Muy Ilustre Señor Presidente:
Cuando este Tribunal ha pasado a V. S. los esforzados oficios oponiéndose al Congreso que de orden de V. S. debe hacerse el diez y ocho del presente en las salas del Real Tribunal del Consulado, ha tenido presente el contenido de la esquela del convite que se pasó al impresor, y como en él se expresaba que era para tratar de los medios de seguridad pública, y discutirse allí, qué sistema de Gobierno debía adoptarse para conservar siempre estos dominios al señor don Fernando Séptimo, ha temido el resultado de esta cuestión, mucho más cuando las proposiciones que se le pusieran a este Real Acuerdo por el ilustre Ayuntamiento el día once del presente a presencia de V. S. y en su posada, fueron, si convenía junta o no, y si debía recibirse al señor Presidente, provisto el señor don Francisco Javier Elío, y su Asesor General doctor don Antonio Garfias; posteriormente ha tenido noticia este Tribunal que se ha reformado dicha esquela de convite, a pesar de estar tirados e impresos los, ejemplares, y que se ha sustituido otra, y como para su instrucción y Gobierno necesita saber su contenido, y los puntos que V. S., sujeta a la discusión de dicha junta o Congreso, tendrá V. S. la bondad de instruir al Tribunal sobre estos particulares para exponer a V. S., como fieles ministros del Rey y los mejores compañeros de V. S. para el acierto de su Gobierno, lo que crean más conforme a las leyes fundamentales de estos dominios, y a su seguridad y quietud, pues no trata de otra cosa este Tribunal que de sostener la unión a la Metrópoli, y que con la angustiada patria componga mientras subsista un mismo cuerpo de Monarquía. Dios guarde a V. S. muchos años. Santiago, quince de septiembre de mil ochocientos diez.
Juan Rodríguez Ballesteros.‑ José de Santiago Concha.‑ José Santiago de Aldunate.‑
Manuel de Irigoyen.- Félix Francisco Baso y Berri.
Muy ilustre señor Presidente, Gobernador y Capitán General interino del reino, Conde de la Conquista.
Es copia del oficio dirigido en el día de su fecha al M. I. S. P., de que doy fe. Agustín Díaz.
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