ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Tomo I
Capítulo LI. Sale el Gobernador a campaña, y gana a los indios las batallas de Perquilauquen i Quechumávida - Se traslada a la capital i le arrestan.

Al mismo tiempo que los araucanos incomodaban los establecimien tos de la Concepcion i los Infantes, por negociaciones de Antuhuenu, andaba otra bandada de bárbaros devastando las provincias de Itata i Chillan, bajo la conducta del capitan Lig-lemu (abril de 1564). Destacó el Gobernador al capitan Pedro Balsa con 40 soldados para contener esta rebelion, que le pareció estaba en sus principios. Devastó Balsa todo el país rebelado, sin ver un solo indio, hasta que logró Lig-lemu Hallarle descuidado. Le sorprendió alojado sin precaucion alguna, i le mató; ocho hombres, obligándole a retirarse a la Concepcion, no sin realidades de vencido.

Conoció el Gobernador que este negocio habia tomado mas cuerpo del que pensó, i que se necesitaba de su persona para remediarlo. Salió con 150 españoles, i puesto en Perquilauquen, batió un fortín que levantó Lig-lema para recibir las tropas que se le iban viniendo. Allí supo que Lig-lemu estaba en Quechumávida, i sin detenerse paso a combatirle. halló dos escuadrones de los enemigos i los venció a poca costa. Al socorro de éstos acudió Lig-lemu, pero no quiso pelear con el Gobernador, a quien vio ir victorioso, i marchar hacia el para recibir a los que se e escapaban} de la derrota. echa esta operacion, emprendió la retirada, i se pasó a retaguardia horra resistir al Gobernador que le perseguia con teson. Se defendió Lig-lemu con bizarría i liberto mucha parte de su jente, hasta que perdió gloriosamente la vida. Muerto el caudillo, ya no fué retirada la que hacian, sino precipitada fuga, en la que perdieron mas jente que en todos estos reencuentros. Murieron 300 indios i se retiro el Gobernador con 300 prisioneros, dejando pacíficas aquellas provincias (128).

Con estas pérdidas se rindieron los indios, i se volvió a ver en aquel reino una paz jeneral hasta la ciudad de Osorno, último término entónces de lo conquistado. A la sombra de sus delicias, se volvió a emprender la labor de minas, i se comenzaron a surcar los campos con el arado, i se establecieron en Osorno telares de paño fino i de lienzos. Todo este aumento se debió a Pedro de Villagra, mas nada le sirvió para que le perdonase la malicia de sus enemigos, que no le podian faltar a un hombre ríe sus circunstancias, pues es miserable la fortuna de un hombre que no los tiene. No solo era aflijida la Concepcion con la cruelísima guerra que hemos referido, tambien tenia sobre sí todo el peso de una intestina desavenencia. Estaba dividida en parcialidades contra el Gobernador; i el partido de oposicion contra este jefe tomó el asunto con tan empeñoso capricho, que le hizo trrnscender hasta la de Santiago, donde no le faltaron émulos al famoso Villagra que tuvieron arte para derribarle. I como es cosa tan coman como abominable causar perjuicios, i es tan difícil que halle favorecedores el perseguido, le proporcionaron una prision, en la que fué conducido a Lima.

Pacificados los indios, salió el Gobernador de la Concepcion para Santiago (mayo de 1564), pensando aquietar su espíritu alejándose de sus enemigos, i le salió errada su cuenta, porque en la capital los hallo mas poderosos i mas ajitados de la envidia. No obstante esta intriga,, tuvo por mas acertada su permanencia en ella, porque tampoco le faltaban amigos. I en este mal estado de sus negocios, arribo al puerto de Coquimbo i de allí paso al de Valparaiso, Jerónimo de Castilla con 300 hombres i otros auxilios para la guerra. El ayuntamiento de la capital pasó órden a Castilla para que no desembarcase la tropa, i fuese con ella al puerto de la Concepcion. Pero viendo que se desentendió de ella le mando el Gobernador que siendo cierto lo que se decía, sobre resolucion acerca del gobierno, dejase la jente en el puerto i se trasladase solo a la capital, a manifestar las reales provisiones para obedecerlas al momento, si eran del reino de quien tuviese lejitima autoridad. Entonces Rodrigo de Quiroga presentó nombramiento de Gobernador interino librado por el licenciado Lope García de Castro, a que se dió puntual obedecimiento, i le entregó Villagra el gobierno sin disputar la lejitimidad de la patente i sin dilacion, i del mismo modo fué recibido en el ayuntamiento (junio 14 de 1565). E i nuevo Gobernador graduó de principio de rebelion el requerimiento que se le hizo a Castilla para que manifestase las provisiones reales, i procedió a la prision de Pedro de Villagra suponiéndole cabeza de motín, i procesado le envió a Lima a disposicion del licenciado Lope García de Castro. Este es el premio que la envidia i negra venganza supieron proporcionar a este insigne capitan i conquistador. No hubiera alcanzado tanto la malicia, si no mediara tan larga distancia de aquellos paises hasta los pies de la piadosa ¡justa católica majestad que su real clemencia no deja sin desagravio al mérito ofendido. Se ignora si Pedro de Villagra se vindicó, o que fin tuvo.