ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Segunda parte de la "Descripcion historico-jeográfica del Reino de Chile"
Capítulo I. Situacion, estension, clima i peculiares producciones naturales del Reino de Chile.

La parte mas hermosa de las Indias Occidentales es el Reino de Chile por las preciosas calidades con que le dotó la naturaleza. Tiene su situacion entre los 303 i 308 rudos de lonjitud inclusa la cordillera o montes de los Andes, i entre los 24 i 55 de latitud austral. Su lonjitud es de 620 leguas jeográficas, i su latitud desde 40 Basta 75, inclusos los Andes, pues se aumenta i disminuye a proporcion que el mar Pacífico se desvia, o acerca a ellos. I como la distancia proporcional entre 40 i 75 deberá ser la de 57 **figura** leguas resulta, un cuadrilonbo con esta latitud, i la de 620 de lonjitud, que dan una superficie de 35,650 leguas cuadradas, inclusos los Andes pero si escluimos estos, i solo medirnos la faja de tierra que queda entre ellos i el mar, Hallaremos 21,700, que rebajando la tercera. Parte para crianza de ganados, quedan 14,401 susceptibles de once millones quinientos veinte mil ochocientos habitantes. Confina por el oriente con las Provincias del Tucuman, Cuyo i Pampas de Buenos Aires, hasta la Patagonia, i estas no son tampoco conocidas como las naciones de que son Habitadas. Por el poniente tiene el mar Pacífico, cuya costa segun los Exelentísimos señores don Antonio de Ulloa i don Jorje Juan en su viaje al mar del Sur, corre de norte a sur sin hacer la direccion al sud-oeste, cuarta al sur, que quieren algunos. Por el norte o septentrion linda con el Perú, i le divide un despoblado de ochenta leguas, que lleva el nombre de Atacama; i por el sur o medio día confina con el mar del Norte, o mas propiamente, cosí los mares que caen bajo el Polo sobre la punta de San Dlartin.

Este país que jamas fue dominado de Testa Coronada, es comunmente llamado Reino de Chile, cuya etirnolojía está sujeta a ridículas opiniones. Las principales son dos: Una quiere, que la denominacion Chile, venga de la voz Chire, que en el idioma quíchua de Perú, significa, frio, por el que esperimentaron las tropas peruanas cuando entraron a su conquista. 1 la otra pretende que su derivacion le viene de la voz Chili, articulada de una ave de pluma negra con los encuentros de las alas amarillos, del tamaño de un tordo, a cuyo jénero pertenece, i le llaman Tilí.

El rio Aconcagua que fertiliza los valles de sus riberas hasta su embocadura en el mar, de tiempo inmemorial se llama Chili, i dio su denominacion a las llanuras de Quillota, de donde se llevaban a la ciudad del Cuzco gruesas cantidades de oro, que jeneralmente se decia iban de Chile, i a mi ver de este principio vino que los españoles diesen este nombre a todo el país mudando la i en él. Ello es que los Araucanos al país de Quillota i de Aconcagua le llaman Chili-mapu, tierra de Chile, i al que comprende sus provincias no le dan esta denominacion; i al mismo tiempo nos dicen que su idioma es el Chili-dugu, lengua de Chile. Bien puede quedar en duda el oríjen de este nombre, pero dé ningun modo el que así se denominase el país, cuya denominacion tuvo en el Cuzco 150 años antes del descubrimiento de la América, i tan afianzada, que aun habiéndole dado auténticamente su primer Gobernador la de Nueva Estremadura, en el Peru, en España, i en toda Europa, siempre i hasta hoi se le denominó Chile.

El cielo de este paises Hermoso i benévolo, i su aire apacible, ménos desde los 35 hasta 38 grados de latitud, que en primavera i verano el viento jeneral es sud-oeste, i en ocasiones i parajes, tan impetuoso que incomoda demasiado. Las estaciones del año, que alli vienen en tiempos opuestos a las de Europa, son sensibles i mui regulares. En 21 de setiembre empieza la primavera, que dura tres meses, i asi se encuentran, el verano desde 21 diciembre desde 21 de marzo el otoño, i el invierno desde 21 de junio.

Desde los 24 hasta los 35 grados de latitud se observa en aquel cielo una serenidad pocas veces interrumpida, i en estas alturas empiezan las lluvias que duran no mas que horas, en el mes de mayo, i no pasan de agosto. Pero aunque desde los 35 grados hácia arriba, goza de la serenidad, es esta ménos frecuente, porque lo son las lluvias a cansa de ser el terreno montuoso, i en primavera, verano i otoño duran cuatro, cinco i seis dias, i en invierno ocho, diez i doce, i en algunas ocasiones desde el 15 hasta el 20. Estas vienen en la última citada altura con vientos impetuosos que soplan desde el este hasta el oeste pasando por el setentrion siendo los mas impetuosos desde el nordeste basta el noroeste. Algunas veces viene la lluvia acompañada de truenos i relámpagos, pero es mui rata la ocasion de desender algun rayo, i en agosto que reina el viento del oeste, que allí llaman travesía, caen algunas granizadas, pero es la piedra tan menada, que no daña a los árboles que entonces todos están floridos. I sin embargo de que los Andes se miran siempre cubiertos de nieves, i que en invierno i primavera nieva con frecuencia en ellos, pocas veces cae alguna en el país interior, o mediterráneo, i nunca en las costas.

Su temperamento es mui sano, i goza diferente; segun sus alturas. Los Partidos o Provincia de Copiapó, Huasco i Coquimbo son calientes, carecen de lluvias, i no tienen otro riego que el de unos riachuelos que bajan de los Andes. Pero en los demás Partidos llueve mas o ménos abundantemente a proporcion que se acercan mas al sur, i con respecto a la continuacion de lluvias se goza de temperamentos finas sanos; porque el frio i el calor en sus respectivos tiempos no son tan escesivos que molesten en el territorio comprendido entre los 24 i 45 grados, que pasando de él i acercándose a las tierras Magallánicas, son intensos los fríos aun en las costas, que es lo descubierto por esa parte de Chile. Sin embargo de la salubridad de este país se padecen algunas de las muchas enfermedades que asaltan al hombre, i aunque todavía está escento de no pocas, no le falta su contrapeso en el chavalongo i viruelas. Aquella es característica de Chile, i es una fiebre mui ardiente i de mucha violencia, que causa delirio i aunque es mortal la curan con facilidad sin ausilio de médicos, ni boticarios, usando de ciertas yerbas que la esperiencia les hizo conocer su virtud para cortarla. Pero la viruela, que les fue de Europa, es maligna i cuando prende a pesar de las precauciones que se ponen para impedir su progreso, se lleva la tercera parte de los habitantes de la Provincia o Provincias que se contajian; mas en el día se valen del beneficio de la inoculacion i con buen suceso. El país es sano, es verdad, pero tambien lo es, que los médicos buenos i malos, se hacen ricos en poco tiempo.

El norte i sus colaterales causan allí las lluvias, de modo que si el mal tiempo viene empezando el viento por el este, que allí le llaman Puelche, a causa de venir de la parte donde tiene su situacion una provincia de indios pampas ¿te aquel nombre, es duradera, pero comenzando por el N. .0., u otro de aquel cuadrante, tiene poca permanencia; Porque cambiándose al 0., a pocas horas llega al S., que disipa las nubes irestituye la serenidad.

A mas de las abundantes lluvias del invierno, i copiosas rociadas continuadas en todas las noches de las demás estaciones, riegan este país 201 ríos conocidos hasta los 45 grados, muchos arroyos i no pocas vertientes, que bajan de los Andes, de los montes inmediatos a la marina i de los bosques del país mediterráneo, i juntándose unos con otros entran 46 al mar del Sur mui caudalosos i mui rápidos en sus corrientes, porque los Andes donde tienen su oríjen lo ménos que se elevan sobre la superficie del mar son seis mil varas castellanas, i la corta distancia que hai desde éste a aquellos la corren por otra mui pendiente. Los principales por su caudal de aguas i por navegables en alguna distancia de su carrera, son Maule, Itata, Andalien, Bio-Bio, Cauten, Tolten, Calle-Calle i Rio-Bueno, i de todos daremos noticia cuando demos la descripcion de las provincias por donde pasan.

Esta multitud de rios, arroyos i vertientes; las sales i demas partículas fecundantes que bajan de los Andes, los lagos, el aire i el calor interno está impregnado en el fuego subterráneo, que le vemos mas de 16 volcanes que componen la causa total de la prodijiosa virtud productiva de Chile, que lleva todas las simientes conocidas en Europa i América, con poco cultivo i sin ningun abono. No me detengo a hablardesu estructura, diversidad de tierras, betunes i sales; porque ya trató sabiamente de estos interesantes ramos el célebre abate don Juan Ignacio Molina, natural de la villa de Talca, capital del partido de Maule en aquel reino, en el compendio de su Historia Natural i si acaso ocurriese algo que añadir, lo verificaré en la descripcion particular de sus provincias.

En todas las estaciones del año se miran los campos cubiertos del hermoso verde de la yerba, porque estos producciones se suceden unas a otras. Son tantas en número las diferentes especies de yerbas propias de aquel país, que en su descripcion se fórmaría un abultado volumen; baste decir que espontáneamente producen con lozanía aquellos campos todas las que se cultivan en Europa, como son nabos, artemisa, alfilerillo, o peine de Vénus, meloza., trebol, que los indios llaman gualputhe, de que hai diferentes especies, yerbabuena, hortiga, llantera, mostaza, altramuses, i otras muchas. Allí no se viaja en carruajes, porque no lo permiten las veredas, ni los rios, que todos son rápidos, i no tienen puentes pero tampoco van asientos a pié, i tanto los caminantes, como los arrieros i labradores están escentos de comprar, ni almacenar heno, paja i cebada, que en todo tiempo sueltan de noche las caballerías i bueyes de que se sirven. Del mismo modo se criara i alimentan los demas animales domésticos, que en un tiempo pastan en el país mediterráneo, otra temporada en el marítimo, i el verano en los Andes. Entre esta variedad de yerbas, Hai mas de 200 medicinales, de las que le valen los indios, que no tienen la felicidad de conocer las drogas de las Boticas, para curar sus enfermedades, i cuando hablemos de estas yerbas diremos las especiales virtudes de algunas.

En la primavera se viste el campo de una prodijiosa variedad de hermosas flores, de modo que la lozanía de yerba verde se admira, esmaltada de vivísimos colores, azul, amarillo, pajizo, violado, nácar, carmesí, colombino i morado, ya solos en unas flores, i va mezclados con blanco, negro, o muzco en otras, i entre sí, es decir, amarillo i encarnado, etc., en muchas, i forman unas praderas agradables a la vista, i mui gratas al olfato, porque son aromáticas, i exhalan un suave perfume, que se deja sentir mas al salir i ponerse el sol. No se ha hecho aprecio de estas flores por ser allí comunes a todos los campos, i se han llevado de mayor parte de las atenciones de aquellos habitantes españoles (que los indios no se embarazan en jardines) las de Europa, que en su hermozura, lozanía i olor no han dejenerado, porque no echaron ménos el país de su oríjen. No obstante ya. De las silvestres trasladan algunas a los jardines, i con el cultivo adquieren mas hermozuras, i adornan aquellos lugares de recreacion. Pero éntre todas las vejetaciones de aquel hemisferio merece toda distincion la planta llamada clavel del cerro de la provincia dé Cuyo de donde es orijinária, no tanto por su hermozura i primor, cuanto porque sale del órden regular que se observa en las demas. Dada puedo decir de su organizacion por falta de instrumentos para, su reconocimiento, pero su forma externa es mui semejante al cogollo de una planta de clavel; i su singularidad consiste, en que para la vejetacion no necesita insinuarse en la tierra, ni en algún árbol; atado con una cuerda a un pilar, o puesta donde le dé el aire, se nutre, i explica su vida vejetativa con una flor blanca, fragante, de figura oblonga i cónica mui parecida a un cartucho de papel, i por este modo de vejetar le llaman en Chile flor del aire.

Tiene tambien Chile muchas yerbas alimenticias, i porque la hortaliza de Europa les lleva toda su atencion a los chilenos por la novedad que en todo país causa lo de fuera, sola cultivan las mas recomendables, i son: patatas, que los españoles llaman papas, i los indios poñi. Son mas de treinta las especies que Hai, todas mui sanas, i dé mejor comer, que las patatas manchegas, i se hace de ellas pan, que le usan los indios, i se condimentan las viandas lo mismo que con las patatas. Calabazas de flores blancas, que llevan el mismo nombre que las de Europa, de las que no se diferencian i se hacen de ellas los mismos usos. En ellas. Hai una misma especie que llaman mates, que sirven para cestas, arquillas, i para depositar líquidos, i algunas son tan grandes que cojen mas de 20 cuartillos de agua, i sirven para fermentar la sidra que llaman chicha.. Las de flor amarilla, que llaman zapallo, tienen la pulpa amarilla, sólida, i dulce, como la batata de Málaga, las comunes son desde 4 a 10 libras, i tambien hai algunas que llegan a 20, i ya se deja entender que son buenas de comer. Diez o doce especies de aluvias conocidas con el nombre de frejoles, i las mas de ellas son excelente menestra; i lo es tambien, la que llaman qínua. La pimientá de Indias, o pimiento que allí llaman ají, sirve para zasonar las viandas, i los indios que le llaman tapí usan mucho de esta especie. El Madi, cuyos tallos no son buenos de comer produce una cimiente parduzca, que machacada i puesta a coser, da aceite nada inferior en olor i sabor al de aceitunas. Pero la que lleva el primer lugar en aquel país es el maiz, que tiene muchas especies a quien los indios llaman Gua, i en España es conocido por trigo de Indias. Es de increible multiplicacion, rinde de 300 a 400 por uno, i hacen de él muchos usos: cuando está tierno le muelen entre dos piedras lisas, i mezclado con grasa de vaca, o con manteca de puerco i azúcar resulta una pasta, que envuelta en las ojas finas de la panocha las asan o cuecen, i llaman huminta. Si en lugar de azúcar le ponen sal, i añaden sebolla i tomate frito en la manteca, llaman tamal. Bien molido el maiz tierno, i quitado el ollejo se hace una pasta fina con manteca de puerco, azúcar, canela, i yemas de huevo para cubrir con ella excelentes pasteles de aves o pescados. Cuando empieza a madurar tuestan en hornos algunas, o muchas panochas, o les dan una lijera cochura, le sacan, i desgranado le guardan, i hacen de él algunas menestras no desagradables. Cuando está en perfecta madurez le guardan para sembrar, i para el consumo de todo el año. Le muelen crudo i de su harina hacen pan que se puede comer: también hacen de esta harina la segunda pasta que hemos referido, i como tiene bastante consistencia, le ponen en el centro, o un pichon o una magra de puerco; o algun pedacillo de adovado proporcionado al tamaño del tamal, que le envuelven en hojas de las panochas, que guardan para este uso; i para el del tabaco, sirviéndose de ellas en lugar de papel. Lo mas usual entre los indios i jente del campo, es tostarle en un baño de arena, de cuya operacion resulta, que unos granos se inchen tanto que abriéndose aumenten otro tanto su magnitud, i queden como una esponja seca. Separan éstos, i de ellos hacen harina bastante fina, que desleida en un vaso de agua fria componen la bebida que llaman ulpo, i si es con agua caliente, chercan. De los granos que al tostarlos no se abren ni ce hinchan, sale la harina ménos fina, i cociéndola con cierta cantidad de agua, la emvasijan para que fermente, i resulta una especie de sidra que llama chicha, i adquiere tanta fuerza que embriaga. EI célebre fruto echa varias raíces blancas, que lavadas, machacadas i puestas en infusion de agua fria i estregadas, resulta un finísimo almidon que los chilenos llaman chuño, mui blanco, i suavísimo al contacto. Se hacen de él puches o polcapas mui gratas al paladar, .sanas i de mucho alimento, pero de tan fácil dijestion que se ministra a los enfermos. La freza chilena, que los indios llaman Quellghen, i los españoles frutilla, abunda en todos los campos de Chile, i excede a la de España en tamaño i calidad; las Hai blancas, amarillas i encarnadas, i todas mui dulces i de vivísimo olor. Los indios secan muchas, i en el invierno o primavera las ponen en infusion de agua hasta que fermentan, i resulta una sidra fragante i de buen beber. .

Estas son las hortalizas propias de aquel país, que agregadas a las de Europa, sirven para el regalo de sus habitantes. Pero todavía tienen otras para la comodidad i para el adorno, que son de las que se valen para sus tintes sin necesidad de ingredientes, i con la circunstancia de perpetuidad hasta que la estofa de la lana teñida con ellas se inutiliza por raida dula vejez. Para el encarnado se valen de la raiz del Relbun, que es un manojo de fibras delgadas, i se nutre en terreno arenisco. Puesto en infusion de agua aquellas horas que son necesarias para que se ablande la porcion que se necesita, se muele entre dos piedras lisas, i bién lavada la estofa, i preparada en cocimiento de ocre, que en lengua chilena llaman puelcura, la hacen hervir á fuego lento por espacio de una hora con el relbun, i la cantidad de agua correspondiente, i sin mas operacion que esta, sale teñida de bellísimo vacar, mas o ménos encendido, o rojo, segun le quieren, aumentando, o disminuyendo la cantidad de relbun, i para que salga de buen lustre, añaden al cocimiento un poco de vinagrillo rojo que llaman culli.

El azul oscuro resulta del cocimiento de cierta especie de ocre de este color, que le Hai en los montes de la cordillera, i en él hierve a fuego lento lo que se quiere teñir; pero desde que se conoce el añil tinte de Guatemala solo los indios que no trafican al país español, usan de él. Los demas i también los españoles, dan .el azul fino con añil haciendo hervir una cantidad proporcionada a la vasija en que se ha de poner el tinté, dos o tres veces mudándo el agua hasta que sale clara; luego ponen el añil en un bolsillo de tela de lana, i llenando la vasija de orina fermentada echan el bolsillo, i por seis u ocho dias contínuos la estrujan cada 24 horas, i tapan la vasija de modo que no se disipen las partículas que se desprenden de la orina. Preparado. el tinte hechan la tela, hilo o lana bien lavada, i seca se enípapa en él, i cada 24 horas se vuelve lo de arriba a bajo, i a los tres o cuatro dias en verano, i a los ocho en invierno, sale teñida de perfecto azul, i para que tome lustre se lava con orina fermentada, i despues de seca se vuelve a lavar con agua para quitarla el mal olor que adquiere. Se da este color mas o ménos claro, finas o ménos subido, teniéndole finas o inéitos tiempo en el tinte.

Con la yerba que los chilenos llaman i ullel, o con otra que denominan poquell, o, con las dos dan el amarillo. Se hace un cocimiento de sus flores i de vinagrillo venle, i preparada la tela en otro de ocre amarillozo, la hacen hervir a fuego lento en aquel por espacio de una hora, i sale teñida la tela, i pasándola al tinte azul de orina fermentada, toma un color verde mui hermoso, que tambien lo dan en cocimiento de los vástagos del poquell. El violado resulta (hecha la preparacion de la tela en ocre) del cocimiento de una flor de este color, a la que dan el nombre de rosoli. El musco viene (supuesta la misma preparacion) en conocimiento de una especie de yedra que so crin, en los troncos de los árboles corpulentos que nacen en parajes pantanosos,. si se le añade una porcion de vinagrillo rojo sale un perfécto morado. Para el negro usan del cocimiento de la yerba quintlial que se crin en los espinos con la raiz de pangue, i un barro negro que llaman bobo, sin que preceda otra preparacion que la de labar la tela.

Todas las cimientes que izan ido de España i de otras partes de Europa multiplican allí prodijiosamente sin de jenerar en nada. El trigo blanco i candeal acude corrientemente desde 20 Basta 70 por uno, segun la diversidad de terrenos de que hablaremos en la descripcion particular, i hace uno de los principales ramos de su comercio activo; la cebada acude lo mismo, el lino macolla mucho i sube mas de dos pies, i tanto éste como el cáñamo son de excelente calidad, i así las demas, sin que se peche de ménos alguna, porque la curiosidad industriosa ha cuidado de llevarlas.

En los jéneros de cañas, bejuco, arbustos i árboles, Hai en Chile muchas especies, que son propias de aquel pais, i haré memoria de algunas de las que aquellos naturales hacen algun uso. De varias especies de cañas que llaman coliu hai dos, que solo se ven en los montes de los Andes, i de las costas del finar, i en los parajes húmedos. Una " de ellas crece regularmente hasta 18 o 20 piés, i muchas hasta 30, i cerca de la raíz tiene el diámetro de 18 a 20 líneas i usan de ellas para pescar, para jaulas, para enrejados de los jardines, para, hastas de lanzas, i para disponer los techos de las casas a cubrirlos de paja o de teja, i es conocida por el nombre de colihue. La otra conocida por el de quila, sirve para cestas, i camillas de ropa que allí llaman zaumadores, i la que Hai fina con los nudos poco distantes entre sí, es apetecida para bastones. Del rume hacen sogas quitándole la médula, i dejándole en la película, esterior. Con el junquillo teclean los indios sus chozas, i los españoles pobres sus casas, i tambien el reí las obras interiores de aquellas fortificaciones donde no Hai greda aparente para hacer teja; i tambien se sirven de él para hacer velas de sebo, porque no echan humo. En el país que ocupan los indios Hai, una especie de bejuco delgado, blanco i sólido, de que hacen cestas.

Tiene aquel país varías especies de yedra bajo el nombre jenéríco de voqui. Uno de ellos serpentea por el suelo entre los bosques, i otro que enreda en los árboles, í de ámbos usan para amarras de sus canoas, de los techos de sus chozas, i de los vallados, o cercos, porque está exento de corrupcion. El quilu enreda tambíen en los árboles, i arrimado a las paredes de los huertos presenta deliciosa vista por su hermoso verde perpétuo, i por su flor exquisita; de su simiente hacen una bebida agradable poniéndola en infusion de agua Basta que fermenta; toma coloide vino i embriaga. El coguill tambien se mantiene verde todo el año, i de su hermosa flor sale un pepino pequeño, cubierto de una película verdosa cuya médula es mui dulce i mui fragante, en la que está envuelta su simiente. El copiu que no cede en frondosidad a los antecedentes, cuya flor es una azucena encarnada produce tambien un pepino poco mas pequeño que el del coguill, vestido de una película de color verde claro, cuya médula no es tan dulce congo la de aquel, i tambien en ella lleva envuelta su simiente.

Es mui numerosa la variedad de arbustos propios de Chile i que tiene alguna especialidad. Entre ellos merecen atencion el clilco, que los españoles llaman jasmin encarnado porque su flor roja se asemeja a la de éste; i el palqui, porque con el sumo de sus cortezas machacadas i estregadas en agua, comun, se hase una bebida que corta las calenturas ardientes. El perquilagüen por purgante activo, i desde luego no habrá droga, de botica de tanta actividad. Otros se hacen recomendables por vulnerarios, algunos por astrinjentes; nó pocos por su eficacia contra indijestiones, sin que entre ellos falten aromáticos i balsámicos. Las muchas especies de mirtos que allí hai tienen su mérito en la hermosura i suavidad de su fruta, i en el escélente licor que de ella se puede hacer; i finalmente otras muchos por la calidad de sus maderas pare preciosos muebles.

La misma abundancia i variedad se esperimenta en los árboles nativos de aquel pais, i hablaremos de ellos mas adelante. Unos son frutales, como el peluen, palma de cocos, naranjillo, ciruelillo, luma, avellano, güinghan, peumo, maque, algarrobo, quisco, queuli, boighe i boldu. El boighe es el árbol de la Canela de Winter; i la membrana inmediata a la corteza del boldu tomada en estío, i mejor en otoño, tiene grande analojía con la corteza del clavo que llaman canelon canela. De los que no llevan fruta son muchas mas las especies, i sus maderas son excelentes para muebles de todas clases, para edificios, i esperimentada su bondad para construccion, con la circunstancia de ser inagotable sus montes, i fáciles de conducir a los puertos, sin que se echen ménos los pinos para arboladura de cuálquiera porte de naves. He visto innumerables en diferentes pinares, que exeden la altura de 120 piés de largo i el grueso correspondiente, i tan derechos i redondos que parecen producciones, no de la naturaleza sino del arte. Mas adelante daré una completa noticia de esta clase de maderas. De los frutales advenedizos tiene Chile todos los que hai en España, i algunos de los que producen otras partes de la América.

En los campos, montes i bosques de Chile, no se ven fieras ni savandijas ponzoñosas, solo en la provincia de Puren, i en una que otra parte Hai en el verano una pequeña araña, cuya picadura causa horribles combulsiones, que los españoles mitian i curan bebiendo tres o cuatro onzas de aceite, i los araucanos parra no sentir sus efectos luego que se sienten punzados, beben un vaso de agua, desleido en ella un poco de escremento; pero en todos los demas de Chile, en cualquier tiempo se puede dormir en el campo i en los bosques, sin el menor sobresalto, i efectivamente asi se hace. Se admira en aquel país, que entre la multitud de sus insectos indíjenas hermosos o hidrófeos no halla alguna especie venenosa, ni que causen jeneralmente incomodidad. Es un suelo verdaderamente limpio, donde los caminantes descansan sin cuidado en sus deliciosas praderas.

Innumerables son las especies de pájaros terrestres i fluviales que pueblan a Chile; unos de canto armonioso i de dulce melodía i otros de carnés mui sabrosas, i púeden algunas agregarse a las que se conocen en Europa, i muchos son del todo distintos. Es tan numerosa su multiplicacion, que solo por diversion se gasta pólvora en su caza, que los trabajadores del campo i los niños la hacen con lasos i con abundancia surten de ellos las poblaciones.

No obstante la hermosura de sus campos, la abundancia de pastos saludables, la frondosidad de sus bosques i la benignidad de su temperamento, son pocas las especies de animales cuadrúpedos terrestres, fluviales propias de su suelo, cuya procreacion se vé hoi casi estinguida. De las bestias feroces no Hai tradicion de haberse visto alguna en aquel país privilijiado hasta en esto. De las útiles i de las que siéndolo en algún modo causan tambien algun daño hablaremos brevemente. El penco, que solo habita en lo mas aspero de los montes de los Andes, dicen los pehuenches que su carne es sabrosa, su piel es manchada de blanco i pardo, los piés de dos uñas, i lleva dos cuernos en la cabeza inclinados hácia el lomo. En las cordilleras de Peucachoroi sobre los 39 grados de latitud, he visto uno a lo lejos, que me pareció asemejarse mucho al ciervo.

El pagí animal carníboro, que se ceba en las ovejas, cabras, ganado vacuno i caballar, que sin ser tigre, lobo ni leon participa algo de estas especies, su carne es de mal comer, i el unto cura de contusiones i de ceática. Es animal de garra, pero huyen de los hombres aunque sean niños.

El culpen, que es una de las especies de zorro, pero esencialmente distinta de los individuos de esta especie que se conocen en España, no es proficuo, pero sí sagaz, rendido i mui inclinado al hombre.

El chingue, es animalejo fétido, pero recomendable por la piel que viste de color negro azulado con manchas blancas sobre la espalda.

El chilihueque, semejante a los carneros africanos en el cuerpo, es animal utilísimo por su carne i por su finísima lana. Por esta debia procurarse no solo la conservacion de su especie, que ya está casi estiuguida, sino su multiplicacion.    Los indios independientes todavía tienen algunos aunque pocos, i usan de ellos en sus juntas, que para estos casos los conservan.

El huemul, en todo parecido a los burros, ménos en las orejas i el relincho, que en esto conviene con el caballo, siendo uno de los animales rumiantes, quiere aparentar las jenerosas propiedades del caballo hasta en la velocidad de la carrera.

El quiqui, es un animalejo pequeño, de cuya piel hace la jente del campo bolsillos para el dinero i para el tabaco. Varias especies de zorras hai en Chile que no se diferencian de las de Europa. Lo mismo acontece con los topos caseros, pero el guanque i el degu que lo son campestres son diferentes i los indios lo comen. La chinchilla que es otra especie de topo, es apreciable por su mancedumbre i por su finísima lana. La guiña, es un gato montaraz que tiene las mismas propiedades del colocolo. El cui, es un conejo tan pequeño como el topo, su color es vario, blanco, negro i manchado, i mui delicada su carne. La vizcacha, que participa de las especies de la zorra i del conejo, es una carne blanca i de mejor comer que la de liebre i conejo, i su lana es finísima.

El pudo es mui análogo al cabrito; loa españoles le llamaban venado, es mui manso i fácil de domesticar, i sus carnes no son desagradables; algunos tienen piedras bezoares. La vicuña, que parecida, a la cabra en confguracion i tamaño, a mas de que su carne merece preferencia a la de ternera, se hace mas apreciable por su lana de color de rosa seca, ya bien conociera en Europa. En las ciudades de la Serena i San Juan hacen de ella pañuelos de narices, corbatas, guantes, i sombreros, i es susceptible de todo jénero de tintes. Se pudiera ádvitrar el domesticar este ganado dentro de los mismos Andes para no desmituralizarle, porque al poco tiempo de su espacriacion, enferma i muere; i ya que no se hace esta importante operacion, a lo ménos convendria que el Gobierno prohibidse su matanza, i solo permitiese el esquilarle, para que no-se estirga la especie de tan útil animal, que apresuradamente la lleva a su aniquilacion la imprudencia, de aquellos habitantes, sin consideracion al provecho que pudiera rendir a su país. El luanque los españoles le llaman guanaco, el verano habita en los Andes, i el invierno baja a las llanuras, era mas fácil domesticar, i se aprovecharía no solo de su carne, que tambien es de buen comer corno la vicuña, sino tambien su lana que es bien fina, pero a pesar de su increible velocidad para escaparse de los cazadores, la grosera inadvertencia tambien va dando fin a estos utilisimos individuos, sin otro objeto que el de aprovechar la piedra bezoar, que es mayor que la de las vicuñas.

Las nutrias, en todo son iguales a las de España El coipu i el güillin, únicos cuadrúpedos fluviales que se conocen en Chile, con dos pequeños castores en la suavidad de su pelo. Los indios, i la lente del campo,delas pieles hacen bolsas que llaman llafan i los españoles riquísitos sombreros

Los animales que los Españoles llevaron a Chile, no sólo han multiplicado infinitamente, sino que han mejorado su raza. Los carneros oriundos de Africa, son mayores que los de España, de carnes esquisitas, i de lana fina; i en esta especie se ha adelantado una tercera entidad de mayor estatura, i de lana mui larga i mas fina, que resulta de cabrion i ovejas, i el cabrito es bocado mui delicado, de sus pieles i sebo se hace un renglon de comercio activo no pequeño.

Los caballos que son de raza Andaluza mejoran su hermozura i gallardía, su fogosidad i ajilidad. Los que se crian entre los grados 31 i 35 son de marca regular, los que nacen desde los 36 hasta los 45 la dan menor; i mayor que unos i otros los- que nacen i se crian en los valles de los Andes, pero éstos no tienen el valor, fuego i ajilidad que aquellos. Se dividen los individuos de esta especie en tres clases, una de trote, que son los mas comunes, i de ellos se sirven para todo trafico, i, abundan tanto i cuestan tan poco, que aun el mas pobre no va a pie, i la jente del campo no pasa de su casa a otra sin ir a caballo como diste un cuarto de legua. Otra de andadores, que lleva un paso mas suave i descanzado, que no se siente la viajata que se hace con ellos, i los Hai tan lijeros, que un buen caballo de los de trote llevado a media rienda, no les hace ventaja. Finalmente otra de caballos de plaza, mui estimados, i de bastante precio, por el gallardo compaz con que andan levantando las manos i encorbiíndolas hasta acercar las uñas a tocar con ellas las cinchas. Los que se tienen en las ciudades para salir al campo a divertirse se mantienen a pesebrera en cuadras i llevan herraduras por gala; pero los que sirven en el campo para todo tráfico, i los destinados a viajar pasturan en el campo, i quedan de noche en él a cielo razo, aunque hayan servido todo el dia, sin que merezcan otro cuidado que de quitar la silla, limpiarles el lomo con un estropajo; i aunque sea para transitar los montes de los Andes, que son asperísimos, no llevan herraduras, ni las necesitan por la dureza, de las uñas.

Los burros multiplican lo mismo, pero se hace de ellos mui poco uso porque los mulos llevan todo el peso del servicio. Estos son de dos clases, una que resulta de caballo i burra, i son tan abultados como los de España, pero no los aprecian por su poca fuerza. Otra de burro i yegua, i aun que salen de poco cuerpo, son ájiles, de valor i mucha fuerza. En estas caballerías se hacen todos los transportes, i todo el tráfico, porque la falta de puentes en los rios, i el no estar abiertos los caminos, no permiten el uso de carros i carretas mas de las cercanías de las poblaciones. Sin embargo del importante servicio a que son destinados, no merecen mejor trato que los caballos: pasturan en el campo, pasan las noches de todo el año a cielo razo, i no llevan herraduras.

El ganado vacuno ha procreado tanto que hace un renglon considerable de comercio, i Hai muchós hacendados que tienen toradas de mas de diez mil reses. Los bueyes que sin cuidado alguno son robustos i abultados, hacen toda la labranza de los campos, la conduccion de maderas, i sirven para otros usos. No hacen gasto alguno porque pastan i duermen en él campo.

De las varias castas de perros que se han transportado de España solo se hace uso de los de agua para la casa de ánades con la escopeta, i de los comunes para juntar las toradas, sacando las reses de los bosques, i para perseguir los pagis i las zorras, que hacen daño en los ganados i gallineros de las casas de campo; que para la de perdices se valen de la castas dé quiltros que tenian los indios. Tambien llevaron ratas, que no las habia, ni las Hai aun, mas de en los puertos de mar, pero al mismo tiempo condujeron gatos que hiciesen presa de estos animalejos perjudiciales.

Es digno de atencion este país por la benignidad de su clima, por su feracidad, por la abundancia, de sus producciones i por todas las bellas cualidades que hemos referido i no se hace ménos recomendable por su riqueza. Le dotó el autor de la naturaleza con ricas minas de todos metales; produce oro en todas sus tierras, i con tanta abundancia, que numerar sus minerales seria interminable, i no sin fundamento dijo un escritor, que es una plancha de oro desde Copiapó hasta el Estrecho de Magallánes. Parece exajeracion, pero es verdad indisputable demostrada por la experiencia. No Hai cerro en el país mediterráneo que no encierre en sus entrañas este precioso metal, ni rio que no lo lleve envuelto en sus arenas. Los mismos cerros son un riquísimo depósito de cobre, plomo, estaño i azogue. Los de la cordillera son una faja de plata, i por varias partes se ven sus montes salpicados de oro, cobre, piedras preciosas i de iman, i todos presentan con abundancia, azufre, alumbre, vitriolo, antimonio, cristal montano, yeso, alabastro, sales i betunes, i finalmente por todo aquel territorio se ven minas de excelente fierro.

Estas no se trabajan porque Hai expresa real prohibicion para su laboreo, pero se han hecho ocultas experiencias, que acreditan no solo su existencia, sino tambien la bondad de su calidad.

No hacen aprecio los chilenos de las de riquísimo estaño que se hallan intactas, presentándolo punto ménos que puro, pues no lo está mineralizado de algun arsénico i mesclado con poco hierro.

Del plomo nada mas aprovechan que el que procisamente necesitan, i desperdician el que sacan de la plata, i no cuentan con las abundantes minas que tienen de todas las clases de este metal.

Las de azogue se las ha reservado el rei. Se han descubierto algunas que se han trabajado no solo sin pérdida, sino con alguna utilidad, i que reconocidos en esta Corte sus inetales ínfimos, medios i supremos, fueron declaradas por riquísimas, i por un hallazgo de mucho valor. I no sin fundamento, pues se hallaban las de plata i oro de ámbas Américas pendientes del ingrediente que se estrae de las de Almaden, i espuestas a un abandono, si estas se inutilizan. Una razon política suspendió su laboreo, pero es de creer que tan gran interes del real erario venza todo obstáculo, i se mande seriamente volver a emprender la adquisicion de tan gran riqueza.

De los otros semi-metales no hacen caso aquellos hombres, i ni aun se dignan de quererlos conocer. Cuando se dé valor a aquel comercio con una proteccion eficaz i se envien intelijentes mineralojistas, i los instrumentos que faciliten i hagan ménos costosas las extracciones do metales, conocerán los chilenos hasta donde asciende el valor de sus desperdicios, que son mui suficientes para hacer felices a otros reinos.

Ningun jénero de piedras se hecha menos. Les consta a los chilenos la existencia de finos brillantes i topacios, i. la de esquisitas esmeraldas, i todos los lemas jéneros de pedrería preciosa, fina i falsa; i todavia no alargan la mano a tan ventajoso ramo de comercio, i tienen que pagarlo a precios subidos para satisfacer las inclinaciones del buen gusto. Pero no Hai que admirar esta desidia en negocio que puede tener dificultades que vencer, i que aun no se han tocado, si vemos observar la misma conducta con los mármoles, pórfidos i otras piedras de este jenero, cuyos lechos se encuentran a poca profundidad, cuando se hacen escavasiones con otros objetos. Dejémoslo al tiempo, que él les enseñará, a no desperdiciar ninguna de las ventajas con que les brinda su país, sin estrecharlos a salir de él esponiéndose a peligros i penalidades como acontece en el mundo viejo a los que desean la posesion de estas preciosidades, que por desidia abandonan los chilenos.

Toda su atencion les llevan el cobre, plata i oro.- Aquel se halla de dos especies, campanil i de martillo. Al primero le llaman así porque a causa de la aspereza en que le pone la mescla de arcénico, azufre i estaño, solo le destinan a campanas i artillería. El maleable, que es de calidad superior, media e inferior, está mezclado con algun oro i azufre que lo pierden en la torrefaccion que se les dá a sus metales, i queda dócil al martillo i de un color rojo muí hermoso, quedando en él la pequeña cantidad de oro de que esto mezclado. Son muchas las minas de este cobre, i pasan de mil las bocas-minas que en ellas se trabajan, i mas de 300 los injenios para su fundicion i beneficio, i se estraen anualmente algunos millares de quintales, i pudiera ser quintuplicada su estraccion, si se diera a la minería un fomento capaz de sacarla del embrion en que allí se halla.

Las de oro, que unas son de metales i otras de labadero, exeden el número de 300 las que actualmente se trabajan. Las de labadero rinden poca utilidad, i si alguna vez se encuentra algun bolson do tierra que tenga pedasillos del precioso metal a que dan el nombre de pepitas, no es permanente su riqueza, i asi solo se emplean en esta labor las jentes que carecen de fondos. El modo de separar el oro de la tierra, aunque es sencillo, es poco económico. Se hace una escavacion de poca profundidad, a que dan el nombre de maritata, en ella echan la tierra que contiene el oro i a que dan la denominacíon de manto, hacen pasar un canal de agua i mueven  la tierra para que la lleve el agua. Con esta operacion quedan en la maritata las piedras i el oro en grueso, en polvo i en paja mezclado con tierra, ferrujinosa que llaman arenilla. Esta la ponen en una especie de naveta que llaman poruña, o en un dornajo de madera que tiene seis pies de circunferencia i remata en el centro en una concavidad de media, pulgada i le dan el nombre de batea, í en estos instrumentos la relaban hasta que queda solo el oro. Otros lo recojen con azogue, pero es añadir costos que hagan ménos la poca utilidad que les resulta de esta ocupacion.

La riqueza que rinden las de metales tienen mas costos, pero es mas permanente. Se estrae el metal a punta de pico i barreta, i se muele en molinos de agua que llaman trapiches, i bien pulverizado lo laban o le echan azogue que recoja el oro. En estas operaciones i en las de escavar los metales, se impenden finas o ménos gastos a proporcion de la dureza o docilidad de la matriz en que se crió el oro, i tanto estas minas como las de laboreo, tienen el inevitable inconveniente del hurto que hacen los trabajadores, i no Hai precaucion que sea capaz de evitarlo en el todo, pues con un cuidadoso cuidado nada mas se alcanza que minorar el daño.

Las de plata merecen toda la inclinacion de los chilenos, aunque llevan mas gastos en la escavacion de los metales por la mayor dureza de la matriz en que se cris, por la mayor dificultad en estraerlos de la mina, por su profundidad en los empotrados, o estribos para sostenerla i que no se desplome en la conduccion de metales al asiento i en las lemas manipulaciones, pues para todo lo dicho se emplea mas jente por falta de intelijentes i de instrumentos, a causa de que los mineros, nada mas saben de Metalurjía que las nociones que les enseña la esperiencia, de unos a otros sin que puedan adelantar cosa alguna por su falta de instruccion en facultad tan interesante. Puestos los metales en el asiento, los calsinan para reducirlos a docilidad, i para purificarlos de los minerales con que está mezclada la plata, i pueda amalgamarse con el azogue. Calsinados se muelen, i pasados los polvos por sedazos de alambre, i puestos en pieles de buei, se hace con agua una pasta que mezclada con sal i cierta cantidad de azogue, se trilla con una o dos caballerías, dos veces cada dia en el tiempo de una semana, que se considera bastante para que la plata se amalgame con el ingrediente. Hecha la amalgamacion i trasladada la pasta a un noque, maritata o dornajo de piedra, que todos estos nombres lleva, se hace pasar por él un canal de agua que lleve los polvos i deje la amalganiacion de plata i azogue. Esta manipulacion nada tiene de económica por la imperfeccion i ninguna exactitud en su ejecucion. Se deja ver, que toda la plata contenida en los metales no puede salir de ellos, porque la torrejacion que se les da, no es bastante para limpiarlos del azufre, oropimente, vitriolo, alumbre, arsénico i antimonio de que estan mezclados i no permiten la union del azogue con aquella, i de este principio, bien que disparen mochas partículas de plata í otras de azogue, que a pesar de su gravedad como minutísimas bajan por el canal. Lavan i relavan la amalgacion que queda en el fondo, i puestos en saquillos de lienzo recio i tupido, le comprimen fuertemente i cuelgan aquellos para que destile el azogue que no se abrazó con la plata. En toda esta série de operaciones se pierde mucho azogue, pero con ellas queda hecha la pifia a la que le dan la figura que quieren en moldes que para ello tienen; luego la ponen inmediata a un fuego activo para que se evapore el ingrediente que le queda. Si la han de reducir á moneda la llevan al crisol que tienen en el Perú i Chile, i le dan el nombre de callana en la fundicion que se le hace para darle lei, suelta el plomo que tiene; pero no queda pura, porque envuelve una pequeña parte de oro i allí se ignora el modo de estraerlo, i cuando entra en ruano de quien sabe el secreto, se halla con el áumento que le dá la parte del precioso metal que estrae.

La bondad del clima de Chile, i la fertilidad i abundancia de aquel suelo demandan una poblacion numerosa, i en verdad que antes de su conquista la Babia casi inumerable. De ella, i de su gobierno, relijion, artes, i de mas intereses relativos a este ramo, dá mui circunstanciadas noticias el señor abate don Juan Ignacio Molina en su compendio de la Historia Civil i Política de aquel reino, i yo mas adelante hablaré de la que actualmente goza.