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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Anexos
Documento Nš 43 - CDHI, XXIII, 179-204.

Nómina de los reos que existen presos en varios puntos. Noticias de las mujeres que han estado en captura en la Casa de Ejercicios, por haber continuado en sus excesos, se condujeron a Tumbes. Tripulación de la fragata Dos Hermanas. Lista de los ahorcados en Talca y Concepción. Europeos residentes en Concepción. Correspondencia de traidores sarracenos.

 

Reos que existen presos en varios puntos

Don Domingo Vera y don Marcelino Saavedra.

Ambos fueron conducidos reos por el Coronel Sotta cuando vino con el convoy de Talca; véanse los oficios-partes de ese jefe y la causa que en vista de ellos se siguió.

Juan de Matta Acevedo.

Fue preso en Talca porque llevó cartas ocultas en el correo que conducía por orden del señor Pareja. El Gobierno Supremo lo puso en libertad y llegó a esa ciudad dos meses hace; volvió a ser preso de mi orden por precaver intrigas consiguientes a sus relaciones con los de San Pedro.

Don José Brusual.

Por petición de su madre, a causa de sus excesos.

Manuel Valdés, Cabo del Regimiento de Rere.

Fue prisionero de guerra por los enemigos; escapó de Chillán y cuando venía para esta ciudad estuvo hablando con su padre que andaba en una partida enemiga; negó este hecho, que aclaró el Coronel Urízar y quedó reo por temerlo espía.

José Sáez, Gaspar Gómez, Salvador Monsalve, Hermenegildo Escalona, José Meléndez y Sebastián Yánez.

Presos por cómplices en la causa seguida al chilote, prisionero de guerra y prófugo apellidado Solo-alto. Véase la relación que ésta tiene con la conspiración del 22 de diciembre próximo pasado, agréguense los antecedentes que hay contra los vivientes de Hualpén, que han sido, y son los que protegen el paso de los traidores al otro lado del río. Sobre el particular puede informar el Capitán don Pedro Barnechea.

Rosario Mellado.

Por don Fernando Lobo; es indiciado de espía y corre su causa en la que se sigue a los dependientes del traidor Martín Plaza de los Reyes, que conducían carneros y papeles de sus haciendas; se le cree también complicidad en la muerte de Castillo.

Basilio Valdebenito.

Espía que tomó en las orillas del Itata el Teniente don Ramón Freire y declaró la entrega de cartas de Fuentes a la mujer de Reyes para ella y Urmeneta; su causa está concluida, y del careo con la señora resulta cierto el hecho.

Juan Manuel Sáez, Dragón.

Se le sigue causa por el Consejo de Guerra permanente. Informará Garretón.

Manuel Díaz, artillero de la milicia de Concepción.

Es de los más declarados contra el sistema de libertad; anduvo con los González en la expedición de Pareja al Maule; ha permanecido en Chillán, vino al ataque del Roble y se presentó a los pocos días en esta ciudad con porción de implicancias en sus narraciones y en circunstancias de saberse que el General enemigo hacía esfuerzos por quemar los almacenes de la pólvora. Todos declaman contra su conducta.

José Antonio Pando, Dragón.

Desamparó la avanzada de la guerrilla del Teniente Cárdenas y se vino con su armamento a la ciudad. Es de pésima conducta y muy cobarde.

Miguel Pinto.

Preso por el Presbítero don Julián Uribe, por estar indiciado en la muerte de Castillo.

José Miranda.

Véase la sentencia dada en virtud de la causa que se lo siguió.

Francisco de la Fuente, Juez de uno de los partidos de Quirihue.

Lo remitió reo el Coronel don Antonio Merino, y según informa el General del centro don Juan José de Carrera, fue el que avisó a los enemigos para que atacasen la guerrilla del inmortal Valenzuela y Valverde, cuyo resultado no se ignora.

Valentín Gutiérrez, Pablo Barra, Francisco Caamaño, Benito Vallejos, José María Espinosa, Ventura Lobo, Manuel Valenzuela, José Pardo, Ramón Bobadilla, Nazario Castillo, José Orellana, Jacinto Lavín, José Miranda, Cornelio Alarcón, Juan López, José Arístegui.

Prisioneros en la acción del Roble, y se cuenta entre ellos un soldado veterano de la infantería de Concepción; otro de la milicia; un asistente del traidor Urrejola, y son todos ellos obstinadísimos. Juan López fue [en]causado y destinado a destierro por dos años; este es el veterano de Concepción. Jacinto Lavín está [en]causado y destinado a las obras públicas.

Isidro Neira. Perjudicial, véase su causa.
Manuel Grandón y Francisco Espejo.

Véase tu causa. Fueron destinados por tres meses a las obras públicas.

José Santos Parra.

Informará el teniente Cárdenas; fue preso con el Cabo de Nacionales Miguel Fierro, que se desertó, y fue aprehendido cuando se presumía dirigirse al enemigo en Hualqui.

Germán Llanos.

Informará el Mayor de Órdenes don Francisco Calderón.

José Antonio Basaur.

Véase su causa ya sentenciada; es enemigo del sistema y muy perjudicial.

Don Mateo Boa, don Antonio Lavín, don Pioquinto Martínez, don Juan Palomino, don Juan José Montero, don Francisco Mantega, don Antonio Vargas, Camilo Moya, Carlos Caamaño.

Véanse sus causas. De algunos no resulta un delito probado, pero diferentes informes, y hechos, casi evidentes les hace[n] acreedores a una rigurosa prisión por los males que pueden resultar de lo contrario.

Don Miguel, don Francisco y don Manuel González.

Véase la causa del primero, y la correspondencia de los dos segundos con el Obispo. Son sarracenos perjudiciales y a cada paso se acredita esta verdad. Un hijo de don Francisco fue indiciado en la causa del traidor Damiano Fuentealba; otro ha sido pedido en estos días por el Consejo de Guerra permanente y sus hechos públicos no dejan la menor duda; quedaron presos en sus casas porque me movieron las lágrimas de su numerosa familia, y de su abandonada mujer; ayudó también la seguridad que ofreció el Mayor de Órdenes don Francisco Calderón.

Don Manuel Zañartu.

Examínese su conducta en el tiempo que el enemigo ocupó esta ciudad. Aunque verbalmente me ofreció bajo su palabra de honor que le había dado Pareja el despacho de Coronel sin solicitarlo, al seguírsele causa resultó lo que se verá en ella, y se examinará el decreto que puse después de la composición de Tirapegui.

Don José Zapatero.

Examínese su conducta política desde que Chile trabaja por su libertad en tiempo del señor Rozas, cuando se formó la Junta de Guerra, cuando entró Pareja, y en la última conspiración; estando arrestado visitaba a aquel traidor; véase el decreto por el que fue a bordo últimamente.

Don Manuel López, el portugués.

El General en Jefe actual sabe la declaración verbal del artillero que hizo prisionero en el paseo militar sobre Rere; resulta que él fraguó la conspiración que estuvo al verificarse al retirarnos del sitio de Chillán, y es notoria su conducta declarada contra nuestra justa causa; ocultó a pesar de terribles bandos, deber mil y más pesos al traidor deán de esta Catedral; véase el decreto por el que fue destinado a bordo en [a] mediados de enero.

El Conde la Marquina.

Notoria es su conducta; la capitulación solamente le puede librar de morir en la horca. Su edad, su salud achacosa, y el estado lamentable a que se ve reducida su desgraciada e inocente mujer, me obligaron a que mandase dejarlo arrestado en su casa. Aseguraba su posterior conducta su benemérita familia.

Don Julián Urmeneta.

Véase la causa seguida por el Coronel Sota a su bodeguero José Santos Arguain, la de Basilio Valdebenito, y la opinión que con justicia se ha granjeado entre los buenos patriotas, etc. Ha estado preso en su casa por los ruegos de la familia de Mendiburus que aseguraron su conducta posterior. Declare también don Ramón Lantaño la conversación suscitada en la mesa con el cajero Sáenz a su presencia.

Don Antonio García.

Siempre ha sido tenido por un sarraceno perjudicialísimo. Fue aprehendido por el presbítero Uribe por denuncio que tuvo de estar fraguando conspiración en su casa junto con el traidor, Fermín Hernández y Doctor Fray Juan Ramón.

Salvador Helmes.

Véase su conducta desde que Pareja ocupó esta ciudad, se hizo por aquél grande confianza de éste, ocultó a pesar de terribles bandos cantidad de vestuarios que construía por disposición de Pareja.

Fray Salvador Navarrete.

Examínense sus hechos desde que Chile ha adoptado el sistema de libertad, siempre se ha producido contra los patriotas; en tiempo que se instaló la Junta de Guerra fue uno de los que con descaro blasfemaba en contra del sistema. Cuando los chilotes saquearon este pueblo fue a llamarlos a Chepe, asegurándoles no tendrían oposición.

Fray José María Yánez. Informará sobre su conducta el Coronel Sota.
Fray Victorino Arcos. Todos saben su mal manejo.

Don Juan Ramos.

Ha protegido a los enemigos. Su hijo a quien tiernamente ama está en Chillán, y nos ha ocasionado graves males.

Don Ambrosio Fernández.

Todos los patriotas del puerto de Talcahuano informaran acerca de su opinión. En tiempo de Pareja representó el primer papel. El Cadete don Francisco Ríos dirá lo que observó cuando fue con pliegos del Cabildo a Talcahuano.

Don Pioquinto Martínez.

Jamás ha dado la más leve prueba de adhesión a la causa de la libertad. Sus relaciones y correspondencias siempre ha tenido con los sarracenos; ha sido confidencial del traidor cura Bulnes, y esto basta para que por precaver males se mantenga en arresto.

Don Miguel Polín.

Fue arrestado por disposición del presbítero don Julián Uribe, por mantener correspondencia con la mujer del General Sánchez. Don Juan Luna delató que las más noches visitaba este empecinado a aquella señora cuando vivía en casa de doña Francisca Lermanda, su cuñada.

Don José Antonio Galindo.

El General actual sabe mucho de su malísima conducta, hizo grandes funciones en Los Ángeles luego que supo la entrada del ejército invasor. Por último tómese información a los vecinos beneméritos de esta ciudad, y todos declararan en su contra.

Don Juan Palomino.

Obstinado en contra del sistema intentó clavar los cañones en Penco; consta de su causa sobre lo cual podrá informar don Luis Ayspurúa. El día que esta ciudad fue saqueada fue uno de los que anduvo con el enemigo, y también se llamó, como lo acreditarán en caso necesario las señoras Victorianos.

Don José Amigo.

Don Gregorio Alemparte informará su conducta.

Don José María Urreaga.

Fue la confianza de Pareja y los suyos. El Coronel Sotta informará con las declaraciones que se le tomaron a él y a otros para averiguar la verdad de unos caballos que se dijo había franqueado a los hijos del traidor Ferrebu que emigraron a Chillán.

Don José María Martínez.

Siempre ha sido enemigo declarado del sistema. Cuando se instaló la Junta de Gobierno el 4 de Septiembre de 1812, intentó hacer contrarrevolución, y para ello obligó al asesor Godoy a que tomase providencias contra el pueblo. En tiempo de la Junta de Guerra junto con el Obispo Villodres hicieron inmensurables males a los patriotas. Después que Pareja ocupó esta ciudad fue su desempeño. Cuando fue reconquistada emigró a Talcahuano para marcharse a Lima; como oyese desde a bordo los tiros de la salva que se hizo a la llegada de nuestra artillería decía para entusiasmar a los suyos, que eran los tiros con unos cañones desmontados que habían [sic] en el Cuartel de Dragones, como informará don Tadeo Vilugrón. Es perversísimo.

El Padre Vásquez.

Fue denunciado que tenía conversaciones escandalosas con un padre capellán de la fragata Inés. Don Pedro Barnachea tomó una carta de su prior quien relacionaba que consolaba a unos chilotes enfermos diciéndoles que pronto terminarían estas cosas, pues que sólo cuatro picaros habían metidos en sostener la causa justa.

Don Juan Antonio Sáenz.

Informará don José María Urrutia y el presbítero Uribe, también don Gregorio Martínez, de varias conversaciones que tuvo en San Javier y de una que notó con don Julián de Urmeneta, todos opuestos al sistema.

Don Melchor Carvajal.

Fue a seguir el dinero que marchaba para la capital hasta el Maule. En seguida reunió el [al] regimiento de Quirihue para hostilizar a los defensores de la patria. Consiguientemente se mantuvo sublevando [a] los habitantes del campo. En casa del doña Juana Bustamante dijo que ahora gustoso se sacrificaba por sostener la causa justa del Rey Fernando.

Don Pedro Fernández.

Aunque no se le ha seguido su causa por la premura del tiempo, no obstante tiene la presunción en contra para que sufra: un estrecho arresto.

Don Bernardo Ruiz.

Sarraceno declarado, y procedía de acuerdo con el traidor Deán. Fue opuesto a la retirada de las tropas a la entrada de Pareja, pues opinó que debíamos sucumbir. Jamás ha tomado parte en los negocios útiles al Estado, antes por el contrario ha suscrito representaciones en apoyo de los pérfidos que compusieron la Junta de Guerra.

Don Francisco Mantega. Véase su causa.
Don Juan Santa María.

Opuesto al sistema. El presbítero Uribe podrá informar. Opina que la muerte del traidor Figueroa fue injusta.

Don Antonio Soza.

El Coronel Sotta informará de unas juntas que impidió en casa del dicho en tiempo de la Junta de Guerra, todo en obsequio del antiguo Gobierno.

Don José Muñoz.

Véase su causa.

Pedro Reguera.

Informará el asesor don Manuel Novoa.

Fray Salvador Martínez.

Fue tomado prisionero junto con el Sargento Pradines por los corsarios limeños; pero fue puesto en tierra en la costa de San Antonio, y se cree espía.

Don Juan José Ruiz.

Es un europeo indecente, muy hablador, de un carácter muy bajo, conviene a la seguridad pública se mantenga en arresto. También fue hecho prisionero en la toma de Talcahuano. Don Ramón Freire informará.

Fray Pedro Casacús.

Capellán de la fragata Inés. Fue puesto a bordo porque sostenía conversaciones insolentes con el padre Vásquez, y don Antonio García todas opuestas al sistema de la libertad.

Don Francisco Oller.

Es un gran sarraceno. Don Ambrosio Sepúlveda y Simón Erices podrán informar de su pésima conducta.

Don Gabriel de Dios.

Europeo y muy sarraceno.

Don Miguel Goitía.

Capitán de la fragata Miantinomo. Por suplicas importunas de don Antonio Mendiburu se depositó en casa de Vilugrón, donde sustentaba conversaciones denigrativas al sistema, cómo lo dirá el mismo Vilugrón.

Don Nicolás Mosqueda.

Siempre ha sido sarraceno obstinado. En tiempo de la Junta de Guerra proclamó el gobierno antiguo, y por ello quiso castigarle don Miguel Benavente.

Don Bernardo Aguayo.

Fue separado del batallón de milicias por el Comandante Luna por sospechoso. Luego que ocupó esta ciudad el intruso Pareja mandó un recado al arcediano don Salvador Andrade, diciendo que ahora sería premiado su patriotismo. Últimamente se cree con probabilidad tuviese parte en la primera revolución que quiso haber cuando se retiraba el ejército de Chillán.

NOTA. El Teniente Novoa condujo quince prisioneros de Hualqui, estos fueron puestos en una de las cárceles, y el mismo Novoa podrá dar noticia de sus nombres. Carrera.

 

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Noticia de las mujeres que han estado en captura en la casa de ejercicios, y por haber continuado en sus excesos se condujeron a Tumbes.

Doña Josefa Salcedo e hijas.

Por mantener correspondencia con su marido el traidor Martín Reyes que se halla en Chillán. El General actual tomó cuando estuvo situado en las Juntas del Diguillín unas cartas que venían de Chillán para esta, doña Melchora Vargas, y la hija de Fuentes. Basilio Valdebenito fue tomado prisionero por el Teniente don Ramón Freire, y del proceso y careo con dicha señora resulta que le trajo cartas de Reyes para ella, y don Julián de Urmeneta. A la entrada de Pareja a esta ciudad manifestaron grande júbilo tirando sus hijas pistoletazos sobre lo que informará don José Ignacio Manzanos, don Bernardo Vergara, don Julián Uribe y don Juan de Dios Urrutia. Casi todos los oficiales de Valdivia son sus parientes, y sobre todo, toda su casa ha ocasionado incalculables males al sistema.

Doña Andrea Quintana.

Remitía chasque[i]s al enemigo comunicando las noticias en los papelillos de los cigarros. El General actual, y don Fernando Urízar informarán en el particular. Supo ocultar a pesar de haberle tomado juramento, cantidad de aceite perteneciente a Quintanilla, y también una partida de azúcar de Maza que debía Vilugrón, de que tenía conocimiento.

Doña Carmen Lavandero.

Mantenía y aún conserva comunicación con su marido Urrejola, que se halla en Chillán; un tal Plaza es el conductor de cartas según informes de don Pedro Arriagada, y don Francisco Lavandero, y se comprueba, pues la mujer del primero escribió con dicho a Chillán. No se abstiene de promover conversaciones opuestas al sistema, sus tertulias y visitas son con los sarracenos.

Doña Mercedes Arias.

Mujer de perversa conducta. Con su voracidad y mal ejemplo pervierte el sosiego público. No hay quien no deponga en su contra.

Doña Micaela y doña Melchora Vargas.

La primera hoy ha emigrado a Chillán, y a la segunda se le tomaron cartas remitidas de la Fuente y conducidas por un Jarpa a quien conoce don José Miguel Lantaño.

Doña Rosario Nova.

Mujer muy mala, cuya conducta todos conocen hasta la evidencia. Su marido se halla con el enemigo y es uno de los que nos hacen mal; ella siempre ha sido inseparable en el modo de pensar de él.

Las tres Nogueiras.

Mantenían correspondencia con dos hermanos y el marido de una de ellas, que todos tres se hallan en Chillán.

Doña Dorofina Terán.

El Teniente don José María Moreno informará de su opinión. Cuando se oyeron unos estruendos de las erupciones del volcán, daba voces diciendo: Ahora bravos chilotes concluid con los restos del ejército de insurgentes para vengar nuestros agravios. Don Victorio Soto dijo al Presbítero Uribe, que el mismo día mandó un recado a su casa diciéndoles que ya parecía marchaban los enemigos sobre la ciudad. Es voraz y de mala lengua.

La Bartola Almanche.

Mujer del infame Esteban Diana, y tan inicua como él. Quiso seducir a los Infantes de la Patria para que entregasen el puerto de Talcahuano, según informó el Mayor Barros al Presbítero Uribe; igual noticia comunicó al mismo don José Manuel Vial.

Doña Aurelia San Martín.

Véase la causa del traidor Tirapegui donde salió cómplice en la conspiración, y por el hecho, confinada por dos años a la Quiriquina.

Doña Carmen Brito.

Vive con la Quintana, y es cómplice en los mismos crímenes que aquella; tiene un hijo en Chillán.

Doña Juana Santa María.

Mujer del sordo Maltés y tan mala como él. Don Pascual Velanzarán y don José María Moreno informarán de su conducta.

Doña Tomasa Santa María.

Sólo la protección que hoy se le dispensa a su hijo don Miguel por patriota, puede librarla de ser castigada como lo merecen sus hechos. Ella y sus hermanas doña Juana, doña Josefa y doña Magdalena han mantenido ocultos al traidor Bucardo y, al hijo de Sánchez; consta de su causa.

Doña María Luque.

La consideración de ser mujer de don José de la Cruz, quien se ha prestado siempre en obsequio de la patria, pudo haberla exceptuado de ir a Tumbes; no obstante, fue reconvenido su marido para que se mantuviese en reclusión en su casa. Cuando entró el Ejército Restaurador en esta ciudad quiso fugarse para Lima, y el Capitán de la fragata Miantinomo no quiso tomarla a su bordo.

La mujer de Campar.

Tuvo la noticia primero que el Gobierno de la retirada del Ejército Restaurador de Chillán, cuyo hecho ocasionó grande emoción en el pueblo, respecto a que se suponía derrotado; pasó a casa de don Miguel Collao a tomar unas alhajas que allí tenía depositadas, diciendo que ya venía el Ejército Real a tomar posesión de la ciudad; aunque fue reprendida, siempre continuó promulgando noticias funestas a nuestras armas. Es chilota.

Carrera.

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Tripulación de la fragata Dos Hermanas

Capitán y 1er piloto, don Juan Francisco de Sanfuentes; su patria fue Santoña.
2º piloto, don Tomás de Sobrado; su patria fue también Santoña.
Sobrecargo, don Enrique Reri y Rúa; su patria fue Málaga.
Contramaestre, don Antonio García; su patria fue Villa de la Guardia.
Carpintero y calafatero, don Gregorio Fernández; su patria fue San Adrián de los Cobres.
Cocinero, mayordomo y despensero, Juan Álvaro; su patria fue Cádiz.
Ayudante de ídem, José Ibarrondo; su patria fue Durango.
Marineros Manuel de Estrada; su patria, Santo Tomás de Felechos.
  Andrés Chávez; su patria, Guetaria.
  Juan Pérez; su patria, Santiago de Galicia.
  José María Iranzueta; su patria, San Sebastián en Vizcaya.
  Raimundo Alcántara; su patria, Manila.
  Manuel Álvarez; su patria, De la Guardia.
  Manuel José; su patria, Braga.
  José Bento; su patria, Braga.
  José de Silva; su patria, Braga.
Grumetes José de Ugarte; su patria Lujúa.
  Antonio Jacinto; su patria, isla de San Miguel.
  Francisco Blanco; su patria, Fuy.
  José Alsola; su patria, Lesquetio.
  Manuel José Díaz; su patria, Braga.
  Manuel Suáres; su patria, Oporto.
  Antonio, negro esclavo del Capitán.
  Antonio de Santos, su patria es Manila.
Pajes Joaquín, negro, esclavo del Capitán,

Carrera.

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Lista de los ahorcados en Talca y en Concepción

Manuel Castillo.

Ahorcado en Talca. Se le siguió su causa por el Auditor de Guerra. Su delito fue haber hecho tres o cuatro muertes en la carrera de salteador de camino que había abrazado desde su tierna edad.

José Antonio Donoso, natural de Concepción.

Fue ahorcado en Concepción. Resultó de su carrera que desde que desembarcó Pareja le acompañó cometiendo toda clase de robos y tropelías. Era conducido reo a Santiago, se fugó y se acogió a Chillán y últimamente se lo tomó prisionero en una guerrilla del enemigo.

Juan Sáez. Soldado del Batallón de Infantería de Concepción.

Acompañó a Pareja a la expedición del Maule, y estando el ejército restaurador en Concepción fue tomado y probado espía del enemigo. Concluida su causa sumaria por el Auditor fue ahorcado.

Don Miguel Padilla. Natural de Concepción y Juez de Tucapel.

Insurreccionó a aquel partido contra el ejército restaurador. Hizo defensa contra una guerrilla de él. Fue preso por don José Antonio Fernández y se le ahorcó en Concepción después de concluida su causa.

Don Santiago Tirapegui, don José María Reyes, Teodosio Rebolledo, Mateo Carrillo, Antonio Lovato y Mario Vallejos.

Todos estos fueron ahorcados en Concepción por la conspiración del 22 de diciembre. Era dirigida a echarse sobre la persona del General del ejército, y demás jefes de él, para entregarlo todo al ejército enemigo. Su causa fue seguida por tres asesores y los reos convictos o confesos.

Don Dámaso Fontalva, su yerno Hinojosa y su sobrino Fontalva.

Ahorcados en Concepción. Mandaban una guerrilla de 30 milicianos con la que corrían los pasos del Itata, interceptaban nuestra correspondencia, asesinaban los correos y los soldados dispersos o transeúntes. Los 27 restantes súbditos de los ahorcados sufrieron cada uno 200 azotes y fueron destinados con un grillete a las obras públicas durante la guerra.

N. Espinosa, Rafael Bañares y... [en blanco].

Los tres fueron ahorcados porque corrían los campos con guerrillas que titulaban del ejército real, para robar, asesinar y cometer toda clase de excesos en la provincia.

No tengo presente el nombre de 3 individuos más que fueron ahorcados por espías y por ladrones.

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Europeos residentes en esta ciudad

Don José Cruz Urmeneta. Don Pedro Fernández.
Don José Manuel Eguiguren. Don Juan Santa María.
Don Francisco Oller. Don Nicolás Mosqueda.
Don Juan José Ruiz. Don Antonio García.
Don Antonio Ross. Don Miguel Polín.
Don Juan Lanquier. Don José González.
Don Antonio Sierra. Don Bernardo García.
Don Bartolomé Ramírez. Don José Zapatero.
Don Pedro Lafita. Don Pedro Basso.
Don Antonino Victoriano. Don Juan José Gazmuri.
Don Gregorio Alemparte. Don Gabriel de Dios.
Don Pedro Vigo. Don Domingo Rodríguez.
Don Salvador Elmes. Don Juan Antonio Iñigo Ruiz.
Don Andrés Aboy. Don Juan Noya.
Don Juan Gualba. Don Pedro Reguera.
Don Luis Sánchez. Don Manuel Crespo.
Fray Salvador Martínez. Fray Pedro Caracus.
Don Juan Palomino. Su hijo.
Don José Amigo. Don Manuel López.
Don Gregorio Alemparte.  

Carrera.

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Correspondencia de traidores sarracenos

Correspondencia de don Francisco González Palma.

De don Francisco González Palma, aparecen dos oficios dirigidos al Obispo llenos de fuego sarraceno: en ellos da cuenta de su división; se vibra contra los insurgentes chilenos; se ofrece a cuanto le ocupen contra la patria y pide al Obispo haga presente su mérito al General para que lo atienda.

Correspondencia de don Manuel González.

Don Manuel González dirige desde Coelemu al Obispo doce oficios, relativos al desempeño de su cargo. Da unos partes los más exactos e individuales de los acaecimientos de ambos ejércitos, y en uno que pasa desde Quirihue, su fecha 14 de abril de 1813, le dice que aunque no había querido admitir el empleo de Subdelegado, temeroso de la fuerza que tenía el enemigo, no obstante teniendo después datos positivos de que no había, un motivo para [por] que recelar, había venido en admitirlo, en cuya virtud, se hallaba ya en posesión de él.

Correspondencia de don Juan Ramos.

Don Juan Ramos desde Yumbel, escribe al Obispo siete oficios, dando cuenta de cuanto allí ocurre con varios chismes, especialmente contra el cura de Rere, cuyas operaciones se ofrece a escrutar. Este es uno de los más empeñados en favorecer el sarracenismo.

Correspondencia de don Gregorio Henríquez.

Sólo dos oficios aparecen de don Gregorio Henríquez al Obispo desde Arauco, pidiendo auxilios para e1socorro de aquella plaza.

Correspondencia de don Martín Plaza de los Reyes.

Cuatro oficios se encuentran que don Martín Reyes dirige al Obispo desde el Chequén relativo al desempeño de su cargo.

Correspondencia de don Manuel Somoza.

Con fecha 20 de abril de 1813 escribe de Linares don Manuel Somoza a su hermano don José Antonio Somoza, la carta más contraria a nuestro sistema; en ella nos trata de insurgentes y facinerosos, pondera nuestra poca religión, y advierte la fuerza y valor de nuestros enemigos, previniendo, que aunque nuestro ejército, se compusiera de 20.000 hombres sería destruido por éstos inmediatamente, máxime cuando defendían una tan justa causa, cuya justicia les daría ánimo y valor; declama contra los que fueron a aprender el [al] cura del Parral; se queja por su prisión. En fin este es uno de nuestros mayores enemigos.

Correspondencia de la Ministra de Trinitarias.

Carta que con fecha 27 de abril de este presente año de 1813 escribe la Ministra de este monasterio de Trinitarias al Obispo Villodres, pidiéndole licencia para donar a favor de la expedición que hacía contra la patria don Antonio Pareja la cantidad de 500 pesos.

Correspondencia de don Antonio Somoza.

Desde Coelemu escribe éste al Obispo con fecha 30 de abril de este año. El fundamento de su carta es lisonjero al Obispo, con noticias contrarias a nuestro ejército. Se ofrece para ir a Linares en donde puede ser útil a Pareja, por el conocimiento que tiene de aquellas gentes pidiendo quiten del curato a Peñalillo, y le coloquen a él, porque Peñalillo es faccionista de Arriagada.

Carrera.