Oficio de José Miguel Carrera a Juan Francisco Sánchez, en respuesta a otro enviado por éste, 15 de Agosto de 1813.

Las miserables reliquias del Ejército de la patria esperan con la mayor impaciencia el formidable ejército del mando de V.E. Ojalá hubiera V.E. excusado la formalidad del parlamento para que hubiese llegado cuanto antes el momento mil veces deseado. La muerte con que V.S. me amenaza es el mayor premio que puedo recibir por mis fatigas, moriremos defendiendo la libertad de la patria. ¿Podrá haber mejor recompensa para un hombre, que no tiene otro interés que buscar a su patria su felicidad y su tranquilidad? No; no soy mercenario y debe creérseme. Ya que V.E. me desafía a sangre y fuego, admito la proposición, y así lo he hecho saber al ejército y lo haré también al Gobierno para que pueda obrar arreglado a los principios adoptados por los emisarios de la gran Regencia española. Tenemos precisión de escarmentar a los malvados con el terror, es contra nuestro carácter, pero es indispensable; sólo siento que V.E. se quede encerrado en la desgraciada Chillán y no venga a participar de las glorias que hoy adquirirá su resuelto ejército, pero su alma es sensible y no podrá ver la asolación de mis desgraciados soldados.- Dios guarde a V.S. muchos años.- Campo General de Coyanco, Agosto 10 de 1813. José Miguel de Carrera.

Señor don Juan Francisco Sánchez.