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Crónicas
Descripcion Histórico Geografía del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biógrafa del autor por don Miguel L. Amunátegui.
 
Primera parte. Que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: el establecimiento de su Gobierno secular i eclesiástico: un compendio de la historia de sus Gobernadores: i una breve noticia de sus Obispos.
 
Tomo II

Capítulo II. Facilita el Gobernador al Obispo de La Concepcion la visita de la provincia de Chiloé le llega sucesor.

No solo se ocupaba el gobernador en las cosas de la guerra., también se estendia su celo a todo lo que pertenecía a un buen gobierno político i civil, i a cuanto podia contribuir a la felicidad de sus súbditos. Todos los estados de Chile aprovecharon la buena disposicion del gobernador i no la despreció el ultimo. señor don frai Luis Jerónimo de Ore, obispo de la Concepcion. Negoció con él le facilitase trasporte para visitar la provincia de Chiloé. Sin dificultad allanó el gobernador todos los impedimentos que podían estorbar ilustrase el prelado con su presencia aquel remoto distrito de su gobernación, i le encargó que a la sombra de su apostólico ministerio, procurase adquirir conocimiento de la situacion i estado de los Indios de Valdivia i Osorno para emprender su sujecion, porque meditaba entonces la corte la restauracion del puerto i ciudad de Valdivia.

El celoso prelado le aplaudió mucho esta estension de sus ideas, i aprovechando la oportunidad visita aquella parte de su rebaño, i fué el primero de los obispos de la Concepcion que con su predicacion han ilustrado aquel distante i numeroso pueblo. Antes de ser obispo se ocupó útilmente en las misiones del Perú i en ellas manifestó la eficacia de su celo. Pero la indiferencia con que los indios de Chile oyen las verdades de nuestra relijion, apagó los ardores del inflamado espíritu de este celoso predicador. Despues de haber trabajado un año entero por aquellas islas, quedaron sus naturales tan salvajes como les halló, i su rama regresó defraudado de las esperanzas con que se resolvió a tan arriesgado viaje. Puede ser que hoy con el trato frecuente de los españoles, estén mas dócil i haga en ellos impresión la fuerza de la verdad.

Ni por este medio, ni por los demás y a de suavidad del gobernador, pudo adelantar algo sobre las ideas de sus antecesores. Son los indios de Chile mui guerreros i demasiado sufridos i constantes en las penalidades. Aman íntimamente la independencia i el libertinaje. Des Pues de cinco años de continua guerra i muchos trabajos, informado el rei de sus buenos servicios le hizo comandante general de Canarias.

Dejó en Chile buena memoria perpetuada en el reconocimiento de los colonos chilenos. No tienen capitolios en que levantar una elevada estatua de durísimo bronce que eternice la fama del incomparable don Luis Fernandez de Córdova, pero se la tienen erijida en el agradable templo de la gratitud; i no serán capaces los siglos de borrar en sus corazones los dulces recuerdos de su memoria; penetrado este caballero de máximas cristianas, se dedicó a desagraviar el mérito de los españoles hijos de aquel pais. Distribuyó en ellos con la debida proporcion a sus servicios, los empleos de guerra i otros lucrativos que pendían de sus facultades. Informó al soberano del mérito i sobresaliente conducta de algunos colonos, i a favor de otros dirijió los mismos buenos oficios al virei del Perú, donde fueron largamente premiados. Este fué hasta hoi el único gobernador que tuvo presente su acreencia tan recomendada, de la real piedad de nuestros reyes i señores, principalmente del gran Cárlos IV i de su augusto padre (resquiescant in pace) Carlos III el Pio, dignos de eterna memoria por su piedad i. por su clemencia. Pero a e excepción de don Luis Fernandez de Córdova, gobernador verdaderamante justo, todos los demas, a pesar de las poderosas recomendaciones de la real benignidad, les contemplaron siempre de peor condicion que a los estranjeros, i no pocas veces con pública infraccion de la justicia, paliando sus injustos procedimientos con falsos informes que producen él efecto que quieren i apetecen, porque no se hacen saber al interesado para su justificacion. I si alguna vez se acordaron de algun colono, fué públicamente movidos de su interes particular. De intento hice esta digresion por si acaso estos borrones son tan felices que lleguen a merecer sean presentados a los piés del trono, en cuya real piedad i justificacion tiene librada su esperanza, el desagravio