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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Capítulo V. El Curso de la Revolución. 1810
Documento 9. Protesta del vecindario de Santiago a la Real Audiencia, escrita por Manuel Antonio Talavera

Muy ilustre señor Presidente y Real Audiencia[1]:

El honrado y noble vecindario que abajo suscribe, deseoso de dar a Vuestra Alteza, a la capital, al reino, y a toda la amplia Monarquía española, las pruebas más distintivas de su lealtad, no contento con el juramento que tiene hecho a su Soberano en el señor don Fernando Séptimo, ni al reconocimiento que se acaba de hacer el Supremo Consejo de Regencia, imagen y depósito de la Real Soberanía, por esta Municipalidad y demás cuerpos respetables, ha resuelto hacer en manos de Vuestra Alteza la protesta más generosa, el juramento más solemne sobre nuestra palabra de honor, y por la invocación del sagrado nombre de Dios vivo, que traemos por testigo, de no reconocer a otro soberano, que al señor don Fernando Séptimo, y al Supremo Consejo de Regencia que, en su nombre, gobierna estos dominios; y a los que le sucedan por legítima línea y derecho de sucesión; de obedecer sus leyes y sanciones como mandatos de su señor natural; de acatar y respetar a este Tribunal y superior  Gobierno, y demás autoridades constituidas por el soberano y regencia, prestándoles todo el honor y debido obedecimiento; de no admitir otro sistema de Gobierno que el que reconocen nuestras leyes, bajo cuya observancia han vivido este vecindario y sus progenitores; de promover todos los arbitrios que conciernan a este interesante objeto, como a impedir los que se dirijan a introducir otra innovación o alteración peligrosa y novedades en el Gobierno, según se han experimentado escandalosamente en otras posesiones de la América; a cuyo fin todos y cada uno de por sí ofrecen derramar su sangre, y concurrir con todas sus facultades, poniéndolas a disposición de este Superior Gobierno y Tribunal de la Real Audiencia, con sus personas y demás arbitrios para el mejor servicio de su Majestad, paz y tranquilidad de sus dominios.

Por lo expuesto, vendrá Vuestra Alteza en conocimiento que el vecindario que suscribe esta protesta no ha tenido otro dictamen que le pueda apartar de estas sagradas obligaciones; y que, si el pueblo ha estado dividido en sistema y en diversidad de opiniones, según se' sabe lo ha representado el síndico Procurador de Ciudad en el expediente formado para el obedecimiento del Supremo Consejo de Regencia, no es bien que la vaga, generalidad de estas voces venga a manchar la inalterable fidelidad de los buenos vasallos que no han tenido otro sentimiento que el de los buenos españoles.

Este discernimiento tan justo y necesario para separar el vecindario que suscribe aun de esa vaga e indeterminada sombra de infidencia, que puede oscurecer y confundir nuestra reputación y buen nombre, es también el móvil de renovar en particular nuestro juramento, teniéndolo hecho en común con el pueblo; y pedimos que para esta indemnización, se agregue testimonio de esta nuestra representación al expediente citado, y que con todo ello, se dé cuenta a su Majestad. Santiago de Chile, 7 de septiembre de 1810.

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Notas

[1]

Este documento es agregado por Feliú Cruz, en la edición de 1964, copiándolo de Talavera, Revoluciones de Chile. (N. del E). Volver.

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