Protesta de los católicos de ambos sexos.- Felicitaciones.

PROTESTA

Un crimen seria de parte de los católicos de Caupolicán si permaneciéramos indiferentes y silenciosos ante las leyes opresoras y antirreligiosas que el Gobierno y el Congreso se empeñan en dictar.

A las ya publicadas sobre instrucción y sobre cementerios laicos, se trata de agregar otras que son el verdadero corolario de la persecución religiosa en que sistemáticamente están empeñados.

Entre estas leyes figura la de matrimonio civil, que entraña la disolución de la familia y el desenfreno de las pasiones más bajas.

Como católicos y como ciudadanos amantes del bienestar y progreso de nuestra patria, basados en la sinceridad de la creencia religiosa, fuente de la moral pública, nos adherimos al unánime concierto de todos los católicos para protestar enérgicamente de los atropellos del Gobierno contra la Iglesia, cuya fe y doctrina ha jurado, no obstante, practicar, y confesamos de todo corazón que seremos siempre sumisos a la doctrina y enseñanza de esa depositaria única de la verdad, que recibió de Jesucristo, su fundador, la misión de guiar a los hombres y a las sociedades a su eterno destino.

Acordamos, pues, adherirnos a las conclusiones de la grande asamblea católica de Santiago de 8 de julio del presente año.

Rengo, 10 de diciembre de 1883.

José M. Rodríguez, Benjamín Pereira, Juan de la C. Villaseca, O. Aguirre S., Juan de Dios Lobo, Isidro Lobo, N. Romo, Isidro Cáceres, Diego Toro, Pedro Antonio Moraga, Fabián Urbina, José Nicolás Encalada, Eloy Ramírez, Juan Albases, Quiterio Guevara, Juan de Dios Mesa, Ángel Gómez, Ramón A. Ávila T., José Gregorio Araya, José de los Santos Ortiz, Pedro F. Contreras Lira, Luis Palma, José Martín Ramos, José Bernardo Folih, Juan Marchant, José Canales, Abraham Lezana, José Lino Moya, Lorenzo Fuentes, Francisco Feliú.

(Siguen más de dos mil firmas publicadas en El Estandarte Católico del 15 de diciembre y siguientes).

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COMISIÓN DE LA ASAMBLEA POPULAR DEL 8 JULIO DE 1883

Santiago, 15 de diciembre de 1883

Señores:

No podemos ocultar la legítima satisfacción con que vemos realizada, por el entusiasmo y la energía de los católicos de Chile, la misión que nos encomendó, en defensa de la creencia religiosa de nuestros padres, el pueblo católico de Santiago en la grande Asamblea del 8 de julio último. Y no podemos tampoco ocultar, y nos es, por el contrario, muy honroso, manifestar la viva complacencia con que hemos recibido la protesta suscrita por ustedes el 1º del actual, para hacer pesar en el ánimo de la opinión pública ahora y dejar constancia en la historia de que sólo mediante la violencia ha podido implantarse en el régimen legal del país la persecución a las santas enseñanzas y a la moral purísima del catolicismo.

Puesto que vuestra conducta nos alienta y estimula, permitidnos una palabra de agradecimiento y de felicitación muy sincera de parte de los católicos de Santiago, y en especial de parte de vuestros afectísimos SS. Matías Ovalle.- Miguel Cruchaga.- Antonio Subercaseaux.- Carlos Walker Martínez.- Carlos Irarrázaval.- Ramón Ricardo Rozas. A los señores don Benjamín Pereira, don José María Rodríguez y demás firmantes de la protesta de Rengo.

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