Informado el rei de España de la impasibilidad que tienen los obispos de la ciudad de la Concepcion para visitar su diócesis de Chiloé i Valdivia, solicito del Papa se sirviese ocurrir al remedio de esta necesidad espiritual de sus vasallos. Accedio la Santidad de Benedicto XIV a este piadoso pensamiento i habiendo presentado para esta mitra la majestad católica al ilustrísimo Señor doctor dan Pedro Felipe de Azúa i Turrugóyen, natural de la ciudad de Santiago de Chile i doctoral de su iglesia Catedral, el Papa espidio su bula nombrándolo obispo de Isauría con potestad de usar de las facultades episcopales en Chiloé i Valdivia, quedando a cuenta del monarca asistirle con la renta necesaria para su subsistencia i su majestad, para no gravar su erario, mando se reprimiese una prebenda en dicha iglesia de Santiago de Chile para que su renta i sus cuartas decimales de aquellos distritos sirviesen de suficiente congrua al nuevo prelado de la iglesia que se iba a establecer i a los que le fuesen sucediendo. En virtud de las bulas pontificias fué consagrado obispo, i a consecuencia de las reales disposiciones se traslado a aquellas provincias i establecio su Catedral en la ciudad de Santiago de Castro, i fué el primero i último obispo (1741) que han tenido, sin embargo de la conócida necesidad que tienen aquellos fieles de este béneficio espiritual.

Por traslacion del ilustrísimo señor doctor don Salvador Bermudez Becerra a la iglesia de la ciudad de la Paz, fué promovido a la de la Concepcion de Chile, i tomó posesion de su obispado en 1743. Celebró sínodo diocesano, i es la que hasta hoi gobierna en aquel obispado. Dejo mui adelantada la Catedral que comenzó su antecesor. Fué ascendido al arzobispado de Santa Fe de Bogotá, en el nuevo reino de Granada, i después de haber gobernado algunos años su iglesia metropolitana con mucho acierto, deseoso de retirarse a su patria renuncio la mitra, i caminando para ella, falleció.