ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Tomo I
Capítulo LXVI. Gobierno de don Alonso de Sotomayor, comendador de Villamayor.

El Excmo. señor don Martin de Enriquez, luego que tomo posesion del Virreinato del Perú, hizo por tomar individuales noticias de todos los distritos de su gobernacion. I puntualmente informado del estado en que se hallaba el reino de Chile, con la cruel i tenaz guerra que mantuvo Caupolican, i que despues de la prision i suplicio de este jeneral, la llevaron adelante otros capitanes, sin que el indócil corazon de aquellos indios se rindiese a las suaves medidas de una paz equitativa, como la tocó prácticamente el licenciado Melchor Bravo de Saravia en el tiempo de su gobierno; informado asimismo S. E. de los numerosos refuerzos de tropa i de las cuantiosas remesas de dinero, víveres i vestuario, le pareció conveniente hacerlo presente a la Corte, para que el monarca tomase la resolucion que mas conviniese a su soberanía.

Se recibió este informe con los créditos que merecieron los aciertos con que este señor Excmo. gobernó los reinos de Nueva España. I por otra parte, deseosa la majestad del señor don Felipe II de ver concluida la conquista de aquel Reino, i finadas con ella sus sangrientas i desapiadadas guerras, poseido al mismo tiempo su piadoso ánimo de un vivo deseo de ver a los naturales reducidos al gremio de la Iglesia católica, determinó enviar por Gobernador de él, a don Alonso de Sotomayor, del órden de Santiago, comendador de Villa-mayor, hombre verdaderamente animoso, de vivas resoluciones i de sobresalientes talentos militares. Nació en 1546 en la ciudad de Trujillo, reino de Estremadura, hijo tercero de don Gutierre que fué descendiente del don Gutierre fundador de la casa de los condes de Venalcázar, despues duques de Bejar, marqueses de Ayamonte i Villamanrique. Desde Madrid a la edad de 15 años pasó al socorro de Malta, en Sevilla sentó plaza de soldado en la compañía de don Lope de Figueroa, que marchó a Flandes en el ejército del duque de Alba, i se halló en la prision de los condes de Agamon i de Horno (de Egmont i de Horn). Volvió a España de alferez de la compañía del capitan Isidro Pacheco, con órden de hacer recluta. Levantó una compañía, i a la testa de ella regresó a Flandes, i el duque de Alba le hizo capitan de otra de soldados esperimentados. Con esta peleó en la batalla en que fué derrotado i prisionero el jeneral Genlis. Se halló en el asalto de la abadía de Espinleu (Epinleu), i en el sitio de Mons, donde con 300 hombres, impidió su socorro conducido por el príncipe de Orange, i le picó la retaguardia. Fué de los primeros que asaltaron las trincheras del de Orange en el ataque que en su mismo campamento le dió el de Alba. Sirvió en el sitio i rendicion de la ciudad de Arlen (Harlem), i en el asalto de Audeguiater (Audewater). En las referidas funciones recibió tres balasos, i el último le atravesó la quijada. Se halló en la rota de Monquen (Mocken) (a), bajo las órdenes del jeneral Sancho de Avila, i en el sitio i rendicion de la isla de Cirquicia (Zierikzée) (b), desde donde fué enviado a España a dar cuenta al rei de ciertas intrigas que rolaban en Flandes, i S. M. le escuchó, i despachado le hizo merced de 300 ducados de sobresueldo. A su regreso, acompañó al serenísimo señor don Juan de Austria, i le introdujo disfrasado en Flandes, que a la sazon estaba confederada con el príncipe de Orange, i su alteza le hizo capitan de caballería. Conoció sus talentos, i se sirvió de ellos en tres embajadas de los duques de Guisa i Humena (Humières), con quienes hizo las negociaciones de su cargo a sastisfaccion de su alteza. A su consecuencia lo envió a España a informar a S. M. sobre el estado de los asuntos de su servicio en Flandes, i despachado regresó pasando por Paris con mucho riesgo de su vida, en circunstancias de hallarse en aquella corte el Duque de Alenzon, enemigo del serenísimo señor don Juan de Austria i de los duques de Guisa i de Humena. Concluida la paz, volvió a Madrid, i S. M. le hizo merced de hábito de la orden de Santiago con la encomienda de Villamayor. De la corte salió destinado al éjercito de Portugal, i hallándose en Estremadura, tuvo a bien 8. M. servirse de sus talentos en el gobierno de Chile, i le mandó librar sus reales despachos, con los que marchó a Sevilla, con designio de embarcarse para su nuevo destino.

Le dió el rei 600 españoles, i las mas sábias i prudentes instrucciones para tan cristiano como piadoso fin. Le advirtió que ninguna cosa apetecia con mayores ánsias que ver cristianos a aquellos indios. Estas fueron siempre las intenciones de nuestros católicos Monarcas, pero su bárbara ferocidad ha sabido fustrarlas desde los principios, impidiendo tenazmente su conversion.

Hizo este jefe su navegacion en la armada que bajo las órdenes de don Diego Flores i Valdez condujo al Estrecho de Magallanes a don Pedro Sarmiento destinada a fundar en él las dos colonias que dijimos, i despues de no pocos trabajos i grandes peligros, desembarcó en el rio de la Plata, de donde se trasladó por tierra para su destino, i llegó con 400 hombres a la ciudad de Mendoza.

En ella tomó posesion de su Gobierno (3 de junio de 1583), i remitió los reales despachos a Diego García de Cáceres, que los presentó en el ayuntamiento de la capital, para que obedecidos, gobernasen a su nombre i en virtud de sus poderes, Lorenzo Bernal de Mercado, Alonso de Reinoso, Gaspar de Vergara, Pedro Lisperguer i Diego García de Maldonado (18 de julio de 1583). Allí mismo libró título de correjidor de la capital a favor de Bernal, i tomada la posesion de este empleo, quedaron reformados los Gamboa, injustamente desairados i separados del mando por la solicitud infundada del licenciado Lopez de Azoca. Corrió con desgracia el mérito de los Gamboa. Rara vez se acompaña este con la fortuna, porque esta pocas veces quiso ponerse de su parte. I si el mérito que debe proporcionar un sosegado descanso, sirve para mayores inquietudes, si no se premia, como acontece en los remotos paises americanos, donde los hombres por la distancia del trono, las mas veces gobiernan por las tiranas leyes de sus pasiones.

Pasado el invierno i deshechas las nieves de la cordillera, se condujo a Chile, i fué recibido con las demostraciones de grandeza que ninguno de sus sucesores logró despues (noviembre 23 de 1583). Dispuso la ciudad levantar un arco triunfal en una de las calles de la plaza mayor para que pasase debajo de él; le obsequió con un brioso caballo ricamente enjaezado, i cabalgando en él, le condujeron debajo de palio a la catedral, i de allí a su casa. Le hicieron el mismo cortejo que la ciudad de Lima hace a sus virreyes, i no se ha repetido este ejemplar.

Luego que se concluyeron los dias destinados a la celebridad de su llegada, comenzó a poner órden en los asuntos de su inspeccion. Libró eficaces providencias a favor del laboreo de las minas de Choapa, del Espíritu Santo i de Quillota. Nombró por su teniente de Gobernador para todo el Reino al licenciado Diego de Rivas, i para correjidor de la capital al capitan Juan Vasquez de Acucia. Dispuso que se tomasen cuentas al mayordomo del hospital (1584), i que se estableciese buen método en la administracion de sus caudales, a favor de la curacion, regalo i buena asistencia de los enfermos. Esta providencia descubrió la mala conducta de aquel ecónomo, i le mandó remover de este encargo, i que le subrogase otro que lo administrase con fidelidad. I porque personas fidedignas le informaron que en las medidas i pesos habia abuso perjudicial al público, mandó se cotejasen i arreglasen en todas las ciudades i poblaciones del Reino. I porque tambien los negocios de la conquista le llamaban a la parte meridional de su gobernacion, envió a Gregorio Sanchez por visitador jeneral de las provincias septentrionales, i juez de residencia de todas las justicias. Le encargó la hiciese a los naturales, i que si algun indio de los meridionales estaba contra su voluntad, le restituyese a su libertad al pueblo de su naturaleza. Finalmente, espidió un reglamento jeneral para, la minería de todo el Reino, i ordenó sábiamente los negocios del gobierno político, aun en los puntos mas mecánicos.

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(a)

Los jeógrafos modernos escriben Mook, lugar situado en la rebeca del norte del Meusa un poco al sur de Nimega. B. A.
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(b)

Zierikzée o Zirikzée, es una ciudad principal de la isla Schouwen, en el Escaida
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