ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Descripcion Histórico Geografía del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biógrafa del autor por don Miguel L. Amunátegui.
 
Primera parte. Que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: el establecimiento de su Gobierno secular i eclesiástico: un compendio de la historia de sus Gobernadores: i una breve noticia de sus Obispos.
 
Tomo I

Capítulo LVI. Primera fundacion de la Real Audiencia de Chile - Entra el Gobierno en este Tribunal - Se refieren sus ocursos.

Siempre se erijió un Tribunal en cada casa, para juzgar la conducta de los jenerales con la inícua circunstancia de ser sentenciados i condenados sin ser oidor, i este inicuo procedimiento tuvo mas lugar contra los primeros jefes de Chile, a la, sombra de la injusta fama, de tiranos, que les dió la voz comun, por uno u otro exceso cometido por personas particulares, que talvez quedarian sin castigo, porque las críticas circunstancias de aquellos tiempos, pedian la impunidad i exijian un prudente disimulo. Se atribuía la direccion de la .guerra de aquel reino, no a la tenacidad con que los indios defendieron hasta hoi su libertad i su independencia, sino a la tiranía, a 1„ codicia, i a los intereses particulares de aquellos primeros Gobernadores i sus capitanes, de que estuvieron mui distantes. Estas acusaciones llegaban abultadas a la corte. i por una parte deseoso el Soberano de remediar estos males, i orientado por otra de los aumentos de aquel reino, i del incremento de sus ciudades i demas poblaciones, le pareció conveniente establecer el respetable Tribunal de una Real Audiencia, para mejor i mas pronta administracion de justicia, para el buen gobierno i trato suave de los indios, i para dar fin a la sangrienta guerra.

A consecuencia de este piadoso pensamiento, dispuso el señor don Felipe II por su R C. en el reino de Segovia a 27 de agosto de 1565 se erijiese este sabio tribunal en la ciudad de la Concepcion, i dió para ello toda la autoridad necesaria al licenciado Lope García de Castro que gobernaba el Perú Este jurisconsulto dió las convenientes disposiciones para su ereccion. Fué recibido el real sello martes 13 de agosto de 1507, i para su recibimiento compro la ciudad a Francisco Gudiel un hermoso caballo en 340 pesos, i lo presentó ricamente enjaezado.

No solo se encargaron a este tribunal los negocios civiles i políticos, tambien se pusieron a su cuidado los de guerra, i ceso el gobierno de Rodrigo de Quiroga. Los araucanos celebraron con públicas demostraciones de alegría esta variacion del gobierno, i con justa razon, porque ya el adelantado Quiroga les tenia a punto de sujecion, i con ella entraron en fundadas esperanzas de recuperar su libertad; i resolvieron aprovechar la ocasion. Bajo la conducta de su jeneral Paillataru, se junto un cuerpo considerable de tropas en el estado de Arauco, con designio de atacar la ciudad de Cañete, i miéntras se iban reuniendo, destaco Paillataru algunas partidas sueltas que hostilizasen los campos vecinos de nuestros establecimientos.

Mui sensible le fué a la audiencia gobernadora esta atrevida resolucion de los araucanos, pero se lisonjeaba con la esperanza de contenerlos, i por medio de mensajeros les brindo con la paz. Le pareció acertado este arbitrio, i les hizo saber era establecido el tribunal para afianzar i asegurar el cumplimiento de las leyes a ellos favorables, i les intimó un auto para que separados del uso de las armas, se presentasen. en Concepcion a esponer sus quejas, prometiéndoles serian oidas, i justa i benignamente despachadas. Poco aprecio hicieron del auto i de las ofertas, aquellos hombres a quienes fué siempre desconocida la lee, i tan guerreros que solo temen a César en Farsalia, miéntras otros le admiran en el Capitolio.

Jamás a aquellos hombres les ocupo la imajinacion otro pensamiento que el de la adquisicion de su amada libertad. Todo lo que no sea ella, es inútil proponerles, i en vano trabajaba la real audiencia, en negociaciones de paz. Porque Paillataru, aprovechando la dilacion que proporcionaban los requerimientos judiciales i sus contestaciones, no perdia instante para hacer sus convocatorias, que no le salieron mal. Con un destacamento numeroso se arrimó a Cañete, i campó a dos leguas de aquel establecimiento, en paraje defendido por naturaleza, i a mas de eso fortificado por buenas trincheras.

Sabida en Concepcion la espedicion de Paillataru, perdió el tribunal sus lisonjeras esperanzas de paz, i con acertada eleccion nombró de comandante de las anglas al capitan Martin Ruiz de Gamboa, i de maestre de campo a Lorenzo Bernal. Estos esperimentados militares salieron de Cadete con 100 españoles i 200 auxiliares, con su jefe Nahuelhuala, para atacar a Paillataru en su atrincheramiento. Reparó el comandante jeneral Gamboa que Nahuelhuala no llevaba mas que una flecha, i le reconvino. Satisfízole el valiente araucano, diciendo con denuedo: «yo siempre he acostumbrado a pelear con las armas de mis enemigos, i por eso no llevo mas de una flecha para comenzar la batalla.» Pedro Cortez que se halló presente, nos dice que Nahuelhuala lo ejercitó como lo dijo. Reconocida la fortificacion de Paillataru, resolvió Gamboa combatirla, i dispuso los ataques. El araucano se defendió con imponderable valor, ¡resistió muchos horas el brioso ímpetu do los españoles. Pero mandó el comandante jeneral poner fuego a las trincheras, i que incendiasen los cuarteles de techo pajizos con fuego arrojadizo, i estrechándolos a huir, les fué a los alcances, i les mato mas de 200 hombres, i les tomó algunos prisioneros. Se retiro a Cañete victorioso, i dispuso que saliese Pedro Cortez con su partida de cazadores a hostilizar todo el país inmediato a la ciudad. Cortez, que sabia hacer bien la operacion, los sorprendia cuando ménos lo aguardaban, i en mucho tiempo no pudieron juntar cuerpo que fuese capaz de hacer operaciones de consideracion.