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Crónicas
Descripcion Histórico Geografía del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biógrafa del autor por don Miguel L. Amunátegui.
 
Primera parte. Que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: el establecimiento de su Gobierno secular i eclesiástico: un compendio de la historia de sus Gobernadores: i una breve noticia de sus Obispos.
 
Tomo I

Capítulo LXXVIII. Entra el Gobernador por las parcialidades de guerra - Levanta un fuerte en el Lago Lumaco - Erije en ciudad la plaza de Arauco, i regresa a La Concepcion - Asedio de la Plaza de Puren y su socorro.

Mucho se resintió el Gobernador de la pronta infidelidad de los araucanos, que satisfecho i confiado de las espresiones que le hicieron en el congreso, no aguardaba este rompimiento en circunstancias de constarle no se les daba motivo para tan violenta resolucion. I conociendo que aquella conspiracion era solo efecto de malignidad i de inclinacion a la guerra, concibió que eran dignos de severo castigo, i que en ningun tiempo se verificaria su sujecion, si no mediaba la fuerza. No perdió tiempo, i tomando 400 españoles i 2 mil auxiliares (150), entro por las provincias de Catirai, talando los campos i entregándolo todo al fuego i al cuchillo.

Paillamacu i Palantaru jefes de la rebelion, se ocultaron en los montes con su jente, dejando pasar por sus llanuras el rigor de las hostilidades, i evitándolo en sus personas, que se necesitaban para mejor ocasion. Pero viajando para Puren, advirtieron los batidores que por vereda escusada entraba una huella. Se fué el Gobernador sobre ella, i a poco que anduvo, se descubrió un valle, i en él un escuadron de indios mandado por dos mulatos desertores, que aguardaban allí la oportunidad de disponer una entrada. Repentinamente les ataco, i los desbarato con perdida de muchos i prisión de los dos mulatos i de varios capitanes, que todos fueron entregados al suplicio.

Llegó a Puren, i olvidando sus justos resentimientos contra Paillamacu i Palantaru, les brindo con la paz que no quisieron admitir. Se dió por agraviado de esta renuncia, i hostilizó aquel pais con todo el rigor de la guerra. I para refrenar el orgullo de Palantaru, reforzó la guarnicion de Huadaba, i levanto un fortin en Lumaco, sobre el lago de este nombre, comun abrigo de los indios de Puren. De allí se trasladó a los estados de Tucapel i Arauco. Aquí se detuvo el tiempo que fué menester para aumentar la poblacion de la última, que trasladada al remate oriental del cerro Colocolo, donde hoi tiene su ubicacion, la erijió en ciudad, dedicada a San Ildefonso, a quien reconoce todavía por patron, aunque ha sido muchas veces despoblada i repoblada por diferentes Gobernadores. Concluido el castillo que la dominaba, i fortificado el cerro para que la ciudad no pudiese ser incomodada, regresó a la Concepcion.

Luego que Paillamacu tuvo esta noticia i vio entrado el invierno, cortó la comunicacion de la frontera, i acompañado de Palantaru i Millacalquin, con 5 mil hombres, puso sitio a la plaza de Puren. Abrió sus trincheras para no ser sorprendido de la caballería, levantó chozas que supliesen la falta de tiendas para abrigo de su ejército, i estrechó tanto el bloqueo, que ni los pájaros podian entrar en ella, pero los sitiados, resueltos a morir ántes que rendirse, sufrieron las penalidades de aquel largo i penoso asedio, con la esperanza de ser socorridos. I en efecto, luego que llegó a noticia del Gobernador, dispuso salir a su socorro, pero los mas esperimentados en aquella guerra, le persuadieron que no saliese con todo el ejército en estacion tan lluviosa, i resolvió mandar al capitan Pedro Cortez con 150 españoles i 600 auxiliares. Este sabio, dilijente i animoso capitan, apesar de las lluvias, de los rios fuera de sus márjenes, de los barriales i atolladeros, i de todas las intemperies de un rigoroso invierno, llego a Puren en catorce marchas. Recojió las guarniciones de esta plaza i del fortin de Lumaco, i regresó a la Concepcion. Paillamacu, despues de cerciorado que era Cortez el comandante de aquel escuadron levanto el asedio i le dejo libre la entrada. I aunque no se atrevió a presentarle batalla i se retiró, quedo victorioso, porque logró el fin de su espedicion, dirijida a allanar los dos establecimientos i quitar de su país aquella opresion de su libertad.