ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Crónicas
Segunda parte de la "Descripcion historico-jeográfica del Reino de Chile"
Capítulo XXIX. Conocimientos facultativos de los indios de Chile.

De la ignorancia de las primeras letras, es consiguiente Ia de las ciencias especulativas. No saben leer al escribir los indios de Chile, ni son susceptibles de enseñanza en el presente estado de vida, que llevan, í por eso absolutamente ignoran los estudios abstractos, a pesar de la dulzura, armonía, i abundancia de su idioma, capaz de combinaciones i de la invencion de términos facultativo. Mas esto jamas podrá tener lugar, pues si conservan su independencia es inpracticable el tránsito de su estado presente al de civilizacion, porque siguen tenazmente su Admapu, como inespugnable muro de su amado libertinaje, que absolutamente lo prohibe. I si se les obliga a reconocer vasallaje i a lejislacion, convendría a estrecharlos a usar el idioma de la nacion conquistadora.

Pero, sin embargo de su grosera ignorancia i, no dejan de tener algunos conocimientos, aunque imperfectos, en las ciencias de práctica adquisicion. Ellos se entienden mui bien para numerar cualquiera cantidad; Tienen voces fiara contar desde uno hasta, diez, i para significar la centena i el inillar, í haciendo combinaciones de sus centenas i millares, Hacen el contado de la cantidad que se les haga numerar Para las dimensiones usar, de las medidas, jeme, palmo, pió i paso. La legua i otras medidas mayores, no tienen determinada dimension i las sujetan a cálculos prudentes, jornadas, medias jornadas, etc. En la medida de los líquidos i sólidos, no tienen e actitud, porque en aquellos se entienden por guamparcan o metahue, í mencue o chuico, que equivalen a nuestros cuartillos, cuarterolas i arrobas; i en los ultimos, por chayhue i llepue, que equivalen a uno i dos celemines, i los hacen de mayor o menor porte.

Tambien dividen el tiempo gobernandose por los astros. Su año comienza i acaba en fin de diciembre cuando en este solsticio llega el sol a cierto monte, que tienen do mareado i parte a hacer su revolucion, les causa grande admiracion el que no pase de alli, atribuyéndolo a temor. Por esta regla pasan a dividirlo en dos t mitades i las cuentan por San Juan, i en cuatro estaciones que las esperesan con nombres propios. Siguen haciendo su division con meses i semanas aquellos por lunacion entera, i estas por las faces de la luna El día lo cuentan de sol a sol, i lo mismo la noche. Numeran las horas del dia por la elevacion del sol, i las de la noche por las estrellas. Entre éstas, conocen i denominan algunas constelaciones, i distinguen. los eclipses, el sol, la luna i los cometas. Pero todas estas nociones astronómicas son demasiado imperfectas, no tienen instrumentos para hacer observaciones exactas, i en su estado presente les son imposibles.

Sin embargo de que atribuyen las enfermedades a hechicería, i para curarlas ocurren a sus machis, con todo se medicinan con unturas, lavativas, sangrías, cataplasmas i bebidas de cocimiento de yerbas, en que tienen grandes conocimientos. Del culera se valen contra las indijestiones i para curar las heridas; del mellico, contra dolores reumaticos; de la tamaña, contra el gálico; de la gualdalahuen, contra apostemas interiores; de la vilulahuen, contra la rotura de íngles; i de la papilla, contra acedías. Abren las apostemas a punta de fierro, i tanto éstas como las heridas, lavan con agua del tiempo i las curan con romaza, llantera u otras, usando de la siluahueque para que costre; tambien tienen conocimiento de cierta yerba, cuyó nombre no me acuerdo, para curar lamparones, i con buen efecto. No tienen nocion alguna del pulso para conocer las enfermedades, i por los síntomas, conocen las fiebres pútridas, i las cortan oportunamente, con bebidas de chilco, cachanlahuen, palqui i otras innumerables, que produce todo aquel país, de las que podian valerse los españoles de aquel país si fueran solícitos para inquirir sus virtudes, i esperimentando sus buenos efectos, apartarse del uso de muchas drogas de botica talvez alteradas por la codicia, o al ménos ineficaces por rancias, i siempre costosas por la distancia de donde se conducen.

Todo lo que hemos dicho de los indios de Chile, a mas de ser de propia observacion i esperiencia adquirida en mas de treinta años de trato con aquellos nacionales, tanto en su propio país corno en el territorio español, está apoyado por muchos escritores de Chile. Imp. i M. S. De los primeros, fueron don Cristóbal Suarez Figueroa, don Antonio García, el maestre de campo don Santiago de Tesillo, el P. Alonso de Ovalle i otros; i de los últimos el célebre adelantado Pedro de Valdivia, en el Libro 1.º de Provisiones de la ciudad de Santiago del Nuevo Estremo, el maestre de campo don Francisco Bascuñan, el P. Diego rosales, el maestre de campo don Jeronimo de Quiroga, el sarjento mayor don Pedro de Córdova i Figueroa, el señor abate don Miguel de Olivares, i el teniente coronel de milicias urbanas don José Perez García. I para aclarar mas la verdad, me ha parecido poner la esplicacion que hace del carácter de estos nacionales la obra M. S. intitulada: «Historia de la Compañía de Jesus de Chile», cuyo autor, aunque oculta su nombre, nos dice que era jesuita, natural de esta península, i que escribió el año de 36 de nuestro siglo. En ella se halla tambien la carta que un cura escribió al P. Diego Rosales, i la daremos a la letra.

"El indio (dice el anónimo citado es vijilante en su negocio i tardo en el ajeno). Muévese por la novedad i no por la razon. No conoce el bien i pondera el mal. Siempre procura engañar i se juzga engañado. Llámase pobre i le sobra, todo. Es hijo del interes i padre de la envidia. Da algo para pedir mucho. Parece que regala í vende. Se apresura por lo que le deben i no se acuerda de lo que ha de pagar. Es tan engañoso que aun con el semblante miente. Llora cuando ménos siente, i se burla cuando ha de llorar. Cuando se le cree mas firme, entónces esta mas inconstante. Deja de hacer el mal solo cuando no puede. Piensa mas de lo que puede obrar. tienese por ignorante i es la misma malicia No se casa por tener mujer, sino por descansar. Trata a la concubina como a señora i a la mujer propia como a esclava. El sirve a la concubina i la mujer propia a los dos. No conoce la honra i vende el agravio. Sirve, no por lo que debe, sino por lo que le han de dar. No estima, lo que se le da i apetece lo que se le niega. Lo qué uno quiere, quieren todos. Nada agradece, todo lo repugna i solo obedece al rigor. Es ateísta i afecta relijion. Hace la devocion tercera de la embriaguez. Válese de ésta para cometer atrocidades. Oye la doctrina i no la entiende. Parece que reza i murmura. Jura lo que es falso i niega lo que se vé. Come a su costa para mantenerse, i a la ajena hasta reventar. Vive por beber i muere por dormir."

"Con lágrimas de mis ojos (dice el señor cura que hemos citado) quisiera escribir ésta en lugar el tinta, para significar el dolor que mí alma ha sentido en año i medio que he estado cautivo entre estos barbaros, viendo sus sacrilejios, esperimentando sus crueldades i oyendo sus blasfemias; sintiendo los rigores que usaban con los cristianos cautivos, i sintiendo, sobre todo, mis culpas, que sin duda serian causa de tantos males. Ya habrá sabido V. P. las insolencias i sacrilejios que usáron con las santas imájenes, las blasfemias que a cada paso decian a mis oídos i de los definas cautivos, cantando victoria, i pareciéndoles que habían triunfado de nuestro Dios echándole por el suelo; i cortándole la cabeza, eran grandes, i sacaron un romance que cantaban en sus borracheras, en que decian que habián herido al Dios de los cristianos, i sacádole sangre, hiriéndome el corazon con estas blasfemias i sacándome los colores al rostro. Todo era los primeros dias ver espectáculos lastimosos i muertes atroces de los pobres cristianos cautivos, porque el ódio que estos bárbaros tienen a la sangre española es grandísimo. I los mas crueles i los que mas atizan el fuego son los indios yanaconas i domésticos de los españoles, i en la fe católica no muestran ser cristianos sino ser crueles enemigos de la cristiandad. Procuró disponer a muchos cristianos que habia en peligro, i confesarlos, i dí por bien empleados mis trabajos i cautiverio, por ayudar a aquellas almas que, sufriendo con paciencia tantas crueldades como sufrian, no dudo que de estos españoles sacaba Dios flores mui olorosas teñidas en su propia sangre, porque a cada borrachera, que eran contínuas, mataban los de estas fronteras de Arauco i los de la otra, dos o tres cristianos, sentándolos en medio i dándoles con una macana en la cabeza, i medio vivos les sacaban el corazon palpitando para repartirlo a pedacitos entre todos, cortándole las piernas i los brazos, quitándole la carne de ellos, de que hacen flautas, i la cabeza para beber en el casco, i de estas flautas i vasos están llenas sus borracheras, i con ellas hacen fiestas tocando i cantando victoria.

«Destruyeron el fuerte de la estancia del reí, el de San Rosendo, el de San Cristóbal, el de Talcamávida, el de San Pedro, el de Colcura, el de Arauco, la ciudad de Chillan i la plaza del Nacimiento, i mataron al sarjento mayor i a todo su ejército, con otros muchos; tienen por mujeres a las españolas, i con esto les parece que han de acabar a los cristianos que quedan. Pero Dios Nuestro Señor ha de volver por su causa i ha, de véngar sus injurias i las que han hecho a los cristianos i a los sacerdotes, que son tres Clerigos que nos vamos cautivos, tres padres de la, compañia el fraile de San Francisco, que es un siervo cae Dios, que con toda caridad i amor los doctrinaba, a quien le han dado muchos palos i azotea i le traen desnudo, dandole una, vida de martir Al licenciado Francisco Guiran, cara de Talcamavida con ser de 70 años, sin respetar sus venerables canas, le daban bofetadas i lo descalabraron varias veces, i le decian : «dí ahora que presto a misa i que vengara a rezar.» Al licenciado Francisco Suarez de Toledo, le mataron inhumana-ente, i lo mismo quisieron hacer con los padres de la conipanía i conmigo, i por mas dílijencias que se hicieron por mi rescate, no me quisieron dar, diciendo que ántes me matarían

«Yo, viendo mi salida mui desesperada, me encomendé, de Nuestro Señor i me determiné a una cosa, que despees de hecha, parecia imposible, i a cuantos lo han visto, parecio temeridad. Pero cuando Dios mueve el corazon i da su ayuda, no hai imposible. Determineme a huir por la mar juzgando por mas difícil conseguirlo flor tierra. Tomé mi breviario, que siempre me acompaño i fue todo mi consuelo en tan penoso cautiverio, porque, aunque bárbaros, no me estorbaban que en publico ni que confesase a los cristianos, ni aun que enseñase a renal a los niños Fuíme hácia el mar, pidiendo a mi aleo licencia para irme a pasear, i metíme en una baisilla que halle, sin llevar cosa que comer i reinando i peleando con las olas, arribé a la isla dl; Santa María; fuí de allí a la boca del rio Bio-Bio, i un norte recio que se levantó, i eché a Chivilingo, i en estas vueltas anduve siete dial; habandome visto dos veces debajo del agua, i al fila perdido el vestido salí a tierra; i aunque desnudo, hambriento i esmayado, comiendo yerbas camine siete leguas por tierra de enemigos hasta Bio-bio Aquí dí voces para que me viniesen a pasar el rio los españoles del fuerte de Chepe.

No pudieron pasar por mi aquella tarde; encuentrame dos indios que se iban de nuestras tierras huidos de los enemigos ;aquí fue mi afliccion, porque me quisieron volver i llevar a. mi amo, i fue harto que no hiciesen, que una de las mayores misericordias de Dios, que reconozco de su divina mano, fijé que mudase el corazon de estos bárbaros i les moviese a compasion, significandoles yo el trapajo con que habia venido: que estaba desmayado, que mi amo me habla de matar, que era sacerdote, i que algun dia se podrian ver ellos en trabajo semejante, i yo ayudarles i agradecerles el bien que lee h cian en no llevarme esta vez al cautiverio; con lo que fué Dios servido que me dejasen i que significándoles la llamare que tenia, me diesen un puñado de harina de cebada. Quedéme aquella noche a la orilla del rio, i como estaba desnudo i tan desmayado, me traspaso el mio i me pasmo de suerte que allí me quede in sentido, i risa me hallaron a la mañana I me llevaron al fuerte de Chepe, donde estos dos dias no viví en mi, i por no tener aun vestido decente i estar tan flaco i lastimado de los piés, no me volvi a echar a los piés de V. P. i de todos iris padres, a quienes sumamente deseo ver i dar cuenta de lo que pasa entre lo; indios, que, aunque malos, son alijos, i las entrañas de caridad de V. P. no dejarán de moverse a compasion por su perdicion, i lastimarse de ver el trabajo perdido en la enseñanza. Pero Dios ha permitido esto por nuestros pecados i se dolerá de nosotros i de ellos, que le costaron su sangre i obran como ciegos... De este fuerte de Chepe, a 2 de noviembre de 1656.-Hijo i capellan de V. P.-JUAN DE SAA, cura vicario de Colcura.-M. R. P.---Diego Rosales

Si hacemos reflexiones sobre las costumbres de aquellas naciones i tocamos su desenfreno, la monstruosidad de su gobierno, su falta de relijion, la disparatada dispersion fin que su repugnancia a la mas minina especie de civilizacion i otras cualidades, sin detenernos, los graduaremos de verdaderos salvajes; pero si atendemos a escucharles un idioma sonoro, suavei armonioso i les oimos elocuentes oraciones con todas las partes que pide la retórica, i adornada de similes oportunos; si les vemos en alguna manera agricultores e industriosos; si admiramos la formacion de sus ejércitos i la disposicion i órden de pelear, adaptándose a la calidad de enemigos que tienen a su frente; si nos de-tenemos a considerar la heroica constancia para no rendirse a las desgracias; i, digámoslo de una vez; si les vemos discurrir, les oimos replicár, satisfacer las dificultades ocurrentes i valerse de su aparente e insensata estupidez cuando se ven convencidos, i con este método dejar burlada la mas sábia política,-no dudaremos afirmar que tienen una mediana cultura; pero hai mui poco de esto; oscurecen estas mediocres circunstancias con la brutalidad de costumbres, con la crueldad, con la falsedad i con todo jénero de iniquidades.Yo no me atrevo a definir su carácter, pero sí dire que hai en ellos buenas disposiciones de civilizacion i cultura.  Son naturalmente inclinados al ocio, es verdad, pero tambien lo es de que son hábiles para todo i que tienen talento, i por lo mismo, susceptibles de civilizacion i capaces de ser vasallos útiles al estado.

Porque la nacion mas tosca puede pulirse i la mas ociosa reducirse al trabajo, si se aplican medios conducentes i proporcionados. En 1793 tuve el honor de presentar al soberano, por mano del excmo. señor príncipe de la Paz, el método de reducirlos a verdadero vasallaje sin efusion de sangre, con otros puntos interesantes a la corona; i cuando se trate de su ejecucion, daremos las demás nociones útiles que hemos adquirido por observacion i esperiencia,