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Crónicas
Descripcion Histórico Geografía del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biógrafa del autor por don Miguel L. Amunátegui.
 
Primera parte. Que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: el establecimiento de su Gobierno secular i eclesiástico: un compendio de la historia de sus Gobernadores: i una breve noticia de sus Obispos.
 
Tomo I

Capítulo LXXXIX. El rei envia a Chile 500 soldados - Hace el Gobernador tres campañas contra los indios, reedifica algunas plazas de las despobladas, i adopta otras providencias acertadas - Contrae matrimonio sin licencia y pierde el empleo.

Dirijió el Gobernador sus primeros cuidados al favor de las ciudades de Osorno i Villa-rica, como queda referido. Le fueron de estos reinos por Buenos Aires 500 españoles, i con ellos salió a sujetar los estados de Arauco i Tucapel (noviembre 5 de 1601). Los araucanos no les presentaron batalla, ni se encontraba alguno por los caminos i valles, que todos se retiraron a los montes. I por que su espedicion no fuese del todo sin inconsecuencia, volvió a poblar el establecimiento de Arauco, i en Lebu reedificó el fuerte de Santa Margarita. De allí pasó a Tucapel i levantó la plaza de este nombre; fundó otros dos fuertes en Paicaví i cerca de la Imperial. Corrió por los dos estados con todo el rigor de la guerra, en que tuvo poco que adelantar por que los mismos araucanos pusieron fuego a sus chozas i mieses ántes de refujiarse en las montañas. Algunos de las parcialidades mas espuestas salieron a pedirle paz, sin otro objeto que evitar el estrago i con acuerdo de los sublevados, para servir de espias i avisarles todos los movimientos i determinaciones contra su nacion.

Cuando ya entraba el invierno regresó a la Concepcion (1602). Descansaron las tropas en toda aquella estacion, i venida la primavera volvió a campaña por la tierra de los llanos. Tomó la ruta por Yumbel, levantó la plaza de San Felipe de Austria, i en Guilquilemu edificó la de Buena-Esperanza, i dispuso que en su distrito se hiciesen grandes sementeras de trigo i cebada para abastecer el ejército con poco costo. De allí se trasladó a la isla de la Laja, i construyó la del Nacimiento en la: parcialidad de Santa Fé, sobre la ribera meridional del Biobio. Atravesó este río por Negrete, i corrió todo el país subandino. Dió la vuelta por los distritos de Quecheregua i Puren, llevando por aquellos paises todo el rigor de la guerra. Muchos indios, estrechados de la necesidad en que los ponia la terrible hostilidad con que eran oprimidos, se dieron a partido. No tuvo dificultad en admitirlos con las condiciones de mudar de residencia, i establecerse en parajes inmediatos a las colonias españolas, i de servir en la guerra, percibiendo un moderado sueldo para subsistir. Entraron por estos partidos, i basta hoi subsisten sus descendientes en las lagunillas de San Pedro, Colcura, Santa Juana, Talcamávida, San Cristóbal i Santa Fé, que fueron los territorios señalados.

Se dejó ver por la parcialidad de Catiray, donde residían los enemigos bajo la direccion de Huenucura que se metió en los montes de Nahuelbuta i se daba por satisfecho observando a los españoles, por ver si lograba la oportunidad de un descuido, como el que le presentó la fortuna a Paillamacu i Pelantaru. Reedificó las plazas de la Trinidad, del Espíritu Santo i San Jerónimo, i las puso con todos sus distritos a las órdenes del famoso Pedro Cortes, que ya era coronel, con órden de fijar su residencia en la primera, para que sujetase todo aquel país hasta Puren con un escuadron de caballería que le dejó.

Volvió el Gobernador a la ciudad de la Concepcion, i estuvo pocos dias en ella, porque se trasladó a la capital para dejarse ver en los paises septentrionales de su gobernacion (1603). De cuenta del reí estableció una estancia en Catentoa con una torada de 8,000 cabezas, que produjesen todo el ganado necesario para mantener con abundancia i sin gastos del real erario no solo el ejército, sino tambien las plazas de armas. Con el mismo destino estableció en Melipilla fábricas de paño i de mantas que sirviesen de alivio al soldado, i que aquel reino no necesitara de comprarlo al del Perú.

Dió noticia al soberano de la fuerza i pié en que puso el ejército de aquel reino, i de las providencias económicas que estableció para su abasto i alivio. Hizo presente tambien el mal estado en que se hallaba aquel país, i la desolacion del obispado de la Imperial. Espuso la imposibilidad de reponerlo por falta de tropa para una formal espedicion, i para el restablecimiento de las provincias arruinadas. En igual espuso las instancias que sobre ello habia hecho al virrei del Perú sin haber alcanzado otra cosa de S. E. que el anual situado, apenas bastante para mantenerlo nuevamente poblado. I concluyó ofreciendo verificar la total sujecion de los indios en tres años, si se le enviaban de estos reinos 1,000 soldados.

Formalizadas todas estas dilijencias, volvió a la ciudad de la Concepcion i en ella tomó las medidas conducentes para salir luego a otra espedicion sobre el pais de los enemigos. Entró por el territorio de Buena Esperanza, i atravesó el río Laja por Curipichun, i de allí marchó por Santa Fé a pasar el Biobio por la del Nacimiento. Penetró por todo el pais sub-andino, i dió la vuelta por Catiray, para bajar al estado de Arauco por el monte de San Jerónimo, i repasado el Biobio dos leguas reas arriba de su embocadura en el mar, volvió a entrar en la ciudad de la Concepcion.

En esta salida logró que muchas parcialidades de Tucapel i Arauco entrasen por partido de paz, i le pareció conveniente asegurar mas el estado de Arauco, i estableció la plaza de Pedro en la ubicacion que hoi tiene, i un fuerte en el cerro de Chepe, dedicado a Nuestra Señora de Ale, para sostener el tránsito del Biobio por su embocadura en el mar. Estas acertadas medidas tenían la excelente idea del restablecimiento i recuperacion del pais desolado, i hacian fundar probables esperanzas de volver a la posesion de lo perdido. Pero el amor que causa los desórdenes mas espantosos, aunque dulces, i que como hijo de la voluntad, potencia que siempre camina a oscuras i sin premeditacion, con total olvido de las consecuencias de su ceguedad, todo lo echó a rodar. Se aficionó de doña Ines Fernandez de Córdova i Aguilera, hija del capitan Pedro Fernandez de Córdova i de la famosa heroína doña Ines de Aguilera i Villavicencio. Era hermosa, discreta, i de todas las buenas circunstancias que pueden apetecerse en una señora. Este dulce encanto le condujo hasta el exceso de casarse, i sin licencia.

El virrei del Perú estaba poco satisfecho por las instancias que le hizo para que le diese tropa, dinero i lo demas necesario para la sujecion de los indios, i para sostener las poblaciones del país. Esperimentó renuncia a S. E. i fueron consiguiente los informes a la corte desagradables al virrei (157) I por eso lejos de manifestarse induljente con un prudente disimulo, que jamas hubiera sido desagradable a la real piedad i ménos en aquellas circunstancias, se valió de la inobediencia por el matrimonio contraido sin la debida licencia, que como efecto de la violenta pasion amorosa, nunca puede ser formal desobediencia, i por mil títulos merece disculpa, i tiene cierto derecho al disimulo i al perdon. A consecuencia del informe del virrei decretó la corte su separacion del gobierno, i en atencion a sus buenos servicios le confirió al mismo tiempo el de la provincia de Tucuman, a donde se trasladó con su asilada doña Ines, que le costó el desaire referido.