Este territorio, reducido solo a lo que es poblacion, fué tambien dependiente de la provincia de Quillota i una de las adyacencias de la parroquia de Casablanca, i lo mandaba un teniente de correjidor, con título de capitan de guerra; pero como desde los primeros tiempos de la conquista de aquel reino fué elejido para puerto era indispensable su separacion de aquella jurisdiccion. Porque así como este obispado alejó la guerra de sí i de sus inmediaciones, se dedicaron sus moradores al cultivo de los campos, i entablaron mutuo comercio con el Perú, a que fue consiguiente la frecuencia de embarcaciones. Estas en aquellos tiempos no llevaban capellanes, o por la escasez de sacerdotes, o por otros justos motivos, que con el trascurso del tiempo cesaron, i se obligó a los dueños de ellas condujesen en cada buque un sacerdote, que los auxiliase en lo espiritual.... I para evitar el gasto que les había de causar el capellan, arbitraron contribuir a la subsistencia de un sacerdote, que les asistiese en calidad de párroco, con perpétua residencia en aquel puerto. Hecha la asignacion de 20 pesos por cada embarcacion, en cada vez que anclase en él, lo erijió el diocesano en parroquia.

Aumentado el comercio, i con la agricultura de Chile, fueron construyendo embarcaciones de mayor porte, que demandaban mayor número de jente para sus maniobras; i no pudo la codicia evitar el gasto de un capellan en cada buque, i con todo corrió la contribucion de los 20 pesos sin hacerse novedad en ello. Pero en 1777, que el Exmo. señor don Manuel de Guirior, siendo virei del Perú, se declaró protector del comercio i quitó algunos impuestos que tenia autorizados la costumbre, i que hacían parte de los sueldos de los empleados que los gozaban, como eran las regalías que tenian los gobernadores de los puertos de mar en las visitas, licencias, etc., se presentaron a S. E. los dueños de navíos contra la congrua del párroco de Valparaiso. Mas no tuvo efecto su dilijencia, porque si el gobernador i capitan jeneral de Chile no representó que el Gobernador de Valparaiso tenia tan pequeña asignacion de sueldo, que no es suficiente para su decencia, i para subvenir a los gastos del empleo, porque se le hizo la consignacion en las Arcas Reales con respecto a la entrada que le producían las espresadas regalías que estableció la costumbre de mas de 120 años, el Iltmo. señor don Manuel de Aldai, obispo entónces de Chile, representó haberse instituido la parroquia de aquél puerto sobre esta cóngrua, como indefectible; i que si era tan urjente i del caso su abolicion, se le asignase al párroco de otro cualquier ramo, en atencion a que los derechos parroquiales no sufragaban para su decencia. Prevaleció esta fundada razon del Revd. obispo, i no se hizo novedad en la asignacion del párroco, i actualmente la sirve el Dr. don Francisco Javier de Palomera.

Está situado aquel puerto en 33 grados 2 minutos de latitud austral, i 303-48 de lonjitud. En realidad no es puerto, porque, espuesto todo su surjidero a los vientos norte i nordeste, que en invierno son furiosos, no tienen seguridad los navíos, i se han experimentado no pocas desgracias en algunos de los que han invernado en él. Pero con todo es el mas frecuentado de los de Chile, i en él se almacenan todos los jeneros de esportacion que comercia este obispado con el reino del Perú, por hallarse en el pro-medio de todas sus provincias.

Por las piraterías que los estranjeros hacían en aquellos mares, don Antonio de Acuña i Cabrera, siendo gobernador de Chile, lo erijió en gobierno i lo confirió al capitan José de Vazquez, por título librado a 3 de agosto de 1654. Don Juan de Henriquez, en 1676, a consecuencia de real órden de 1674, mandó levantar el castillo de la Concepcion, que es una batería de ocho cañones con sus fuegos a flor de agua. Don José de Garro, en 1684, construyó el de San José, que sirve de residencia de sus gobernadores, con otra de diez cañones, cuarteles, almacenes i pabellones de oficiales; i el mariscal de campo don Antonio Guill i Gonzaga, por los años de 62 i 63 de nuestro siglo, mandó construir el de San Antonio, capaz de 18 a 20 cañones, para impedir desembarcos en la playa del Almendral.

Con este motivo los vecinos de la ciudad de Santiago han hecho muchos almacenes para acopiar los jéneros que envían al Perú, i para recibir los de Lima i España, i por eso ha aumentado su poblacion, i llegan sus habitantes a 2,973.

Su planta no puede ser peor: está situado en cuatro quebradas de los cerros, que bajan Basta el mar. Por escavaciones hacen unos pequeños planos, en que fabrican sus casas pequeñas, i mui incómodas. A mas de la iglesia parroquial, que es poca cosa, hai tres conventos de relijiosos, i una casa para hacer los ejercicios espirituales de San Ignacio. El de Salto Domingo está en la residencia que en 1724 fundaron los ex-jesuitas, i tiene las viviendas mas acomodadas que hai en el lugar, i un pequeño templo de figura octágona mui hermoso i alegre, i mui adornado. El de San Francisco, dedicado a San Antonio, fue la décima secta fundacion que esta religion hizo en Chile; tiene su templo de fábrica antigua, pero de bastante estension, i a proporcion la tiene también el convento con celdas mui acomodadas. El de San Agustin no puede tener comodidades por su poca estension; su templo es nuevo, i aunque de adobes, i sin primor alguno de arquitectura, es hermosamente alegre.

Al sureste de esta poblacion, i del surjidero, a distancia de cerca de 300 varas que tendrá la punta de un cerro que avanza hasta tocar las aguas del mar, hai un arrabal llamado el Almendral, que de oriente a poniente se estiende un cuarto de legua. Se ha tirado en el una calle larga, cortada por otras de norte a sur, que forman varias manzanas, donde Hai muchos huertos de utilidad i recreo. En él Hai también dos `conventos. Uno de relijiosos mercenarios, que es obra nueva, pero de adobes; cuyo templo es del mismo material i aunque pequeño i de solo un cuerpo, i sin aquellos primores que sabe idear la arquitectura, es de tanta claridad que le dá mucha hermosura. El otro es de San Juan de Dios, con hospital para curacion de los enfermos, así del país como de los navegantes, establecido en el que dejaron los de Santo Domingo, cuando ocuparon el que dejaron los ex-jesuitas.

Sin disputa es el arrabal mejor, paraje para la poblacion que lo es el lugar donde está, pero se desecha por espuesto a inundaciones, si de resultas de algunos de los terremotos que se esperimentan con frecuencia, sale el mar de sus márjenes.

Una i otra poblacion es gobernada por un gobernador militar, cuyo empleo lo confiere, el soberano, i actualmente lo es el teniente coronel - don Juan de Alaba. Su fuerza consiste en una compañía de artillería, cuatro de milicias de infantería, en el pie de ordenanza, cuyo comandante es don Gabriel Fernandez Valdivieso, i un escuadron de milicias (le caballería, del que es comandante don......... Para recaudar los reales derechos Hai un administrador con los correspondientes oficiales, dependiente del administrador jeneral del obispado, que tiene su oficina en la ciudad de Santiago; i un comandante del resguardo, a cuyo cargo está impedir el desembarco clandestino de los jéneros que deben pagar el real derecho. Este comandante tambien es capitan del puerto i tanto éste como el administrador deben ser ausiliados por el gobernador militar.