Exposición de la Junta Gubernativa sobre la pronta terminación de las desaveniencias con Concepción.

¿Cómo aunque no se concluya una obra, podrá al pueblo no manifestarse su estado, si ella tiene trascendencia que le toque? Nada le interesa más que la unión de los de su familia: y como sin embargo la vuelta del señor vocal comisionado a concluir con la facción de Concepción en sus desavenencias, que exigieron atenciones de gravedad y ejecutivas, aún se sigue tratando por una conciliación que se espera y de que no es pequeña prueba la retirada de las tropas del Maule a sus cuarteles: Publíquese en la Gaceta, que el gobierno cree, que está muy cerca el momento de presentar el plan de una empresa acabada.

Las provincias deben descansar en seguridad, puesto que los agentes de la división entregándose exclusivamente a la razón han alejado de sí, y en sus cuestiones los instrumentos de la fuerza. Las circunstancias concurren por la causa común. No es pequeña satisfacción a todo buen chileno la proclamación de Valdivia; cuando se creía entregada a otro partido, nos ha buscado, como refieren sus papeles, que también van en la Gaceta. ¿Qué tenemos que desear si imbuidos los Valdivianos en nuestros principios, de que aún no han podido formar concepto por falta de noticia y correspondencia, se nos unen en sistema y enmiendan su opinión? ¿Habrá insensatez que obligue o decida a una resistencia terca? Estamos muy prontos a perdonar, y provocarnos a avenencia. Todos somos unos los soldados de la libertad, y no deben durar más tiempo los sesgos tiranos con que hipócritamente se proclamó el patriotismo, ni negamos nuestro auxilio, nuestra unión, y toda la influencia y alcances de nuestros bienes al europeo que se decida por la causa de la justicia, y obre por beneficio del suelo que lo sustenta y en que ha formado su mejor vida.

Todos somos hijos de un padre y estamos provenidos en favor de nuestros hermanos de no dejarnos de mirarlos con ternura si ayudan a nuestro plan. Por solo la libertad y contra sus enemigos se suspenderá el ejercicio de nuestros sentimientos. Ellos no se ocupan de facción particular ni de partidos interiores. Nuestros pensamientos están sobre las trabas de un sistema mezquino. Es muy pequeño, e indecente el que no tenga ideas generosas y más altas miras.- Portales.- Prado.- Carrera.- Rodríguez, Secretario.