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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Capítulo VIII. Memorable y Funesto Día Para Chile. Elección de Diputados y Motín de Figueroa. Disolución de la Audiencia
Documento 8. Otro oficio del Marqués de Medina a la Junta de Gobierno

30 de marzo de 1811[1].

Excelentísimo Señor:

En comprobación de cuanto tengo expuesto a V. E. en contestación de su oficio de 12 de diciembre último (1810), incluyo a V. E. las adjuntas reales órdenes que el Supremo Gobierno de Regencia de España e Indias, que en nombre de nuestro Rey don Fernando Séptimo, expidió por resolución y decreto del Gobierno, Congreso de Cortes Generales Extraordinarias, establecidas en la real isla de León, las cuales con otras que reservo dirigidas a mí como Capitán General de ese reino y Presidente de su Real Audiencia, remisión que poderosamente confirma mi nombramiento a dicho empleo, y juzgando que su publicación en ese leal reino, no sólo será oportunísima, sino necesaria para que más y más se persuadan esos fieles españoles, pues en fuerza de la real resolución ya no debe haber diferencia ni aún de nombre entre cuantos componen e integran en ambos mundos nuestra monarquía, que las intenciones y deseos de aquel Supremo Gobierno no son otras que proporcionar a los habitantes del Nuevo Mundo cuantas distinciones y felicidades les son debidas, siempre que, como han jurado, se mantengan sumisos y obedientes a sus sabias y acertadas disposiciones.

Ni dudo del amor y celo que V. E. protesta tener al Gobierno y a esos pueblos, para que cuanto antes circulen por ellos dichos adjuntos ni tampoco que convencidos de la justicia con que exijo el paso libre para llegar a la posesión de mi empleo, no se retardará más en convenir en ello pues lo único que me detiene en inacción la más violenta, porque me impide poner en ejecución cuanto en cumplimiento de mis deberes debo practicar en beneficio del Estado, en favor de ese reino, y en destrucción de las maquinaciones e intrigas que pueda haber introducido en él, el infame Napoleón.

Paréceme que la pureza y rectitud de v. E. le estimularán por si propias, a que dando su debido y justo valor a cuanto expongo, delibere cual corresponde a la justicia de mi demanda.

Dios guarde a v. E. muchos años. Montevideo, 30 de marzo de 1811.

Excma. Junta Gubernativa de Chile.

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Notas

[1]

Este texto aparece en la edición de 1964. Feliú Cruz lo  copia de la obra de Talavera, Revoluciones de Chile. (N. del E). Volver.

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