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Fuentes Bibliográficas
Julio Bañados Espinosa. La Batalla de Rancagua. Sus Antecedentes y sus Consecuencias
Capítulo XIII

CAPÍTULO XIII
¿O’Higgins desobedeció al encerrarse en Rancagua?.- Opinión del señor Vicuña Mackenna.- Carrera permitió tácitamente el atrincheramiento en Rancagua.- Opinión del señor Benavente.- Opinión del señor Barros Arana.- Nota dirigida por Carrera a O’Higgins sobre la cuestión debatida.- No hubo orden.

 

Habiendo existido discrepancia en las opiniones de ambos jefes, fluye de por sí una duda. ¿O’Higgins desobedeció a Carrera al encerrarse en Rancagua?

El señor Vicuña Mackenna con su franqueza habitual dice en la Vida del General O’Higgins: “Por lo demás, la batalla de Rancagua considerada militarmente, no es sino un absurdo y una insubordinación del brigadier O’Higgins, que no era ya el general en jefe, sino un comandante de división, sujeto a superiores facultades”.

No hemos podido encontrar ni nadie ha citado documento oficial alguno que justifique este cargo hecho por tan honorable historiador.

¿Dónde está la orden perentoria de José Miguel Carrera en la cual se dijera a O’Higgins que se replegase a Paine? ¿Dónde el mandato formal y categórico?

En ninguna parte.

Lo que hubo entre ambos, como lo demuestra la serie de notas y cartas que reproducimos en el capítulo once, fue diferencia tranquila de opiniones y de ideas; pero al fin, implícitamente y en el hecho, Carrera aprobó el plan, sea por galantería, sea porque triunfaron las razones de su rival, sea por temor de que hubiese un choque entre los dos, sea por cualquier otro motivo.

Si no aprobó la defensa del Cachapoal y de Rancagua ¿por qué permitió sin protesta que O’Higgins ocupara esa ciudad i la atrincherara el 20 de setiembre, es decir, once días antes que llegara Osorio? ¿Por qué envió en la misma dirección a la 2ª división de Juan José Carrera? ¿Por qué él, personalmente, en compañía de su hermano Luis, se puso también en marcha hacia el mismo punto?

En apoyo de nuestra opinión, citaremos algunas autoridades históricas dignas de fe y de crédito.

Don Diego José Benavente, exaltado apologista de Carrera, declarado adversario de O’Higgins y uno de los jefes de la caballería de la 3ª división que decidió con hábil maniobra el combate de Maipo, en su memoria sobre Las primeras campañas de la guerra de la independencia, dice: “No pudo el general Carrera resistir a tanto empeño, u oponerse a tantas seguridades como daba O’Higgins, ya fuera porque llegase a desconfiar del acierto de sus planes, ya por no disgustar a un jefe con quien acababa de reconciliarse. A pesar de sus convicciones y sin revocar por un momento las órdenes dadas, quedó fijado e/punto de Rancagua para la defensa, y por consiguiente para nuestra ruina”.

El señor Barros Arana en su Historia General de la Independencia, a la letra agrega: “Sea por la convicción de la ineficacia de su plan, o por una prueba de deferencia al parecer de O’Higgins, el general Carrera aceptó al fin la propuesta de este jefe para posesionarse de Rancagua antes que el enemigo pasase el Cachapoal. Allí debía colocarse con la división de su mando, fortificarse, defender el paso del río, y sostenerse si era atacado en el pueblo, hasta que las divisiones del centro y de retaguardia llegasen en su socorro”.

El señor Vicuña Mackenna no funda en ningún documento su aseveración. Es muy posible que se haya apoyado en lo que se deja vagamente traslucir en las cartas de Carrera copiadas antes y en una que otra expresión vertida por el mismo en su Diario; pero, en la nota que se trasparenta más el pensamiento de Carrera, es en la que dirigió a O’Higgins el 20 de setiembre y que en lo principal dice: “Si son iguales los enemigos, y tenemos la fortuna de impedir su progreso a Rancagua antes de reunirnos, este será el mejor punto para sostenemos. Si las fuerzas enemigas avanzadas no se presentan con esta ventaja, la prudencia dicta replegarse, aunque sea doloroso perder una posición tan favorable, por no perderlo todo”.

Pues bien, esta nota no envuelve ninguna orden perentoria, es sólo una instrucción condicional y potestativa. Si ciertas cosas se verificaban, O’Higgins sería el juez para decidir si convenía o no ejecutar tales y cuales operaciones: he aquí el fondo de esta carta.