ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

El Monitor Araucano
Tomo II. N° 75.- Viernes 2 de Septiembre de 1814.
Sin título ["He aquí el resultado..."]. Consideraciones sobre el punto anterior, suscritas por B.V. (Bernardo de Vera).

He aquí el resultado de la célebre capitulación de mayo. ¿No se avergonzarán sus autores de esa fácil e impolítica credulidad con que defirieron al proyecto de descui­darnos nuestros enemigos para reforzar su agresión y asegurar el triunfo que entonces era de nuestras armas? Cuando la imprevisión se obstina contra todo buen con­sejo, es un crimen indisimulable en el Gobierno; y difícilmente se equivoca el pueblo en lo que conviene a su interés. La voluntad general de los patriotas no se engañó en pronosticar la desaprobación de aquellos pactos; mien­tras lamentaba en el silencio de su abatimiento el profundo sueño e inacción de los que debían aprovechar los momentos de una calma aparente para aumentar la fuer­za que habían de resistir a la infracción o repugnancia de los tratados. Pero aún este disgusto era un delito; y se amenazó con el fuego al pueblo que intentase reclamar un derecho que era el de su conservación. ¿Por que des­graciada magia se creerán un oráculo aquellos que su­biendo a la primera magistratura defraudan las espe­ranzas de sus conciudadanos, juzgando como un pecado imperdonable todo lo que no sea condescendencia a su soberano dictamen? Como si no hubiesen más luces que las suyas, apoyadas en el débil complot de los adulado­res; el tono impotente y la ejecución son la única respues­ta a los convencimientos más reflexivos del que sólo ha­bla por el beneficio del país y el crédito de la opinión. ¿Pa­ra qué se proclama la libertad, si ni siquiera la hay en los sufragios? Acabamos de desimpresionarnos: los an­tiguos mandones de América no hacen la guerra por Fer­nando VII; la hacen por su renta, y por su rango, pro­fanando el nombre del Rey con la misma desfachatez con que usurpan el de la patria. ¿Por quién vendrá hoy el nue­vo General Osorio? El primer artículo de la capitulación [3] fue el reconocimiento de Fernando, que jamás se había negado; y como si se hubiese calculado el decreto de 4 de mayo, se remitió la sanción de esa Constitución que el Rey anula, a la resolución de los diputados que debía enviar Chile. ¿Nos hostilizará por el Rey el que desaprue­ba en todas sus partes un tratado en que se ratifica su reconocimiento? ¿Será la guerra porque ciegamente no se puso el Gobierno de Chile bajo la Constitución repro­bada por el Rey? Pero, entonces, ¿cómo será conforme a su voluntad una agresión que directamente se opone a ella? Aunque no presidiera este antecedente, bastaba el derecho de ser oídos para que nuestros agresores, disimulasen su furor. Ellos la empeñan en el día por un ver­dadero capricho que ni son capaces de señalar, y la san­gre de las víctimas que van a sacrificarse a la justicia, los hará execrables al juicio de todos los hombres de bien, y de todas las potencias cultas.

Felizmente se ponen en movimiento los grandes recur­sos que la indolencia tenía intactos, y que sobran para repulsar tanta injuria, y la que hoy renuevan nuestros agresores fijará el punto de unión en que concentrados todos los sentimientos se afiance la defensa y la victoria del Pueblo Chileno. B.V [4].

 

_________________________________

[3] Tratado de Lircay (N. del E).

[4] Las iniciales corresponden a Bernardo de Vera (N. del E).