ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Mariano Egaña. Cartas a Juan Egaña. 1824-1829
84. París, 1º de Noviembre de 1828.

PARÍS, 1º DE NOVIEMBRE DE 1828.

Mi amadísimo padre,

Ud. extrañará precisamente que aun me halle yo aquí; pero esto mismo significa que estoy de próxima partida para Chile. Temo mucho el invierno de Londres, y quiero estar allí lo menos posible, y estoy acabando de arreglar desde aquí todos los papeles e instrucciones que he de dejar a Barra. Mi embarque será en el paquete de diciembre, y pienso salir de aquí dentro de ocho días. Ud. debe mirar esta carta como mi inmediata precursora. Vamos a ver si en marzo tengo el gusto de abrazar a Ud.

Incluyo a Ud. la adjunta letra importante 9.230 pesos 6 reales correspondiente al último semestre de mis sueldos. Su recaudación exige que apuremos todo nuestro esfuerzo a fin de que no nos jueguen la última mano, y la recomiendo al amor y empeño de Ud. porque este dinero es que superaverunt fragmenta, fruto de privaciones y penas indecibles. No he querido que se endose en favor de García de la Huerta para dejar a Ud. en libertad de que disponga el cobro como halle más conveniente y por medio de las personas que le parezca. Va el endoso a la casa de Waddington porque veo que está Ud. en amistad con ella, y en todo caso Ud. puede disponer que Waddington la endose en favor de la persona que Ud. le diga, y uno de estos casos puede ser si Waddington quiere tirar comisión. Sírvase Ud. tener presente que el cambio de 39 peniques por peso, lejos de ser gravoso al gobierno, le es, atendidas las circunstancias, ventajoso; y como siempre para girar éstas consulto y veo aquí a varias personas, como si efectivamente fuera yo a recibir el dinero, todas ellas me han asegurado que no encontraré quien me dé efectivamente dinero tomando letras contra la Caja de Descuentos, así al cambio de 39 peniques. En oficio de 5 del corriente Nº 63 doy aviso a los Directores de dicha Caja de esta letra, y ad cautelam les hago ver que no he debido ni podido regresarme antes, porque el negocio del Consulado de Barra sólo ha venido no a allanarse, sino a perderse la esperanza de allanarlo en 2 de octubre último, con lo que me he decidido a no aguardar más, a dejar a éste de Encargado de Negocios (pues no puede quedar de Cónsul) y a que el gobierno le dé a él las órdenes convenientes, sin perjuicio de que yo le dejo las instrucciones que he juzgado oportunas. Por último la letra va girada al mismo cambio que lo han sido las dos inmediatamente anteriores. Incluyo a Ud. también una carta de Larrea a Waddington para que Ud. la retenga en su poder, pues no tiene otro objeto que servir de resguardo para que conste que el dinero que se recaude me pertenece. Al vencimiento del plazo en que debe cubrirse la letra, ya debo yo estar en ésa; sin embargo si habiendo bastante seguridad se consiguiere un buen interés mensual, puede dejarse el dinero ganándolo, por un término que no sea largo. En fin, Ud. disponga como le parezca.

No era necesaria mucha penetración ni tino diplomático para conocer el éxito que había de tener el negocio de Barra, esto es, de su consulado y desde el principio se lo anuncié a Ud. El Ministro inglés tomó el temperamento de embromar, por la razón de que siempre es poco grato hacer a otro un desaire; pero cuando se vio tan repetidamente reconvenido para dar una respuesta, salió dando su pase en estos términos: “Por cuanto F. A. Pinto la persona que ejerce al presente poder y autoridad sobre la Provincia de Chile con el título de Presidente de la República de Chile”, etc., fórmula insultante que desconoce la legitimidad del Gobierno de Chile, y que es ofensiva por el mismo hecho de variar la fórmula ordinaria y común acostumbrada en todos los pases semejantes. Barra contestó diciendo que su gobierno al nombrarle había procedido en el supuesto de que el de Inglaterra no hallaría objeción para considerar aquel nombramiento como el acto de un Estado independiente, y que por consiguiente no tenía instrucciones para un caso como el presente que no pudo racionalmente proveer el Gobierno de Chile: que iba a darle cuenta de lo ocurrido, y que mientras recibía sus órdenes quedaba sin efecto el pase. Quisiera ver qué contestan los señores Zegers, Pinto y Carlos Rodríguez, de cuyas tres cabezas ya sea reunidas, o ya cada una de por sí, no pueden esperarse sino maravillas. Yo tengo el dictamen anticipado de un gavilán (que pensaba en el mismo sentido que ellos) y que decía que en tal caso como el que ha ocurrido era preciso arrojar de Chile a los Cónsules ingleses y declarar la guerra, y este gavilán pensaba ir a hacer papel a Chile por lo político.

Aún no han salido mis cosas. Ya no parten de la Havre porque el buque después de mil enredos no salía por falta de completo de carga. He tenido que trasladarlas a Burdeos, y hay allí hasta treinta cajones ya; el resto se reunirá en estos días, y cuando me manden el conocimiento que espero de un día a otro lo acompañaré a Ud. con la factura; porque Ud. es el consignatario. Tiene Ud. por tanto que nombrar desde ahora una persona en Valparaíso muy de su satisfacción que los reciba. Son cosas de interés y de cuidado las que van, y siendo fácil que si no hay vigilancia y esmero abran los cajones y se saquen una alhajita, un trajecito, un instrumentito, etc., ninguna recomendación de parte de Ud. estará de más. Si nos quiebran una estatua, porque el mármol es tan delicado como el cristal, un espejo, etc., nos fundieron porque valen mucho. Ojalá no se abrieran los cajones en Valparaíso, que no hay necesidad de abrirlos porque forman mi equipaje que no está sujeto a registro. Ud. tiene que pagar el flete que calculo ascenderá a mil doscientos pesos, y tomará Ud. el dinero de la letra que remití en marzo último. Undurraga debe remitir a Ud. de mi cuenta y riesgo una pequeña partida de vinos y licores, que como equipaje mío tampoco está sujeta a derechos ni registro, y esto me ha estimulado a llevarlos. Ud. prepare las diligencias que sean precisas para que no tengamos tropiezos. Puede que esta partida llegue a un tiempo o antes que lo demás de mi equipaje.

Me voy a mis cuartos antiguos. Me ha enternecido en extremo la solicitud de Ud. por que vivamos juntos y este es mi ánimo y una materia en que hace cuatro años que estoy pensando; pero que sólo puede arreglarse estando yo ahí para acordar las mudanzas que hayan de hacerse, sujetándome enteramente a lo que dispongan mi madre y Dolores que entienden mejor estas materias.

A Dios, mi padre muy amado, hasta nuestras vistas. Mil y mil cosas a mi madre y Dolores. A Chabelita que da mil gustos ver el paso de los Reyes, los dromedarios cargados y los criados cafres. A Luisita, Ríos, Juan, Juan Ramón muchas cosas.

Soy su

Mariano.