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Crónicas
Descripcion Histórico Geografía del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biógrafa del autor por don Miguel L. Amunátegui.
 
Primera parte. Que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: el establecimiento de su Gobierno secular i eclesiástico: un compendio de la historia de sus Gobernadores: i una breve noticia de sus Obispos.
 
Tomo II

Capítulo XIII. Toma posesion del Obispado de Santiago de Chile el Ilustrísimo señor Don Francisco Gaspar de Villarroel; i del de La Concepcion el Ilustrísimo señor Doctor Don Diego Zambrano de Villalobos.

El ilustrísimo señor don frai Francisco Gaspar de Villarroel, natural de Quito, relijioso de la órden de Ermitaños de San Agustin, hijo de la provincia de Lima, sétimo prelado de la iglesia de Santiago de Chile, fué presentado para ella en 1637 por la majestad del señor don Felipe IV, i tomó posesion en el siguiente de 38. Ascendido a la mitra, fué tan relijioso en su casa como en el claustro. Su familia era moderada i lo mismo su vestido, que fué siempre el mismo habito que uso en la religión. Fué mui honesto. Por no tener visitas de mujeres en su casa, no quiso que viviese en ella una hermana que le buscó desde su patria i por lo mismo jamás admitió mujer alguna (sin distincion de clases) de las que le buscaban por razón de su oficio, sin que estuviese presente su compañero el padre presentado frai Luis de Lagos. Fué mui dado a la oración mental i empleaba algunas horas en el trato interior con la majestad adorable delante del altar mayor de la Catedral. A la frecuente oracion eran consiguientes la penitencia i mortificacion que, unidas a un fervoroso celo en el cumplimiento de su oficio pastoral, le constituian un prelado venerable i mui relijioso. Su caridad con los pobres era excesiva. Les repartía las tres partes de la renta, dejando una para su persona i familia, i muchas veces estuvo empeñado el pectoral para socorrer la indijencia. Tuvo tal desapropio, que decía no se le diese sepultura sagrada si moría con dinero. Sus limosnas se estendian también a los monasterios i templos. El de relijiosas de Santa Teresa se incendió en dos ocasiones, i les repuso todo el daño que recibieron. El terremoto del año 1647, que arruinó la ciudad de Santiago, derribó también su casa i la Catedral i primero atendió a ésta que a aquélla. Con sus rentas i limosnas que adquirió su eficaz solicitud levantó un hermoso templo i le adornó con buenas alhajas. Estableció la cofradía de los esclavos del Santísimo Sacramento; i concurría con ellos a la fiesta mensual de este augusto misterio.

En 1651 fué trasladado a la iglesia de Arequipa. Su Catedral era de imperfecta arquitectura, i levantó a sus espensas un famoso templo. De allí ascendió al Arzobispado de La Plata i fundó un monasterio de relijiosas de Santa Teresa, cuya fabrica le costó cien mil pesos i le dotó en otros cien mil pesos para la subsistencia de las relijiosas.

Fue un prelado verdaderamente grande por su virtud i por su literatura i era insigne predicador. Escribid comentarios sobre algunos libros de la Sagrada Escritura i el gobierno pacífico en dos tomos en folio, dirijido a conciliar las dos jurisdicciones, ecleciástica i secular, para evitar las ruidosas i no pocas veces escandalosas competencias que en América se suscitan con frecuencia entre los dos tribunales. Acreditó la utilidad de su obra en las tres iglesias que gobernó con prudencia i ejemplos raros de moderacion pacífica. I últimamente para hacer completo elojio de este venerable prelado, baste decir que en la última iglesia tuvo sesenta mil pesos de renta anual i murió sin mas dinero que seis reales. No dejó para los gastos de su funeral, i fué menester que los costease su capellan don Juan Francisco de Henriquez. Yo pudiera decir mucho de las excelentes virtudes de este ilustrísimo prelado; pero yo prometí que correría dijera la pluma en la historia de los obispos de Chile.

Por fallecimiento del Iltmo. señor don frai Luis Jerónimo de Oré, fue presentado para la iglesia de la ciudad de la Concepcion don frai Bernardino de Guzman, relijioso franciscano, de virtud i de literatura. Murió luego que se le hizo la merced i despues de algunos años de sede vacante, la majestad del señor don Felipe IV presentó para esta iglesia al señor doctor don Diego Zambrano de Villalobos, cura de la parroquia de la Villa Imperial de Potosí, natural de la ciudad de Mérida en Castilla la Nueva; hijo de padres nobles i lo fueron don Fernando i doña Leonor Cordero. Estudió el derecho canónico i se graduó de doctor en la Universidad de Salamanca. Fue cura de Torremocha en Estrémadura. Pasó al Perú; i el obispo de la ciudad de la Paz le hizo su visitador jeneral. Fué comisario de Cruzada i de la Inquisicion i finalmente cura de la parroquia de Potosí, de donde fué ascendido a la mitra. Tomó posesion de su iglesia en 1637 i nombró de su vicario jeneral al doctor don Juan Yañez sin tener órden sacro, en atencion a su vasta literatura. Cedió sus casas para convento de religiosos mercenarios. Era acérrimo defensor de la autoridad de la Iglesia i ascendió a la de Santiago en el mismo reino, falleció en la de Concepción, en cuya Catedral descansan sus cenizas.