Promovido al obispado de Arequipa, el ilustrísimo señor doctor don Juan Bravo de Rivero, fue presentado para el de Santiago de Chile el ilustrísimo señor don Juan Gonzalez Melgarejo, natural de la ciudad de la Asuncion del Paraguai, canónigo, arcediano, dean, provisor i vicario jeneral de la ¡glesia i obispado de su patria. Tomo posesion de la de Santiago de Chile en febrero de 1745, i la gobernó pacíficamente hasta marzo de 1754, en que falleció, hallándose nuevamente presentado para la de Arequipa. Comenzó la fábrica de la nueva Catedral, para la que contribuyo con cuarenta i tres pesos i varias alhajas de valor para adorno de su sacristía: hizo dos acheros grandes de plata, que igualasen a los dos que dio su antecesor; i últimamente dejo por heredera a la misma iglesia. Costeaba anualmente los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola para los pobres de su diócesis, i descansan sus cenizas en el templo del colejio máximo de la Compañía de Jesus (97).

Por real cédula de Madrid a 24 de diciembre de 1744, confiere el rei al excelentísimo señor don José de Manso, provisto virei del Perú, la facultad de nombrar persona que gobierne el reino de Chile por el tiempo que tardase en conducirse a aquel destino el teniente jeneral don José de Lima Mazones que se hallaba de eomandante jeneral de Canarias, i en uso de ella dejo en su lugar a don Francisco, marqués de Obando, i le libro despacho de gobernador i capitan jeneral i presidente de la Real Audiencia de Chile en 6 de junio de 1745. En virtud de él fu é recibido en la capital al siguiente dia, i marcho con su excelencia al puerto de Valparaiso.

Dado a la vela el virei, volvió el gobernador a la capital, i admitido a la presidencia de la Real Audiencia en 30 del mismo mes, dió principio a su gobierno. Mando reedificar las cárceles i las casas de Ayuntamiento, ruinosas con el terremoto del año 1730, i dispuso que sobre los calabozos de la cárcel de la ciudad se levantase una sala que sirviese de cárcel de corte, i logro ver su conclusion. Hizo una alameda sobre la ribera meridional del río Mapocho, que tirada a cordel desde la falda oriental del cerro de Santa Lucía, se estendia trescientas toesas al este; prolongando con ella la calle de la Compañía, i la pobló de frondosos sauces; i aunque el virei en las instrucciones que le dejó se reservaba la continuacion del canal de Maipo, receloso de que los encargados de su direccion procedían con interes particular, i en perjuicio del bien público, dispuso suspender su abertura hasta mejor ocasion; se intereso con eficacia en esta importante obra, i haciendo abrir el canal por plano mas elevado i solido, puso su direccion a cargo de don Juan Francisco Larrain, vecino de probada integridad.

Determinados estos negocios i puestos en ejecucion, revistó las milicias urbanas i provinciales del distrito de la capital para arreglarlas, con designio de hacer lo mismo con las de toda la gobernacion, pensando le daria tiempo la llegada del gobernador propietario, atendiendo a la distancia en que se hallaba empleado, pero le separo de estos cuidados la noticia de su renuncia i la de estar provisto en su lugar el gobernador de la provincia de Buenos Aires, con la circunstancia de hallarse viajando para su destino. No disfruto Chile sus sobresalientes talentos que distinguian al caballero Obando i le hacían lugar entre los hombres de superior esfera, Reservo Dios este beneficio (i lo es grande para un reino tener un buen gobernador) para Filipinas, donde premio el rei su mérito exaltándole a aquella comandancia jeneral.