Señor:

Aunque las circunstancias no me permitan dar a V. A. una idea exacta del cúmulo de asuntos que agitan a este Gobierno por haber llegado el 29 a esta capital y no poder hacer el justo criterio de las muchas noticias que vagan en ella; pero siendo la mayor parte de ésta[s] plausibles, tendré el honor de transmitirlas a V. A., especialmente las que han llegado a mi noticia por un órgano seguro.

El suplemento a la Gaceta del 29 de noviembre de esta capital instruirá a V. A. del estado del Perú; se sabe positivamente que los indios han tomado una parte activa en la libertad de la patria y que el patriotismo, como un fuego eléctrico se ha propagado en el corazón de los habitantes del Alto Perú.

La mayor parte de los correos remitidos por el General Goyeneche a Lima ha sido interceptado por los indios y las guarniciones del ejército de Lima en La Paz, Oruro y otros pueblos, fueron pasadas a cuchillo por éstos, en la que se dice fueron víctimas [de] don Pío Tristán, Gobernador de La Paz y un hermano del General Goyeneche. Este General parece que ha fugado a Mato Grosso con 100 hombres para pasar al Brasil.

Su ejército ha quedado disperso y aislado en Potosí y Cochabamba y obstruida enteramente la comunicación con el Virreinato de Lima.

Los portugueses en la Banda Oriental^[1] ya han corrido el velo a su hipocresía: a pesar de la transacción de Montevideo con Buenos Aires se mantienen éstos en Maldonado hostilizando en cuanto pueden algunas tropas que al mando del General Artigas se hallan en la otra banda y se dice que poco ha les ha llegado un refuerzo de 1.500 hombres.

El General Lousa [Sousa] se halla actualmente en Montevideo. Las Cortes de la Isla de León llaman a don Francisco Javier de Elío, para que tome el mando de un ejército y nombran para que le subrogue en el Virreinato a don Gaspar de Vigodet.

Este último Virrey parece que no deja salir a su antecesor hasta que los portugueses evacuen lo que han ocupado.

Las tropas, que sitiaban a Montevideo han hecho una entrada pública en esta ciudad y para su recibimiento se han formado las de la guarnición tomando entre éstas el lugar preferente las auxiliares de Concepción. El número de todas ellas pasa de 5.000 hombres que han reconocido y jurado nuevamente el nuevo Gobierno y sus estados provisionales.

Este juramento se ha hecho con toda la magnificencia que permite esta ciudad.

Las tropas estaban tendidas en la plaza y calles; generales, el ilustre señor Obispo, Cabildo y demás corporaciones acompañaban a la Excelentísima Junta y después de haber prestado los jefes militares el juramento de fidelidad, le otorgó el Cabildo Secular por el pueblo.

Las salvas de artillería, Infantería y aclamaciones del público dieron a este acto todo el carácter de grandeza y magnanimidad que envuelve en sí la general aprobación del pueblo.

Fui convidado por el Secretario del Gobierno y se me dio asiento en el Cabildo entre los dos alcaldes.

Llegó la Flor de Mayo a Montevideo cuando esta ciudad se hallaba en sus mayores apuros; parece que su rendición hubiera sido inevitable si no le hubiese entrado un auxilio tan poderoso.

El Capitán de esta Fragata no se habría atrevido a cometer un atentado de tal naturaleza contra el Gobierno sino hubiese encontrado una decidida protección en el Comandante del navío de guerra inglés el Standart; uno de los marineros de la tripulación de la Flor de Mayo, nombrado Jacinto Manzano, oriundo de la Concepción, ha referido a los oficiales de nuestras tropas el siguiente suceso: que luego que el Capitán cortó los cables y fugó de Valparaíso, se amotinó toda la tripulación negándose a venir a Montevideo y obligando al Capitán a que volviese al puerto o se dirigiese a Lima; estaban en estas contestaciones, cuando se acerca el navío Standart, cuyo Comandante fue instruido por el Capitán del embarazo que tenía para continuar su expedición a Montevideo.

El comandante inglés hizo transbordar entonces tropa para sujetar la tripulación y compelerla a seguir la derrota de Montevideo.

Tres oficiales, personas de honor y verdad, me han referido contestes este suceso oído de la misma boca del marinero; yo no lo he examinado por haber partido para Montevideo: antes de mi llegada de la Península no tengo noticia que comunicar a V. A.

El Embajador de los Estados Unidos cerca del Príncipe Regente de Portugal está muy quejoso del recibimiento que se le ha hecho en aquella Corte y juzgo que tal vez se declare la guerra entre ambas naciones por la protección y coalición que han promovido los angloamericanos a todos los reinos de América que tratan de recuperar sus derechos y su libertad.

El Cónsul de los Estados Unidos Mr. Joel Roberto Poinsset está en camino para ese reino y lleva credenciales de su Gobierno.

Es un sujeto de bellísimas cualidades, muy amante a nuestro sistema y por cuya mediación se puede alcanzar cuanto necesitamos.

Salió de esta ciudad el 27 de noviembre.

Creo que tendré la satisfacción de avisar a V. A. en el primer correo que ya he conseguido imprenta.

Se halla en ésta un comerciante que le ha llegado al Brasil una nueva y bastante rica de Londres con el objeto de venderla, y aunque hay interesados para llevarla a Cochabamba juzgo que no la perderé.

Yo no he hablado todavía con el dueño de ella, por no haberle encontrado en su casa, pero sé positivamente que la tiene, y que luego que pase el día de hoy, que es muy ocupado por la entrada de las tropas, podré formalizar el trato.

El día 2 del presente mes presentaré mis credenciales a la Excelentísima Junta.

Dios guarde, etc. Buenos Aires, diciembre 19 de 1811.-Señor.

Francisco Antonio Pinto.

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Notas

[1]	Actual Uruguay (N. del E). Volver

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