Señor [1]:

Don Mateo Arnaldo Hoevel, ciudadano de los Estados Unidos de América ante V. A. con mi mayor respeto expongo que desde el instante mismo que ví instalarse en este reino el Gobierno que lo rige, comencé, a presentir unas ideas lisonjeras, capaces de satisfacer el corazón de un hombre que ama la rectitud, la benignidad, el patriotismo, y por haber tenido la dicha por largo tiempo de respirar el aire puro de una bien ordenada y virtuosa libertad, nunca pudo acomodarse a sufrir los horrores del despotismo.

En este concepto y en el de quizás ser útil en las ocurrencias que se ofrezcan a la Patria, con algunos conocimientos que me han hecho adquirir mis viajes entre las naciones más cultas extranjeras, de las costumbres, industria, idiomas de ellas me he resuelto hoy a solicitar de V. A. la gracia de ser asociado a los ciudadanos de este reino y naturalizarme en él.

Pongo por mayor mérito mío mi amor y voluntad a estos naturales y a este reino donde ya he adquirido en cierto modo el título de vecino respecto de poseer fundos rústicos y urbanos en él; esto supuesto y ofreciéndome grato a los servicios de la patria espero de la poderosa munificencia de V. A. me honre con una carta de naturalización que me coloque en el gremio de los felices chilenos y que disponga de mi lealtad como del más adicto de sus conciudadanos.

Es gracia que espero de la justificación de V. A.

Mateo Arnaldo Hoevel.

Notas:

1. La respuesta del Congreso no es incluida. (N. del E). Volver.

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