Con la separación de esa ciudad de don Juan Crisóstomo Zapata, habrán ya calmado las disensiones y competencias promovidas por éste.
El Gobierno siente observar ocupada la atención de sujetos que deben contraerse a otros asuntos urgentes y de gravedad y así encarga a V. que desentendiéndose de aquéllos, por ahora descanse en la satisfacción de que la Junta sabe guardar y discernir el mérito de las personas y que los excesos cometidos por el enunciado Zapata, que V. expone, tendrán oportuna y justa corrección, pues está muy a la mira de su vindicta, aprovechándose de las noticias que V. le comunica.
Dios guarde, etc. Santiago, enero 8 de 1812.
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