Santiago de Chile, 10 de noviembre de 1810^[1].

Excmo. Señor:

Después que reconociendo los pueblos sus derechos y sus verdaderos intereses han sabido erigir gobiernos dignos de su confianza; después de instalarse en esta capital y a nombre del señor don Fernando VII, la Junta Provisional Gubernativa con el loable designio de proveer a la defensa del reino y conservar estos preciosos restos de la corona al más desgraciado de los monarcas, nada han creído sus vocales tan propios de su instituto como promover el patriotismo de estos habitantes, aumentar las fuerzas militares, crear nuevos cuerpos y mantenerlos bajo la severa y exacta disciplina. Cooperando don Diego Whitaker al logro de tan importantes ideas, se ha obligado por el pacto más solemne a conducir de Londres al puerto de Valparaíso el armamento que (cuya lista) tenemos el honor de acompañar a V. E. Pero no pudiendo aquel individuo realizar este contrato sin previo y especial permiso del Gobierno Británico, espera la Junta que en obsequio de la alianza que felizmente nos enlaza se sirva V. E. inclinar el real ánimo de S. M. B. a fin de que en primera oportunidad tenga efecto lo pactado, segura de que combinándose por este medio los intereses de ambas naciones se estrecharán más los vínculos que las unen.

Dios guarde, etc.

La Excelentísima Junta.

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Notas

[1]	Copiado por Feliú Cruz de la obra de Benjamín Vicuña Mackenna, El Coronel don Tomás de Figueroa. (N. del E). Volver.

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