Por fallecimiento del ilustrísimo señor don Bartolomé Rodrigo Gonzalez Marmolejo, primer obispo do la iglesia de Santiago, fué presentado para esta silla en 1566, por el señor don Felipe II, el ilustrísimo señor don frai Fernando de Barrionuevo, del Orden Seráfico, natural de Guadalajara, i tomó posesion de ella en 1567. Poco tiempo la gobernó, i con opinion de santidad, falleció en 1569, i descansan en ella sus venerables cenizas.
Al mismo tiempo que la majestad de Felipe II mandó establecer la Real Audiencia de Chile, dispuso se erijiese en él otro obispado, i se puso la silla episcopal en la parroquia del Arcanjel señor San Miguel en la Imperial, por bula do Pio IV dada en Roma a 22 de abril de 1563, que despues fué confirmada por otra de Pio V, despachada en 30 do diciembre de 1567, ambas a solicitud riel mismo soberano, que se digno presentar para esta nueva catedral al reverendo frai Antonio de San Miguel, del Orden Seráfico, guardián de la ciudad del Cuzco, i la Santidad del mismo Pio IV tuvo a bien espedir su bula en 22 de abril de 1563, que tambien fué confirmada por otra de Pie V, dada en 30 de diciembre de 1567. Le consagro en Lima el ilustrísimo señor clon Jerónimo de Loaiza, primer Arzobispo de aquella iglesia, (febrero 9 de 1569). dió sus poderes al licenciado clon Agustín de Cisneros para que gobernase la iglesia, i a nombre suyo tomo posesion de ella en 17 de setiembre de 1569.
El Obispo de la ciudad de Santiago lo era de todo aquel reino. Sus rentas decimales no pasaban de 8,000 pesos, i eran demasiado cortas para ser divididas. Se suscitó competencia entre los Prelados sobre los distritos de cada Obispado, i la Real Audiencia la decidió en 3 de diciembre de 1568. Asignó al de Santiago el territorio que ha¡ desde Copiapó hasta el Maule, I al de la imperial desde dicho río hasta la provincia de Chiloé, i se tomó posesion en la parroquia de San Pedro de la ciudad de la Concepcion en 19 de enero de 1569.
Cerca de los dos años despues llego a la Imperial este sabio prelado, varon a todas luces grande, i llenó cumplidamente sus deberes. Hizo la creacion de su iglesia, i en ella predicaba con mucha frecuencia, i no se desdeñaba de enseñar a los niños el testo de la doctrina cristiana. Todos los domingos los hacia juntar, i que cantando las oraciones fuesen a la Catedral, i en ella les aguardaba i hacia un sermon a todo el pueblo que concurria.
Visitó prolijamente su obispado i en la visita convirtió, bautizó i confirmó innumerable feligresía. Obligó a los vecinos encomenderos a edificar iglesias en los distritos de sus encomiendas, para que fuesen doctrinados los indios, i que se les pusiesen sacerdotes para su instruccion, les cargó las conciencias sobre este punto, i les hizo ver el cargo de restitucion en que estaban, por los jornales cine despreciaron a sus trabajadores. Promovió con eficacia este negocio, i de sus resultas el capitan Pedro Olmo de Aguilera, edifico siete iglesias en las parcialidades de su encomienda, i un hospital con 100 camas para curar las dolencias de sus indios, i proveyó de sacerdotes para la instruccion en la fé catolica.
El capitan Diego Nieto Ortiz de Gaete, vecino de Osorno, estrechado de la predicacion de este fervoroso prelado, puesto en la tremenda hora de morir, declare la defraudacion que habla hecho a sus indios en los jornales, i dispuso su restitucion, comisionándola a cuatro sacerdotes de arreglada conducta, i éstos, examinada la causa, hallaron debérseles 26 mil pesos, los mismos que les fueron restituidos.
Promovió su celo la fábrica de un hospital en la Imperial, i compró el sitio al convento de la Merced en dos carneros i diez ovejas. El ganado de lana, que hoi por su excesiva multiplicacion cuesta en Chile mui poco, era de tanto valor en aquellos tiempos, que el provincial, en la visita que hizo de aquel convento de su órden, aprobó la venta por ventajosa.
Era vijilantísimo en el cumplimiento de su cargo pastoril, erijió la Iglesia Catedral con maduro pulso i prudente acuerdo, i se deja conocer de las actas de su ereccion, que corren impresas en la Sinodal del obispado de la Concepcion, celebrada por el ilustrísimo señor Dr. clon Pedro Felipe de Azúa Iturrogoyen Visito su diócesis. Asistió al Concilio provincial celebrado en la metropolitana de Lima por su arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, por disposicion del señor Felipe II., i confirmado por la Santidad de Sixto V. En el vertió aquel raudal de literatura que poseia, i predico el sermon de su apertura. Restituido a su iglesia renunció la mitra, pero la Majestad del señor D. Felipe II. no tuvo por conveniente el privar a la Iglesia de un prelado virtuoso, sabio i le promovió a la de Quito, mas no llego a ella, porque paso a mejor vida (1592.)
