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Crónicas
Tomo I
Capítulo XXVII. Los Ayuntamientos de las ciudades de Chile orientados del fallecimiento de Pedro de Valdivia, elijen Gobernador.

Las malas noticias corrieron siempre con demasiada celeridad. La de la derrota, i muerte de Pedro de Valdivia se supo luego en las ciudades de Chile, i se consternó todo el país. La primera que recibió este golpe fué la Concepcion; se la condujo tres días después de la desgracia el indio Andrés, criado del Gobernador, que acompañado de otro, fueron los únicos que sobrevivieron a tan lastimosa perdida. Su. Ayuntamiento, sin perder tiempo, participó el fatal suceso a la capital con Gaspar Orense, que llego a ella con esta triste nueva el 11 de enero de 1554.

Era teniente de Gobernador en la capital el adelantado Rodrigo de Quiroga, i electos alcaldes ordinarios para aquel año Juan Fernández Alderete i Juan de Cuevas. Juntaron éstos el ayuntamiento, i desea tendiéndose del testamento, que el mismo Pedro de Valdivia les entregó el 93 de diciembre de 1549, nombrando en él por real facultad, la persona que debía sucederle en el gobierno, los capitulares, que se hallaron presentes nombraron de Gobernador interino a Rodrigo de Quiroga, mientras el rei o la real audiencia de Lima, que gobernaba el Perú, dispusiese otra cosa. Le hicieron dar fianza de 10,000 pesos ¡prestado el acostumbrado juramento de defender la ciudad, guardar sus privilegios, etc., el ayuntamiento le despachó título en forma, i fué recibido por tal Gobernador. I para evitar toda disensión i espíritu de parcialidad, Hicieron publicar bando, prohibiendo que se escribiese para fuera de la ciudad sin manifestar antes la carta al cabildo, bajo la pena de 1,000 pesos de multa, i de cortar la mano derecha a los transgresores.

Al dia siguiente Juan Fernández Alderete i Alonso Alvarez, contador interino, sacaron de las arcas reales, donde estaba depositado el testamento, i abierto en presencia del ayuntamiento, se orientaron del nombramiento que hizo Pedro de Valdivia, i mandaron i acordaron los capitulares, que se guardase inviolable secreto sobre esta eleccion. Pero tres días después se recibió de regidor Francisco Riberos, i cuando se le dió a entender la eleccion de Rodrigo de Quiroga, dijo: que todo estaba bien hecho hasta que se viese quien era el nombrado Gobernador en el testamento de Pedro de Valdivia, pues en él debía recaer el gobierno. Acordaron entonces escribir al cabildo de la Serena, que se acomodase a prestar su aprobacion a la eleccion hecha en Quiroga, i no conviniendo en ello, meditase el medio de cortar la disensión, que seria inevitable consecuencia de su renuncia, pues se debía dirigir toda la atencion a evitar a que aquel país cayese en el Horrible mal de la división. Pero al mismo tiempo le ocultaron el nombramiento de Gobernador que hizo Valdivia en su testamento. Obligaron con multa de 1,000 pesos á Fernando de Aguirre para que en el mismo dia saliese de la capital a entregar la carta en la Serena a su ayuntamiento.

Resolvieron también que Francisco Riberos i Gaspar de Orense fuesen con alguna jente al socorro de la Concepcion, i. a su cabildo escribieron lo mismo que al de la Serena, sobre la aprobacion del nombramiento de Quiroga. El mismo oficio pasaron a los ayuntamientos de la Imperial, Valdivia, Villarrica i Confines; i al de la Concepcion pidieron que de las dos embarcaciones pequeñas que allí tenían, enviasen una al puerto de Valparaíso, para dar noticias de lo acaecido a la audiencia de Lima.

Francisco de Villagra, que se hallaba sobre Río Bueno en la ciudad de Santa Marina de Gaete, aguardando al Gobernador, para ir al descubrimiento de las costas Patagónicas, luego que tuvo aquella fatal noticia, despobló la ciudad i se traslado a la de Valdivia. No se detuvo en esta, i dejándola con suficiente guarnicion i vecindario, entró en la Imperial. Asegurada esta colonia, tomó la marcha para la de los Confines, quo conceptúo indispensable su despoblaron, i llego a la Concepcion sin que Caupolican le incomodase. Conoció el jefe araucano, que poco mas pudiera haber hecho si la ocasión se lo permitiera, i no le interrumpió aquellas débiles operaciones que eran el objeto de la rebelión. En pocos días desembarazó Villagra, el país, que a Pedro de Valdivia costó muchos trabajos, i no pocos años poblar.

En la ciudad de la Concepcion se unieron los ayuntamientos de las colonias despobladas, i de común acuerdo abrieron el testamento De Pedro de Valdivia. Por él constaba que en caso de fallecimiento nombraba de Gobernador a Jerónimo de Alderete, Francisco de Aguirre i Francisco de Villagra, en primero, segundo i tercer lugar, según el orden en que van puestos, bajo la condicion de obligarse a pagar sus deudas tomando sus estancias i encomiendas de indios, con multa de 5,000 pesos al que contradijese esta disposicion.

Los dos primeros se hallaban ausentes; Alderete en esta península i Aguirre en la provincia de Tucumán, i por eso aquellos ayuntamientos eligieron a Francisco de Villagra, i sufragaron a esta eleccion las ciudades de la Imperial i Valdivia. El electo Gobernador nombró por corregidor de la Concepcion i su teniente de Gobernador a Gabriel de Villagra, i los ayuntamientos dieron su poder a Diego Maldonado i Juan Gómez, comisionándoles para que dieran esta noticia al cabildo Ole la capital, i para que amonestasen a sus capitulares a la aprobacion i anuencia de la pretendida eleccion.

En 7 de febrero se recibió en la capital esta diputacion, i. con data de ello el mismo ayuntamiento escribió a Villagra avisándole, que por haber tenido noticias de haber perecido en la derrota de Tucapel el adelantado Pedro de Valdivia, todos los capitulares nombraron por Gobernador a Rodrigo de Quiroga, i no hundiendo i Validar lo acordado, le amonestaba n se conformase con la eleccion. Pero conociendo que de llevar adelante su resolucion, podía se huiré la división, i tal vez una guerra civil; cuatro días después adoptaron el término medio, de aprobar la eleccion de Villagra, con la condicion de que no Rabia de tener lugar en la, capital i su distrito, donde gobernaría Quiroga. Formalizado este acuerdo, comisionó aquel ayuntamiento a Diego García de Cáceres para que lo hiciese saber a Villagra, i para que reiterase la peticion de uno de los buques, que dijimos, i enviar en él a orientar de todos estos ocursos a la audiencia del Perú, que a la sazón gobernaba aquellos reinos.

El ayuntamiento de la ciudad de la Serena suspendió dar la aprobacion que le pedía el de la capital, prontamente enviaron sus capitulares al mismo Fernando de Aguirre al Tucumán, para que avisase a Francisco de Aguirre su padre, los sucesos que hemos referido. Aguirre se huso en viaje para Chile en el momento que recibió la noticia; tramonto la cordillera, i por el. valle de Elqui entro en la Serena con 60 españoles de los 100 que llevó a la conquista de aquella provincia. Luego que llegó se congregaron los ayuntamientos de la ciudad de la Serena i Barco i le elijieron Gobernador interino por ser el segundo de los nombrados por Pedro de Valdivia, i hallarse en estos reinos el primero.

El ayuntamiento de la capital comisionó persona de satisfaccion que pasase a Arauco a imponerse de lo acaecido en el levantamiento de los indios i sus resultas, para dar individuales i ciertas noticias del hecho a la Audiencia de Lima. i viendo que de la Concepcion no le enviaban la embarcacion que pecha, dispuso que el jeneral Juan Bautista Pasten equipase en Valparaíso una lancha i en ella hizo se embarcase Gaspar de Orense, autorizado de sus poderes para que diese a la Audiencia del Perú las puntuales noticias que adquirió en Arauco Diego García de Cáceres, sobre el alzamiento de los araucanos i derrota de Pedro de Valdivia, i para que alcanzase el nombramiento de Gobernador a favor de Villagra, que en la actualidad trabajaba en la sujecion de los indios; i se dió a la vela el 6 de febrero de 1554, conduciendo una carta, en la que se avisa a la Audiencia todo lo ocurrido hasta entonces. Gaspar de Orense era enviado por tierra al Perú por Francisco Villagra a dar cuenta de sus operaciones, i el ayuntamiento no dudo comisionarle la misma legaría, i le dió la lancha que tenia equipada con este objeto; pero se frustró la diligencia, porque Orense naufragó en las costas del Huasco, i quedo Chile con tres Gobernadores. Por especial providencia de Dios no prendió en aquel reino el voraz consumidor fuego de la tierra civil.