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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Capítulo IX. Predominio de la Idea de Independencia. Persecución a los Realistas
Documento 32. Bando sobre la yerba del Paraguay

Santiago y octubre 14 de 1811[1].

Resultando de los anteriores informes convencida no sólo la analogía de la yerba Guillipatagua con la del Portugal, por su olor, sabor y efectos, sino la preferente bondad médica que por repetidas experiencias está demostrada en diversas preparaciones y con especialidad en la teiforme del mate; y debiéndose esperar por lo mismo, que su uso después de tomada en sazón y beneficiada con método, sea ventajosa a la salud pública, que ha padecido considerablemente en el concepto cuasi unánime de los físicos, por el uso de la del Paraguay que analizada por los mejores botánicos y químicos de Europa, es abiertamente nociva.

Se declara libre su cultivo, expendio y uso; y entretanto esta autoridad logra los beneficiadores que solicitará con el mayor empeño, se arreglará por ahora el beneficio a las prevenciones del juicioso y fundado informe que antecede del Protomédico don José Antonio Ríos, de que se circularán testimonios a los subdelegados y párrocos del reino, acompañándose igualmente al Tribunal del Consulado para que empeñe su celo y facultades en la perfección de un descubrimiento que después de ser de su inmediato resorte, puede hacer en parte muy notable la felicidad del reino, ofreciendo a nombre de la patria y bajo la garantía de este poder, se asignará una pensión vitalicia decente al que llegase a perfeccionar su beneficio en términos que generalice su uso, con más la libertad de derechos de salida, por diez años, la misma que se dispensará al propio tiempo al descubridor don Manuel Alfaro, sin perjuicio de que se queda a la mira de su mejor suerte, como lo permitan las circunstancias y estrecheces notorias del erario. Publíquese por bando y fíjese en los carteles para que llegue a noticia de todos, haciéndosele saber al descubridor previamente.

Benavente.- Rosales.- Calvo Encalada.- Mackenna.- Doctor Marín.- Vial.

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Notas

[1]

Martínez enuncia este texto, pero éste no aparece en la edición de 1848. Feliú Cruz lo copia de la obra de Talavera, Revoluciones de Chile. (N. del E). Volver

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