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Crónicas
Segunda parte de la "Descripcion historico-jeográfica del Reino de Chile"
Capítulo XXII. Descripcion de la segunda division del obispado de La Concepcion; orijen de sus habitantes, i division política de este territorio.

El territorio de esta division está comprendido entre los rios Bio-Bio i rio Bueno, la cordillera i mar del sur. Aquel tiene su oríjen al oriente de la primera cadena de montea andinos, sobre los 38° 30' de latitud, i haciendo varias curvaturas para hacerse paso, sale de los Andes en los 37° 23' i descarga en el mar del sur a los 36° i 43', llevando consigo 53 rios grandes i pequeños. Rio Bueno se forma de un grande lago, que baja 30 leguas, denominado Banco, i sale de los Andes a los 40° 30' de latitud; diez legal retentrion de la antigua Osorno recibe al rio Pilmaiquen, a quien los españoles llaman rio de las Golondrinas, que viene de la laguna Puyelme, i tres mas abajo de este confluente le entra el de las Canoas, que trae su oríjen del lago Llanquihue i desemboca en el mismo mar en los 40° 18'. Ambos son navegables por embarcaciones i nenores en una gran parte de su carrera.

Todo él, sin hacer cuenta con los parajes habitables de los Andes, es una superficie de 2,680 leguas cuadradas, i es tierra mui llana i mui bien regada. Corren por ella noventa rios grandes i pequeños, i unidos unos con otros, veinte descargan en el mar. Este terreno es excelente para todas las clases de simientes i frutales de Europa, que se conocen en aquel reino. Toda, especie de ganado se cría con lozanía. Sus montes son poblados de buenas maderas. Sus rios abundan de varios jeneros de pescados. Tiene muchas minas de todos los metales conocidos, i excelentes proporciones para establecer su comercio. Se goza de apacible temple i de temperamento mui sano i benigno.

De los primeros habitantes de este distrito i de todo Chile, ya nos dio una cumplida noticia el señor abate don Juan Ignacio Molina, en la segunda parte de su compendio de la historia de Chile, i por eso me contraigo a hablar de los que actualmente habitan parte de aquel reino. Si yo me propusiera la idea de presentarlos como una nacion culta i poderosa, capaz de poner en recelos a los conquistadores, no tenia poco márjen en los papeles que en estos tiempos se han tirado a cerca de estos hombres para acomodar sus estravagancias a los gobiernos republicanos de Europa, i hacer de sus capitanejos, caciques, gobernadores i toquis, otros tantos príncipes, duques, condes i marqueses; pero estoi mui distante de semejante ficcion, no es cortada mi pluma por los filos de la ambicion, ni ménos sol conducido del particular enteres: el espíritu de la verdad i de la sinceridad es el que me anima. Escribo para desimpresionar al público de la falsa preocupacion en que le pusieron algunas relaciones que se han tirado de aquel país distante de la Europa; i para que la corte de España, sobre nociones ciertas, apoyadas de verídicos testimonios, se conduzca en los sistemas de utilidad que tenga a bien levantar en aquel país que puede rendirla inmensos tesoros. Por otra parte, me guardaria mui bien de dar mérito de que soltaran la risa a carcajada suelta los que leyeran, que los pehuenches tienen majistrados.

El oríjen, pues, de los indios de Chile pende necesariamente del conocimiento de los primeros habitadores de la América, de los que nada pudo saberse; ignoraron el arte de escribir i, por otra parte, era imposible retuvíesen en la memoria sus antiguas tradiciones. Antes del descubrimiento del nuevo mundo, se tenia de él la escasa noticia que da Platon en su Timeo, i los mas doctos de Europa tenían aquella parte del orbe por inhabitable; pero despues que se descubrió (dice el Iltmo. Feijoo), nos han. querido vender sus adivinanzas por sólidos discursos. El mas probable, en mi sentir, es la conjetura que hace el Iltmo. autor, de que la América seria un continente con el Asia, comunicándose por un angosto istmo, i que por algun terremoto acompañado o seguido de irrupcion de mar, se inundarla la presupuesta garganta de tierra, i se separaron estas dos partes del universo.

Ni pudo ser de otro modo: era en la antigüedad desconocida la navegacion, i cuando quiera afirmarse que alguna, nave pudo ser arrebatada de una furiosa tempestad, i conducida a las costas de América, la poblasen los náufragos, tiene contra sí el insuperable argumento esforzado por el citado Iltmo., de los animales que en ella hai. ¿I cuando de intento se hubiera poblado, cómo nos persuadidos (reproduce el mismo Iltmo.) fuesen aquellos pobladores tan bárbaros que condujesen tigres, osos i otras fieras? Ninguno acertó hasta hoi a decidir sobre problema de tan difícil resolucion.

Ellos, conducidos de la confusa idea que tienen del diluvio universal, ignorantes de su verdadera historia, suponen ante-diluviana su poblacion, persuadidos de que sus projenitores se salvaron, o bien en un monte fluctuante, o ya en balsas, sin pasar a discurrir sobre la imposibilidad de este método. Ello es que de cualquiera modo que se quiera suponer, es difícil de acomodar la existencia de muchas especies de animales que allí hai, con la carencia que de ellos se tiene en las tres partes del antiguo mundo, i vice-versa; a que debemos añadir la reflexion de no faltar especie que, espatriados sus individuos de aquel suelo, a pocos dias fallecen aun dentro de aquel hemisferio. Mucho se fatigaron los sabios en darnos el verdadero modo con que se hizo esta poblacion i no lo consiguieron.

Los primeros habitantes de Chile, desde Copiapó hasta los 45 grados de latitud austral, tanto en las llanuras como en las sierras, usaron i todavía conservan un mismo idioma, sin otra diferencia que la de uno u otro vocablo, i esto mismo convence ser una sola nacion. No obstante, ellos reconocen cierta especie de division de términos. A los que residen en la faja de tierra que es propiamente Chile, dividen en dos parcialidades. Pícunche, jente del norte, llaman a una, i Huilliche, jente del sur, a otra, i hasta aquí todos tienen un mismo idioma. Aquella es la que se comprende entre Copiapó i Biobio, i ésta la que está entre este i la altura de 42 grados. La de huilliches tiene todavía otras subdivisiones. A los que residen entre los rios Tolten, Rio Bueno i Chiloé, llaman Pichéhuilliches, pequeña jente del sur. A los que avanzan hasta la estremídad de la tierra del fuego, les nombran buta-huilliches, grande jente del sur, i formaron otro idioma compuesto del chileno i el teluel. Ultimamente a los que pueblan las tierras inmediatas a la punta de San Martin, les dicen yacanacunes, i usan del idioma teluel. Pero la célebre denominacion es la que han hecho en bucal-mapus (grande territorio, como si dijiéramos canton) los que actualmente ocupan el distrito que describimos. De norte a sur lo han dividido en tres butal mapus, desde el Biobio hasta el Tolten, tirando de un rio a otro tres líneas paralelas imajinarias. A la que corre paralela con la costa marítima, llaman Sobquenmapu: pais marítimo. A la que lo está con los Andes Inapiremapu: país sub-andino; i al que tiene su direccion entre las dos Selbunmapu : pais llano. Todavía instituyeron otro bucalmapus, i es el territorio comprendido entre el Tolten i los 42 grados de latitud. Otros escritores quieren que los tres primeros bucalmapus estiendan sus líneas hasta la espresada altura, i elevan a la parcialidad peluenche a componer el cuarto. Yo viajé en muchas ocasiones por los cuatro bucal-mapus, he tratado mucho con aquellos indios en el gobierno que he tenido de casi todas las poblaciones de aquella frontera, i últimamente el de la del estado de Arauco, cuyos nacionales son los mas fieles conservadores de sus tradiciones. Con estas proporciones hice amistad con algunos indios principales, i de ellos i de españoles chilenos intelijentes en su idioma i en sus costumbres, a quienes examiné prolijamente en su débil política, adquirí que la verdadera division es la que hemos dado, i que jamás fueron comprendidos en ella los serranos puelches, pehuenches, huilliches i telueltes. I a la verdad no carece de verosimilitud, si reflexionamos que los residentes entre Tolten i los 42 grados, ni concurren con los tres butal-mapus a los parlamentos, que celebran con ellos los gobernadores de Chile, ni toman partido en sus guerras internas, i lo que hace mas al caso, ni en las que mueven contra los establecimientos de la frontera, i si fueran dependencia de los expresados butal-mapus, necesariamente debian concurrir a ella. Esta division ha sido mui antigua, i si los habitadores de los Andes hubieran constituido parte del cuerpo de esta nacion, debieron concurrir a los parlamentos i nunca se presentaron, ni fueron convocados a ellos, siendo así que los puelches, pehuenches i huilliches serranos salian a comerciar con los españoles i traficaban por la provincia de Colchagua, Maule, Chillan i plazas de la frontera. El papel que hoi representan los pehuenches es mui moderno. Era una parcialidad aislada en las llanuras de la Cordillera de Lolco, i en el segundo cuadrante de este siglo estendieron sus conquistas hácia el norte i obligaron a los pehuenches a replegarse hácia la ciudad de Mendoza; i siendo gobernador de aquel reino el excmo. señor don Manuel de Amat, se le presentaron 18 valentones con su jefe Pequeipill en circunstancias de hallarse celebrando su parlamento con los tres butal-mapus, i entónces hizo con ellos la alianza, que dijimos en la primera parte. Sus sucesores Guill i Jauregui les dieron lugar en esta asamblea, no en los tres dias destinados por costumbre a estipular, sino en el cuarto, destinado a obsequiar i despedir a los concurrentes, hasta que en el que se celebró en Lonquilmo en 1784, se les dió dia despues de los tres butal-mapus. Estos se hallan dedicados por sus inventores a los jefes de aquel reino, el del centro al gobernador, i el marítimo al maestre de campo, i el sub-andino al sarjento mayor, i la dedicacion de los dos últimos hoi no tiene objeto por haberse suprimido los empleos de maestre de campo i sarjento mayor.