaza que por el dia le sacaban a pasturar. La esperiencia del lance anterior les enseñó a no malograr éste. Cuando Santa María envió cuatrocientos hombres a las órdenes del teniente coronel don Alejandro Cambell para que les diese alcance, ya el araucano se habia alejado con la presa.