SESIÓN DE 7 DE JULIO DE 1797
Celebración de la festividad del Apóstol Santiago.- Venta de terrenos.- Actuación del Escribano en la procesión de San Isidro.- Administración de Propios de la ciudad.

En la Muy Noble y Leal Ciudad de Santiago de Chile a siete de julio de mil setecientos noventa y siete años. Los señores de este Ilustre Cabildo, Justicia, Concejo y Regimiento estando juntos y congregados en su sala de Ayuntamiento como lo han de uso y costumbre, en Cabildo Ordinario, a saber los que abajo firmaron, acordaron las cosas siguientes:

Primeramente, que en atención a haber representado el señor Procurador hallarse ya inmediata la celebración y fiesta del Señor Santiago, y que conforme a la costumbre era preciso convidar al vecindario para que acompañase a caballo al Real Estandarte; se formase una lista de cincuenta personas de la primera distinción y nobleza, y que se pasase al Excelentísimo Señor Presidente, o por medio de una diputación o del oficio correspondiente [y] que Su Excelencia se dignase autorizar el convite con su nombre, haciéndolo por la persona que tuviese a bien elegir para ello.

Habiéndose visto un expediente formado por don Benito Coror, para que se le vendan unas varas de terreno al frente de unos molinos que están en la Cañada, junto al monasterio de religiosas Carmelitas de la Antigua Fundación, los cuales son suyos; en cuyo expediente se comunicó traslado al señor Procurador General de la petición del citado Coror, quien para contestarlo lo hizo presente en este Cabildo, a fin de que acordase cómo debía hacerlo; resolvieron que en atención a que para acordar lo pedido por dicho señor Procurador, le comisionaron junto con el señor Alcalde de Primer Voto para que pasasen con el Alarife a reconocer el mencionado terreno e informasen, según lo que observasen, si convendría o no venderlo, ya que de su informe resulta que no sólo no hay inconveniente, sino que aun se hermoseará esa parte de la Cañada, igualándose la línea de los edificios como protesta el comprador. Se conteste conviniendo en la venta solicitada, siendo a justa tasación y con la precisa condición de componer esas acequias que corren al frente de dichos molinos a su costa y de un modo permanente, recogiendo como está ahora en un canal todos los desagües y vertientes que vienen de la parte de arriba por medio de la calle, y en otro la agua que sale de los molinos porque ésta es limpia y corre por la Cañada hacia abajo, y la otra inmunda y corre hacia la calle de San Isidro, formando igualmente unos puentes firmes y de doce varas de extensión lo menos sobre las acequias que salen de los molinos para el medio de la Cañada, y terraplenando todo el frente de su pertenencia para que por allí puedan pasar gentes a pie, a caballo y en carruajes, todo ello a satisfacción del mismo señor Procurador General, a quien se le entregará para el efecto [con] contestación pendiente testimonio de este capítulo.

Como el señor Procurador General reparase que en el día que se llevó al señor San Isidro a su Iglesia me senté yo, en calidad de Escribano, en las bancas de los señores Regidores, y salí incorporado y con el traje del Cabildo, persuadido de que no debo hacerlo, lo representó en expediente por los mismos señores capitulares, para que se deslindase este punto, pidiendo que mientras esto se verifica, no lo volviese a hacer; a lo cual dijeron dichos señores que en el Cabildo siguiente llevara yo ciertos expedientes relativos a este asunto que anuncia[ban] tenía en mi poder, y que envista de ellos se daría la providencia correspondiente, a efecto de remediar el abuso representado.

Visto también en este propio día el expediente promovido por don Rafael Díaz de Alderete y don Francisco Sánchez, sobre que por el tiempo de diez años de les dé la administración de todos los ramos que componen el de Propios de esta ciudad, obligándose a satisfacer sus cargas anuales, y con el sobrante, que podrá ser de poco más de mil pesos, a enlozar cuatrocientas y cincuenta varas en cada año, y construir diez y seis puentes en las acequias de las calles del mismo modo que se están trabajando ahora, esto es, formando el canal de cal y ladrillo con su tapa de loza gruesa, como más largamente [consta] de dicho expediente, en que se comunicó traslado de la pretensión al señor Procurador General, quien para contestarlo pidió se acordase el modo con que debía hacerlo; dijeron que no obstante lo expuesto por el Síndico de Ciudad en su informe, las propuestas de los referidos Díaz y Sánchez traen alguna comodidad al público, pero que debiendo ésta procurarse de cuantos modos sea posible, será lo más conveniente hacer que se pregonen por algunos días a ver si hay quien las mejore; y que así se conteste y se pida por el citado señor Procurador, entregándosele testimonio de este capítulo por separado.

Todo lo cual así lo acordaron y firmaron dichos señores de que doy fe. Doctor Rosas.- Justo Salinas.- Juan Bautista de las Cuevas.- Doctor José Joaquín Rodríguez Zorrilla.- Francisco Díez de Arteaga.- Ignacio Valdés.- Manuel de Salas.- Ante mí, don Andrés Manuel de Villarreal, Escribano Público, de Cabildo y Real.