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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Capítulo XI. Las Ideas de la Revolución. Predominio de los Hermanos Carrera.
Texto

1. CINCO CONTRARREVOLUCIONES Y OTRAS TANTAS MUDANZAS DE GOBIERNO EN UN AÑO Y MEDIO. A la época presente contamos cinco contrarrevoluciones o mudanzas de Gobierno en el término de año y medio, quedándonos el consuelo de que en adelante se repetirán con más frecuencia a proporción que el pueblo va tomando más influjo en el Gobierno, pues poner las riendas de éste en manos de aquél, es lo mismo que poner la espada en manos de un loco, según lo dijo siglos ha un eminente sabio.

2. PREDOMINIO DE LOS HERMANOS CARRERA. RIDÍCULA SITUACIÓN DEL CONGRESO. Desde el 4 de septiembre, en que los tres hermanos Carrera con la fuerza de las armas se hicieron dueños del Gobierno y del reino, quedaron en una ignominiosa y vil servidumbre todos los tribunales, y especialmente el Supremo Congreso, cuyos miembros representan la ridícula figura de unos despreciables esclavos, que en todo observaban la precisa voluntad de sus tres amos, y es lo más admirable que conociendo y confesando estas verdades sufren con gusto tales nulidad y humillantes vilipendios por sólo el vano oropel de presentarse en público con sus grandes bastones, recibir los tratamientos de V. S., Excelencia, Alteza, sentarse bajo dosel el Presidente, que para que todos toquen se muda cada quince días, con otras superficiales hojarascas, más a propósito para servir de asunto a una farsa, que a una verdadera historia; pero como el número de los necios es infinito, no es de admirar hubiese uno en donde se podían componer cien congresos.

Estos elogios, tan propios como merecidos de dichos señores, deben recordarles el verdadero anuncio de ellos, que el escritor les comunicó a dos de sus individuos que le tomaban parecer para la formación de sus regenerantes leyes, que tiene bien presente que en una ocasión tratándole de una y de las razones (o, por mejor decir delirios), en que la fundaban, llevado un poco de la ira les respondió:

¡Vayan V. V. y digan a todos los del Congreso que enmudezcan en tales asuntos tan distantes de su ignorancia como del cielo a la tierra, y se retiren a pastorear vacas, domar caballos y sembrar trigos, en cuyos ejercicios se han educado y ocupado toda su vida, y no me hablen más de tales materias.

3. LEGISLACIÓN CHILENA SOBRE ESCLAVOS, VÁLIDA PARA EL MUNDO ENTERO. Los papeles y providencias que en nombre del Congreso se daban al público eran obra del Asesor y Secretario, en las que como en un barbecho firmaban sus Altezas y reformaban no sólo este reino, sino todo el mundo, como se puede notar en la ley establecida para la libertad de la prole de los esclavos en que se expresa que debe cumplirse en todos los reinos o naciones adonde fueren trasladados los esclavos que salieren de Chile, extendiendo sus altas facultades y jurisdicción hasta el Japón o la China, adonde pueden ser fácilmente conducidos estos esclavos.

4. PLAN OCULTO DE LOS HERMANOS CARRERA. Pero olvidando molestias pasadas, volvamos a tomar el hilo un poco cortado de nuestra historia.

Era el plan verdadero y oculto de los Carrera apoderarse del mando absoluto de todo el reino, destruyendo y aniquilando el partido de Rozas y Larraín, poderoso hasta este tiempo, y aunque en esta última revolución usaron de la condescendencia de nombrarle Vocal de la Junta y conservaron a sus partidarios en muchos empleos, fue la causa el temor y cuidado que les daba la Provincia de Concepción, en donde Rozas se hallaba presidiendo aquella Junta, y árbitro de aquel Obispado y era el intento atraerle a esta capital, y asegurarse de su persona.

No se le ocultó este proyecto al primitivo fundador de la anarquía chilena, y conforme a este conocimiento niveló sus sagaces medidas, burlando por ahora las esperanzas de sus contrarios.

5. CONMOCIÓN EN LA CIUDAD. Publicadas las "Peticiones del Pueblo" y de las tropas y aceptadas por el Gobierno, causaron tal confusión y conmoción en la ciudad, que parecía haberse decretado su ruina, pues sólo la consideración de que se habían de reponer en cajas tres millones de pesos en un país tan pobre y falto de recursos, obligaba a creer que todo el dinero del reino no alcanzaba a cubrir el empeño, y así todos los vecinos procuraban ocultar cuanto tenían.

Los que podían conducirlo a las campañas, desamparaban la ciudad sin perder tiempo, y los que carecían de este arbitrio lo sepultaban debajo de la tierra, trabajando y velando esas noches con la solicitud y vigilancia que suele hacerse cuando ha de ser saqueada una ciudad.

No podía ignorar el Gobierno tan general consternación y el origen de donde procedía, pero constante siempre en la máxima del terrorismo y persecución de los fieles y buenos vasallos del Rey, tomó la providencia de atribuirles a éstos la causa del descontento público y dirigió con este fin al Congreso el oficio siguiente:

6. BANDO DEL CONGRESO EN RESPUESTA AL OFICIO ANTERIOR. El Congreso, como esclavo pendiente de la menor insinuación de sus amos, publicó inmediatamente el bando que sigue:

7. ATRIBUCIONES FALSAS Y MALICIOSAS A LOS INOCENTES Y PACIENTES REALISTAS. No tiene rubor el Congreso, ya que no lo tuvo el Poder Ejecutivo de publicar la increíble e inicua idea de una injusta exacción, en vista de la primera petición de las tropas que mandan no se omita diligencia ni se perdonen arbitrios para engrosar el erario con tres millones de pesos, y estando tan clara la causa de los temores del pueblo, la busca y atribuye falsa y maliciosamente a los inocentes pacientes realistas, que son los que llama enemigos de su sagrada causa; pero la crueldad y tiranía enemigas de la razón y la justicia no tienen otras armas que la falsedad y la contradicción.

8. MAMIFIESTO SOBRE LA CONDUCTA DEL GOBIERNO. El día 20 salió a luz el Manifiesto que se acostumbra en todas las revoluciones, justificando la conducta y procederes del pueblo en la mudanza de Gobierno, y haciendo ver la nulidad de todo lo ejecutado hasta aquí, como si fuera tan difícil de conocerse más, repitiéndose tantas veces la misma escena y nulidad.

9. FALSEDAD DEL MANIFIESTO. Formar reflexiones sobre falsedad de todas y cada una de las cláusulas del Manifiesto, además de ser una cosa tan fácil, era trabajo y tiempo mal empleados, y por estos motivos omitiremos esta diligencia, prosiguiendo la sencilla narrativa de los sucesos tan continuados y encadenados que los tiempos nos traerán y venciendo la molestia y fastidio que el ánimo padece en recordar y sufrir tantos desórdenes de la razón humana.

10. LAS IDEAS DE LA REVOLUCIÓN. Desde antes de la revolución no se decanta otra cosa que la libertad, la igualdad, la independencia, los derechos del pueblo, la felicidad común, la destrucción del despotismo, en fin una reforma de todos los vicios que hasta ahora se han experimentado y aun de los puramente imaginarios que pueda tener un Gobierno. Pero a pesar de tal tropel de buenas palabras, sólo se trabaja con la mayor diligencia por destruir aun la idea que concebimos del significado de dichas voces.

Libertad quisiéramos como la de los negros esclavos, porque a éstos se les permite manifestar la pena de sus malos tratamientos, o con el semblante triste, y otras demostraciones indicantes, o tal vez se les disimulan las quejas, y por último gozan la libertad de pedir a sus amos papel de venta; pero a los miserables chilenos no era lícito ocultar sus sentimientos bajo un aspecto formal, y aun condescendiente.

Era preciso declararse entusiasmado, y aprobar incesantemente cuantos desórdenes e injusticias ocurrían confesándolos como la mayor felicidad, y dando continuo tortor[1]  a la razón y a la conciencia, ser panegirista de la maldad.

11. HUMILLACIONES AL AUTOR. Más de dos veces detuvieron en las calles públicas al escritor, tropas de facciosos sin más motivos que verlo con la compostura y seriedad propias de su estado y le obligaban a gritar: ¡Viva la Patria!

Y por último, queriendo muchos evitar las ocasiones de comprometerse, solicitaron con mucho empeño salir del reino sin poder conseguir del Gobierno las licencias, ni aun para salir de la ciudad.

12. LA LIBERTAD SE ADELANTABA CADA DÍA. En cuanto a la igualdad sí que se adelantaba cada día alguna cosa, porque después de haber igualado con la plebe a los jefes, magistrados, vecinos principales, títulos, y en fin a todos los buenos, sin perdonar a los superiores eclesiásticos, tanto seculares como regulares, eran éstos tratados como la clase más ínfima y abominable del Estado.

Se les veía ser conducidos a las cárceles por mano de los más viles facciosos, ser ultrajados de palabra y de obra contra todos los derechos de la misma naturaleza.

Despojarlos de sus vestidos, de sus dineros, utensilios y colocándolos en inmundos calabozos, sin permitirles recibir socorro alguno de sus casas, camas, ni algunos días alimento alguno; y estas frecuentes e incesantes prisiones eran ejecutadas muchas veces sin orden ni conocimiento del Gobierno, por personas particulares, que apoyadas con el título de patriotas, sin más mérito que gritar a cada momento ¡Viva la Patria! y ¡Mueran los Sarracenos!, tenían seguro pasaporte y autoridad para perseguir y exterminar a todos los buenos realistas.

A nadie de todos estos reos de que estaban las cárceles y cuarteles llenos, se les formaba causa, ni se les probaba delito regularmente, ni se les juzgaba de ningún modo, y sólo se ponían en libertad por el embarazo de haberlas ocupado.

13. SOLICITUD DE HOEVEL PARA ASOCIARSE A LOS CIUDADANOS DEL REINO Y RESPUESTA DEL CONGRESO.

14. SOBRE CONTRATA DEL TRIBUNAL DE MINERÍA CON LOS ASENTISTAS DE PÓLVORA. El Congreso ordenó a la Junta, en medio de estos afanes, se le diera testimonio de lo obrado en la adquisición de la pólvora. Con este propósito, se giró el siguiente oficio:

 

15. DIVISIÓN DE LAS INSPECCIONES DE INFANTERÍA Y CABALLERÍA. En el mismo día el Congreso envió al Poder Ejecutivo el siguiente oficio:

16. RELACIONES CON LA JUNTA DE BUENOS AIRES.

La Junta respondió al Diputado Pinto con el siguiente oficio:

17. OFICIOS DEL GOBERNADOR DE VALPARAÍSO SOBRE LAS NOTICIAS DEL PERÚ DIVULGADAS POR LOS PASAJEROS DELA FRAGATA BRETAÑA.

18. PROPÓSITOS DE ESTABLECER UNA IMPRENTA. SERVICIOS DE HOEVEL. AGRADECIMIENTOS AL MISMO. Deseaban los insurgentes establecer la imprenta como el medio más a propósito para difundir y propagar las máximas halagüeñas y seductoras del sistema revolucionario; y en estos días llegó la fragata Galloway procedente de Nueva York, a consignación de don Mateo Arnaldo Hoevel, sueco de nación, ciudadano que fue de los Estados Unidos, que en este año se había naturalizado en esta capital con grande aplauso del Gobierno, y esperanzas de grandes servicios en beneficio de la independencia de Chile.

Este extranjero, que desde los principios de la revolución sirvió de misionero de la libertad, y que tenía todos los caracteres de espía de Napoleón, gozaba un sumo aprecio y amistad con todos los mandones revolucionarios, y les tenía ofrecidos grandes auxilios de parte de su república, los que efectivamente había solicitado pidiendo armas, artistas para varias fábricas y un surtido de imprenta, que es la que ahora llegó.

El Congreso demuestra la complacencia que recibe en la introducción de este establecimiento, y da las gracias al mencionado Hoevel con la contestación siguiente:

19. CONJURACIÓN CONTRA LOS CARRERA. En estos mismos días se descubrió una conjuración contra los dominantes Carrera, a quienes disponían asesinar por usurpadores del Gobierno, según decían ciertos oficiales de Granaderos, ofendidos en la última mudanza de Gobierno del día 15 de noviembre.

Fueron prendidos y encarcelados varios sujetos de representación y entre ellos el ex Vocal y Comandante de Artillería don Juan Mackenna, el Comandante don Juan de Dios Vial y el Capitán don Francisco Formas.

A éste para tomarle declaración le condujeron a una pieza aderezada lúgubremente y colocado sobre una mesa un Santo Cristo, con dos velas encendidas, le presentaron un religioso, intimándole al mismo tiempo que tomara las disposiciones últimas de su vida y que en esta consideración declarase el delito y los cómplices de él.

La sorpresa y el susto de estos aparatos, causaron en el reo tal trastorno, que casi produjeron el mismo efecto que el suplicio con que se le amenazaba y costó mucho trabajo para ponerlo en estado de recibirle la declaración.

En ésta descubrió muchos implicados de los más amigos de los Carrera, a quienes después de asegurados y seguídoles las respectivas sumarias, sufrieron unos la privación de sus empleos, otros la pena de destierro, pero a nadie se quitó la vida, aunque poco faltó al dicho Formas para perderla de resultas del hecho referido.

20. MÉRITO DE LA SUMARIA. El mérito que resulta de la sumaria para el arresto y prisión de los ya referidos, es el siguiente:

21. CONFESIONES.

22. OPOSICIÓN DEL CONGRESO A LOS CARRERA. Por éste y otros acontecimientos empezaron a ser temidos y odiados los Carrera, y particularmente el Congreso no se descuidaba en aumentar el partido de los descontentos, observando modo de derribarlos, pues miraban en ellos la ruina y destrucción de su poder y representación.

Contaba el Congreso de los diputados de todo el reino y como en el tiempo en que éstos habían sido elegidos dominaban las facciones de los Rozas y de los. Larraín, y en la capital la del Cabildo, sucedía que los miembros de aquel cuerpo eran ajenos de los nuevos gobernantes, y como tales enteramente sospechosos y desafectos.

23. ABOLICIÓN DEL CONGRESO. 2 DE DICIEMBRE DE 1811. Nada ignoraban los Carrera, y quitándose totalmente la máscara, aun de la poca condescendencia que hasta el presente habían manifestado, determinaron la abolición del Congreso, como en efecto la ejecutaron el día 2 de diciembre de 1811.

La sustancia del hecho, igualmente que el modo y todas las circunstancias, fueron ignominiosas y aterrantes.

Se presentaron dicho día en la Plaza Mayor todas las tropas, con el tren de artillería, cuyos cañones abocaron a la sala del Congreso.

Destacáronse luego bastantes tropas que se apoderaron de todas las puertas del edificio con orden de no permitir salida a ningún individuo, y se introdujeron otras partidas a la misma sala y antesala.

En esta forma intimaron al Presidente que citase y convocase a todos los diputados ausentes y luego que éstos llegaron, se presentó un escrito que contenía la disolución y fin del Congreso, mandando a todos sus miembros que lo firmaran y desde aquel instante se retirasen a sus casas, porqué así lo disponía el pueblo apoyado y sostenido por las tropas.

24. DOCUMENTOS SOBRE LA DISOLUCIÓN DEL CONGRESO. En el mismo día de la disolución del Congreso, Carrera y su Secretario, don Manuel Rodríguez, enviaron a las autoridades de las ciudades de provincia el oficio que sigue:

Ejemplo de obedecimiento de los ilustres cabildos y ayuntamientos.

25. DISOLUCIÓN DE LA JUNTA DE GOBIERNO. Por consecuencia de esta ruidosa operación de disolverse el Congreso, fue también disuelta la Junta, o Poder Ejecutivo, y fue sustituida de otra nueva, cuyos vocales fueron nombrados don José Miguel Carrera, don Nicolás de la Cerda y don Manuel Manso.

26. EL GOBIERNO AL ANTOJO DE JOSÉ MIGUEL CARRERA. Verdaderamente no quedó más Gobierno que el antojo del primero, pero procuraba éste conservar las apariencias de una Junta para deslumbrar al pueblo, a quien desde los principios de la revolución era muy grato este nombre y este método, pues tenían noticia que todas las provincias revolucionadas, como Caracas, Buenos Aires, Quito, habían erigido juntas, y eran gobernadas de este modo.

27. NULIDAD DE LOS VOCALES. Bien conocían los vocales Cerda y Manso la ninguna influencia que gozaban en las decisiones y disposiciones gubernativas, pero el temor del poder de Carrera los obligaba a prestar el homenaje de sumisión al déspota de Chile, dando sus nombres al público y autorizando con ellos cuantas providencias proponía y disponía el prepotente Carrera.

Estas ventajas había conseguido la libertad en el reino después de tantos trabajos y sacrificios por conseguirla, pero este efecto forzoso y generalmente experimentado en todos los lugares y tiempos que los pueblos han querido sacudir el justo y suave yugo de la libertad, competente a los hombres unidos en sociedad, debía añadir un nuevo ejemplo a los innumerables de todo el globo, para que nadie alegue ignorancia de tan evidente verdad.

28. INSTALACIÓN DE UNA JUNTA DE GOBIERNO EN CONCEPCIÓN. En este estado se hallaba la capital en los últimos días del año de 11, infiriéndose de este conocimiento el desorden y confusión en que estarían las restantes provincias y pueblos de todo el reino. La provincia y Obispado de Concepción, que incluyendo los infieles comprende la mitad del reino, había instalado su Junta a imitación de la capital el 5 de septiembre próximo pasado, según consta de su acta, que es fielmente la que sigue:

29. ASPIRACIONES DE CONCEPCIÓN. Circuló en diciembre del año 1811 en Concepción una proclama manuscrita que, bajo las apariencias de fomentar la unión, expresaba las aspiraciones de Concepción, proclama escrita en esa ciudad y con este título:

30. EL DOCTOR MARTÍNEZ DE ROZAS EN CONCEPCIÓN. SE ADUEÑA DEL GOBIERNO. El doctor Martínez de Rozas, que como dijimos en su lugar desamparó esta capital, vencido ignominiosamente del partido entonces triunfante del Cabildo, se retiró a su propio domicilio Concepción, en donde gozaba el mayor ascendiente sobre toda aquella provincia, por sus riquezas y por las de la casa de Mendiburu, su padre político, con los muchos enlaces y conexiones que ésta tiene; consiguió desde luego hacerse dueño del Gobierno de aquella provincia, dictando y disponiendo a su modo cuanto allí ocurría.

31. APREHENSIÓN DE LOS HERMANOS CARRERA. Estos hechos causaron gran aprehensión a los ambiciosos Carrera, y después de algunas contestaciones con aquella Junta de Concepción sobre la independencia y libertad de los pueblos, en quienes decían residía la soberanía y conforme a este principio ninguno podía sujetar a otro, resolvieron obligar a Concepción con la fuerza de las armas; pero temiendo la suerte varia de éstas, entablaron tratado de convenio, y destinaron por enviado primeramente a don Bernardo O'Higgins, que fue bien recibido, y dio algunas esperanzas de composición aunque displicente a los Carrera, pues recibían la ley de una provincia, que apetecían y necesitaban tener a su obediencia y disposición para el logro de sus fines.

32. FIN DEL AÑO 1811. ROMPIMIENTO CON CONCEPCIÓN. En este estado dio fin el año de 1811, quedando todos en expectativas del rompimiento hostil con la Concepción, pues no se veía ni oía otra cosa que preparativos de armas, y de tropas prontas a marchar para Maule, al mismo tiempo que de Concepción nos comunicaban las mismas disposiciones por su parte.

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Notas

[1] Palo corto o barra de hierro con que se aprieta, dándole vueltas, una cuerda atada por sus dos cabos. (N. del E). Volver .