Las comodidades que V. tiene para hacer una expedición mercantil de cualquiera costo por los grandes fondos de su casa; el patriotismo, y excelentes calidades que adornan su persona, y su genio de que nos ha informado con extensión el señor Joel Roberts Poinsett, Cónsul de comercio de los Estados Unidos de esta América cerca de los Gobiernos de ésta; la necesidad en que estamos de armas, las críticas circunstancias del día en toda la monarquía de que hemos dependido expuestos a ser presa sin defensa de cualquiera enemigo potente europeo que nos acometa, y las de ser americanos los habitantes de ambos hemisferios que nos hermanan con los de esos países libres y felices; todo ha movido al Gobierno de Chile a escribir a V. por el armamento y demás especies de que habla el pliego que le acompañamos, y que son de primera necesidad al reino, sin pararnos en el defecto de relaciones particulares y estrechas que nos deben ser un embarazo para poner por obra los medios que conduzcan al beneficio y prosperidad de la patria, mayormente cuando se habla con un ciudadano generoso, cuya calidad sabemos que acompaña a V. por la noticia más satisfactoria. Estamos cerciorados que cuando se trata con hombres de su clase, y en asuntos de la que se le encomiendan, el juicio y la razón se oponen a miramientos del interés particular que no ocupa las almas generosas en los del primer objeto que puede presentarse en la vida humana y en los de la patria, nuestra madre común. Pero como las ventajas de un resultado que se lleva toda nuestra atención no han de proceder exclusivamente a nuestro favor, siendo generosos también nosotros, se proporcionan a V. en él las utilidades que reza el mismo pliego, y que por la obligación que él impone, y por nuestro honor, serán cumplidas como expresa, y en garantía de su efecto, quedan responsables todos los pueblos que representamos, fuera de la responsabilidad particular con que nos dejará ligados la gratitud y el reconocimiento hacia sus obras.
La Providencia conserve la vida de V. muchos años.- Santiago de Chile, marzo 10 de 1812.
José Miguel Carrera.- José Nicolás de la Cerda.- José Santiago Portales.-
Manuel Javier Rodríguez, Secretario.
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