31 de enero de 1811[1] .
Bien me persuado, señor excelentísimo, que ninguna precaución es demás en este importante puerto, tal vez el más delicado del reino en el día, después de la capital; pero descanse V. E. en mi celo y vigilancia, no sólo para la seguridad de este destino, sino para investigar las operaciones del Virrey, de que a la llegada de cada buque, daré una puntual noticia a V. E. de cuanto indague que merezca crédito, y sea digno de la atención de V. E.
Dios guarde a v. s. muchos años. Valparaíso, 31 de enero de 1811.
Excelentísimo señor
Juan Mackenna.
Señores de la Excelentísima Junta de Santiago de Chile.
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Notas
[1]
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Martínez anuncia este texto, pero no lo incluye. Feliú Cruz lo agrega en la edición de 1964 copiándolo de la obra de Talavera, Revoluciones de Chile. Volver
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