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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Capítulo VI. El Triunfo de la Revolución. La Constitución de la Junta Nacional de Gobierno. 1810-1811
Documento 37. Plan de Gobierno confeccionado y propuesto al Presidente de la Excelentísima Junta de Gobierno por don Juan Egaña

Muy Ilustre Señor Presidente:

Nuestras graves necesidades, y la parálisis en que se halla la monarquía, exigen los más prontos remedios para defendernos, y tener como subsistir. Usía es un chileno y está obligado más que ningún jefe, a mirar por su Patria.  Si soy difuso, nadie me leerá; diré cosas muy ligeras, obligándome a explanarlas si alguna vez se me pide razón.

Ejércitos.
Nos bastan pocas más tropas veteranas en actual servicio, y éstas para conservar el orden político. Este país difícilmente será acometido por tierra. La tropa inutiliza las manos industriosas, corrompe las costumbres, impide la propagación, y aumenta el despotismo.

Debe sí crear Usía un cuerpo de Oficiales y Sargentos, que se repartan en cuatro divisiones, dos al Sur y dos al Norte, que incesantemente disciplinen las milicias de cada lugar, hasta ponerlas en clase de veterana, aprovechando las horas y días que hagan el menor perjuicio a sus labores, y sin congregarlos a largas distancias de sus posesiones.

Pago de armas y tropas.
Debe Usía tomar 70.000 pesos de la Casa de Moneda para armas de fuego: no harán mucha falta en el buen pie en que se hallan sus labores.

Debe franquearse el comercio libre por que en el supuesto que Chile compra a los extranjeros que venden en Buenos Aires, es mejor que les compre directamente, y queden en esta caja los derechos del círculo que aprovecha aquella capital, logrando este pueblo de la baratura que se goza en Buenos Aires. Todo lo que se compre a cambio de efectos del país tendrá muchos menos derechos que el del círculo. Este comercio trayéndolo todo de fuera, ha de impedir la industria nacional, y aunque casi ninguna tenemos, debemos procurarla de todos modos. Por consiguiente debe quedarnos expedita la industria de las primeras materias de nuestro país. A este fin debe Usía proponer a una fuerte compañía extranjera, que siempre que forme fábricas y traiga operarios, e instrumentos para trabajar todo género de tejidos de lino, se le darán 30.000 pesos graciosos para ayuda de costa, y que en la hora que avisen que ya pueden surtir al reino de lienzos, se les concederá un privilegio exclusivo por diez años, para que absolutamente se pueda traer lienzería a Chile, sino la que ellos vendan de sus fábricas, y puedan exportar con tal que han de hacer uso de la gente del país para el servicio de las fábricas y permitir todos los aprendices que quieran aplicarse a cualquiera operación, sin misterio, y empleándolos después de oficiales. Lo mismo debe hacerse con las lanas para bayetas finas (si ellos convienen). Las ordinarias son industria ya plantificada en el país, y no deben ni traerse ni permitirse sobre ellas exclusión. En los paños no hay como suplir la falta, o la carestía que amenazan los privilegios; al contrario el lienzo, que puede suplirse con el algodón, nunca subirá, aunque haya privilegio. En las demás cosas se admitirán y promoverán fábricas; ínterin se establece el comercio libre, puede Usía cargar derechos sobre yerba, azúcar, tabaco, etc., pero por corto tiempo, porque ya se han hecho, consumos de necesidad, y los derechos sobre productos de una misma Nación paralizan el comercio.

Otro fondo debe salir de las chichas y todo licor inmaturo, y de los aguardientes de consumo interior. Por las chichas no se hace vino en Chile, capaz de extracción; los vicios, infecundidad y corta vida de nuestra plebe, resultan de las chichas; deben impedirse, como también el aguardiente, que es muy insalubre en Chile, cargándole derechos; pero para sostener este gran ramo de agricultura debe dejarse casi libre de todo derecho su exportación, y cargar poco el consumo interior.

Debe organizarse la Administración de Real Hacienda en algunos ramos, simplificando su manejo, pero sin perjudicar a los empleados que han consagrado su vida a estos destinos.  La extinción de las vacantes inútiles, y el preferir a los empleados superfluos en las nuevas creaciones es bastante.

Comercio.
Este se forma con la población, las necesidades, y sobre todo con una marina propia. El Consulado debe destinarse únicamente a esto, para lo cual debe Usía aumentar de todos modos sus ingresos, devolviéndole los derechos que antes tenía por Cordillera, etc., pero estos ingresos deben tener el absoluto, único y sagrado, destino de fomentar la marina mercantil. Todo el que quiera comprar barco para destinarlo a este comercio, debe contar seguramente con una tercia o cuarta parte que pongan los fondos del Consulado, percibiendo un 6% de su capital por utilidades, que tendrán el uso siguiente:

Educación industrial y científica.
La obra de Chile debe ser un gran Colegio de Artes y Ciencias; y sobre todo, de una educación civil y moral, capaz de darnos costumbres y carácter. Ahí debe haber talleres y maestros de todas las artes principales, inclusa la agricultura; catedráticos, máquinas y libros de todas las ciencias y facultades desde las primeras letras, magistrados y superiores que dirijan las costumbres. A más de los pupilos de artes y ciencias sostenidos por el colegio, habrá enseñanza pública para todos los ciudadanos que concurran, dando de comer al mediodía a los menestrales. Todas las villas y ciudades deben tener derecho a cierto número de pupilos.

Este colegio necesita grandes fondos; deben sacrificársele si pensamos ser hombres. Pudieran sacarse: 1º. De todos los productos de las compañías marítimas del Consulado; 2º. Se le aplicarán todos los Pueblos de Indios vendidos a censo, y en cortas porciones para labradores honrados.  Los indios serán reducidos a dos o tres villas formadas de sus pueblos. Deben desnaturalizarse, porque no convienen castas, y en Chile no pagan tributo formal; 3º. De todas las dotaciones de los colegios actuales, universidades, academias, escuelas reales, y venta a censo de sus edificios; 4º. De una pensión que cargue sobre la masa total de diezmos, suprimiendo otros desfalcos que tienen que no son necesarios, y aunque sufra algo de lo partible en el estado eclesiástico, se tendrá presente que de este colegio deben salir los ministros del Altar; 5º. De algún ramo de ciudad bastante pingüe, por que a la ciudad toca la educación pública; 6º. De una pensión sobre la Tesorería de Ejército, que en cualquier circunstancia debería costear colegios militares pues de aquí deben salir ministros y oficiales en todos sus ramos facultativos, y aun prácticos; 7º. De una contribución del Banco de Minería correspondiente al colegio que le manda su ordenanza.  El colegio debe darle mineralogistas, y prácticos facultativos; 8º. Del pupilaje de los ciudadanos pudientes, de las condecoraciones científicas, examen de artesanos. Aun todavía son aplicables otros ramos si faltaren fondos para su gran destino.

Agricultura.
Este país es agricultor, el comercio le facilitaría la extracción y la población el consumo interior.  Basta por ahora: 1º. Concluir el Canal de Maipo; 2º. Imponer una doble o triple Alcabala a las compras que hicieren los poseedores de tierras para aumentar sus terrenos, a lo menos hasta cierta extensión para evitar que grandes masas queden incultas en pocas manos; 3º. Componer los caminos para facilitar las conducciones de frutos; 4º. Una exacta policía sobre las aguas.

Arreglo y beneficencia interior.
Los gobiernos con actividad, buen corazón y buenos consejos, tienen mil modos de hacerse amar y hacer felices sus pueblos, sin necesidad de grandes gastos; sin contar con la ignorancia y falta de industria, los principales males de Chile que pueden remediarse a poca costa son:

Muchos pleitos: Fórmese un Tribunal de Árbitros, que costearán los litigantes con menos de la 6ª parte de lo que vale un proceso; no se admita pleito civil en los tribunales sin que primero hayan ocurrido a éste y sea condenando infaliblemente en costar al que pierda en los otros tribunales, y no quiso avenirse.

Dilación de los pleitos: Pónganse en práctica las leyes y esto basta para su aceleración; que un Alcalde Ordinario, y otro de Corte no tengan más comisión (salvo el despacho de Audiencia de este último) que acelerar las causas de los reos; que en las cárceles haya algún ramo de industria; que los Alguaciles de Corte y Ciudad las visiten alternativamente todos los días para ver su orden y aseo.

Vileza y corrupción de la plebe: Para esto debe Usía prohibir la introducción de negros para quedarse en Chile y desnaturalizar de todos modos las castas. Hombres que tienen la infamia vinculada a su color y que por ello deben vivir sin esperanza de alguna consideración, no pueden tener costumbres, ni honor, gozan lo que pueden, que es el placer de los vicios; ellos se unen a la restante plebe, y la hacen igualmente vil. En Chile no hay ramo de industria que ejerciten los negros ni los indios, conque no son necesarios; pero este artículo tiene muchos puntos, no es para el presente papel.

Política interior del Gobierno.
Convendrá en las críticas circunstancias del día costear una imprenta, aunque sea del fondo más sagrado, para uniformar la opinión pública a los principios del gobierno.  Un pueblo sin mayores luces, y sin arbitrio de imponerse en las razones de orden, puede seducirlo el que tenga más verbosidad y arrojo. Fomentar diversiones honestas que disipen el prurito de hablar todos y a toda hora de materias públicas. Conservar una noble popularidad, y una prudente franqueza que nos llene de confianza en el gobierno, y sobre todo, una exacta justicia en los premios y los derechos. Cuidar de que ningún empleado público manifieste miras personales. Hacer dos o tres castigos prontos y ejemplares en quien fomente o verifique disensiones entre europeos y patricios. Aquí no hay motivos de división, todos estamos íntimamente relacionados y sobre todo, sostenga Usía con el mayor decoro y cuidado las ideas religiosas, que son la más fuerte barrera para el buen orden. Finalmente, Señor, Usía que no ha pretendido ser Presidente, ni anhela a dignidades, no puede temer opiniones de sistema, y en todas circunstancias debe obrar de tal modo, que sus principios sean francos, imparciales y parezcan honrados delante de las leyes, del pueblo a quien gobierna y de las naciones que nos juzgan.

Política exterior.
Convendría que Usía escribiese inmediatamente a los demás gobiernos de América (aunque sea del Sud) para que estén prontos los diputados de las Cortes, a fin de que si sobreviene alguna desgracia en España, formen en la hora y en la parte acordada un Congreso Provisional, donde se establezca el orden de unión y régimen exterior que debe guardarse entre las provincias de América hasta las Cortes Generales. De otro modo la América se disuelve, hay mil disensiones civiles, y vienen a parar en ser presa de los extranjeros. En tal caso pudiera Usía de acuerdo general, arreglar el régimen interior hasta las Cortes.

Si se dice que algunos de estos pensamientos no son tan urgentes y otros exceden las facultades de un Gobernador, considere Usía que en el día falta absolutamente la educación; que si es tan urgente hacer fondos por el comercio libre, no puede ejecutarse sin asegurar la industria nacional so pena de quedar ociosas todas las manos; que unos hombres sin ocupación, cargados de necesidades, sin tener que pensar ni aun esperar, es difícil que conserven su patria, su gobierno, ni tengan gusto al orden. ¿Y dónde vamos a parar con estas consecuencias en tiempos tan críticos, y con la seducción que padeceremos de los extranjeros, y en especial de los franceses?

Cuanto se ha expuesto puede comenzarse en el día y concluirse pronto, pero abandonando el sistema judiciario y de expedientes. Debe formarse una comisión de tres o cinco hombres sabios, cuya concurrencia sea diaria desde las 8 horas hasta las 12 y desde las 4 hasta las 8 de la noche.  El Secretario y Asesor de Usía asistirán una hora a la mañana y otra a la tarde, y Usía por lo menos una hora en el día. No admitir escritos (que no faltarán) sobre intereses particulares, proceder verbalmente en todo, y hacer cuanto más procesos verbales.

Notas.
No he tocado la marina militar por que juzgo que Chile en mucho tiempo no proporcionará fondos para ella, y porque ésta debe ser una defensa y un costo general de toda la América

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