Después de las batallas de Lutzen y Wurschen, habrían entrado en tratado Rusia y Prusia, si no hubiesen tenido la esperanza de introducir en la contienda a la Austria y hacer caer sobre ella el peso de la guerra; sobre ella han de caer los riesgos y los sacrificios. Esto saben las potencias. Ellas por su propio interés han metido en la guerra a la Austria. Deseó la Rusia erigir una barrera de desorden y anarquía entre ella y nosotros, sublevando a los pueblos desde el Vístula hasta el Rhin; no consiguiéndolo, tomó el otro arbitrio que se le ofrecía: precipitó a la Austria en la guerra.
¿Pudo pensar el gabinete de Viena repelernos en pocos meses hasta nuestros antiguos límites después de que tiene tan serias pruebas del poder de nuestros ejércitos? Se necesitan veinte anos de victorias pare destruir los frutos de veinte años de victorias. Sire: las potencias coligadas conocen que para lograr sus ya manifiestos designios, deben ellas hacer los mayores esfuerzos. Por tanto, es necesario que a la voz de V.M. numerosos batallones se levanten en el seno de la Francia para dar nuevo vigor a vuestros poderosos ejércitos, y para prevenir todos los accidentes de la guerra, cuando está en armas toda la Europa, y además de los cuerpos regulares los coligados hacen soldados a todo hombre, la nación francesa debe a su seguridad y gloria desplegar nuevas energías, y consagrar a la conquista de una paz durable esfuerzos proporcionados a los que hacen sus enemigos para realizar los proyectos de una ambición sin límites.‑ Dresde, 20 de agosto.‑ El Duque de Bassano, Ministro de Negocios Extranjeros.