El ilustrísimo sefor doctor don Diego Montero del Aguila, natural de la capital de Chile; insigne jurisconsulto, se graduó de doctor en ambos derechos en la universidad de San Márcos de la ciudad de Lima i fué en ella catedrático de leyes i abogado de la Real Audiencia de la misma ciudad; viudo de la señora doña María de Zorrilla, recibió las sagradas órdenes, fué cura rector de la Catedral de Lima, de donde le promovió el rei a Obispo de la ciudad de la Concepcion de Chile i tomó posesion de su iglesia en el año de 1711. En el de 1812 visitó los distritos de Chiloé i Valdivia que son los últimos términos de su diócesis, i regresó por tierra de indios bravos administrando el sacramento de la confirmacion a los reducidos en todas las casas de conversion que tenian los padres de San Francisco i de la Compañía de Jesus. En 28 de setiembre de 1715 fundó el beaterio de Nuestro Señora de la Natividad, que se veneraba en su ermita desde 1570, situada sobre la colina denominada Loma; fué trasladado en el mismo año a la de Trujillo, donde falleció.

Por promocion del ilustrísimo señor doctor don Diego de Montero del Aguila ala iglesia de Trujillo, fué presentado para la de la Concepcion de Chile el ilustrísimo señor don Juan de Nicolalde, prebendado en la de la ciudad de la Paz. Tomó posesion de su iglesia en 1716. Fundó el colejio convictorio de San José para instrccion de la juventud noble de su obispado, i le puso a direccion de los padres de Compañía de Jesus, i en él incorporaron en 1724 seis seminarios para que sirviesen en la Catedral. En 1719 estableció un fondo de dos mil pesos para que con sus réditos se costeasen dos jesuitas misioneros qué todos los años saliesen en tiempo oportuno a predicar en las parroquias de su diócesis. En el de 1723 fué trasladado al arzobispado de Charcas, donde falleció.

Informada la corte contra, la conducta de don Juan Andrés de Ustariz, por real cédula dada en el palacio de Buen Retiro a 5 de noviembre de 1715 tomó el reí la resolucion de comisionar su pesquisa al doctor don José de Santiago Concha, de la órden de Santiago, oidor de la Audiencia de Lima, que servia la toga con créditos de integridad. Al mismo tiempo, i con igual fecha se pasó órden al virei del Perú, príncipe ele Santo Bono, para que separase del gobierno de Chile al caballero Ustariz, si le pareciere conveniente, i siendo su majestad la espresion de juzgarle digno del mas ejemplar castigo, si resultase reo de alguno de los delitos de que era acusado. Su excelencia hizo por informarse pública i secretamente de los ocursos de Chile. En Lima, corrían abultadas las noticias sobre el comercio con los franceses, i sobre el mal estado de la frontera i del ejército, i los informes no resultaron favorables a Ustariz. Le pareció al virei convendría autorizar al juez pesquisidor con el gobierno, i le mandil librar los correspondientes despachos, dados en Lima, a 23 de diciembre de 1716. Con ellos se embarcó para Chile, adonde arribó felizmente el 3 de marzo de 1717 i en 19 del mismo tomó posesion del gobierno en la capital con el ceremonial establecido.

Su actividad no perdió un instante de tiempo, i comenzó a introducir el buen órden por los tribunales de justicia para el pronto espediente de los negocios públicos, i se terminaron muchos pleitos envejecidos en aquella Audiencia. I porque la residencia de su antecesor no le permitia separarse de la capital, tomó acertadas providencias así para este asunto por lo respectivo a la provincia de la Concepcion, como para restablecer la disciplina militar i poner el ejército en el número de plazas de su dotacion; libró caudales para este fin i para que se pagasen las existentes; i puso la frontera a cargo de don Fernando de Mier, de buenos créditos, i le confirió el empleo de maestre de campo jeneral.

Manifestó interesarse en la conversion de los indios al cristianismo i en su reduccion a verdadero vasallaje, i propendió a los alivios de los ya reducidos. I en cumplimiento de la real cédula de 28 de mayo de 1714, dirijida al caballero Ustariz, propuso algunos medios para civilizar a los araucanos i ofreció contribuir con parte de su caudal.

Promovió la poblacion del pais ocupado por los españoles, i erijió en ciudad con título de San Martin de la Concha (noviembre de 1717), el asiento de minas de Quillota, pero el soberano no tuvo a bien confirmar el De ciudad, i le mandó despachar el de villa. En ella pretendió perpetuar la memoria de su casa como premio debido a sus recomendables circunstancias personales.

En esta útil ocupacion se hallaba el caballero don José en aquel partido, cuando le llegó la noticia del arribo del gobernador nombrado por el rei al Rio de la Plata, i que ya se hallaba en viaje para el destino. No quiso aguardarle, i porque no habia nave en el puerto de Valparaiso para transportarse a Lima de allí mismo i sin pasar a la capital, partió con acelerada marcha al de la Concepcion, donde estaba un bastimento próximo a dar vela para el del Callao (diciembre de 1717), i en él se restituyó a su Audiencia de Lima. Mereció la real aprobacion de su comision i gobierno interino, i su majestad premió su mérito con título de Castilla, bajo la denominacion de marqués de Casa Concha.