Por renunciación que hicieron de esta mitra los señores don Fernando de Avendaño i don Diego de Encina, presentó el rei para aquella iglesia al R P. frai Diego de Humanzoro, descendiente de la noble casa solariega de los Loyolas en Guipuzcoa, religioso de la órden de N. P. San Francisco. Fue guardian del convento de la ciudad de Cuzco, definidor i provincial en la misma provincia. Rejentó la cátedra todo el tiempo que piden las constituciones de la órden para jubilar. I por su literatura i santas costumbres tuvo la honrosa satisfaccion de haber tenido cuarenta votos para definido jeneral de la orden Tomó posesion de su obispado en 1661 i reedifico la Catedral que derribo el terremoto de 1657. Celebró tercera sínodo en 1670. Falleció en 1676 i dispuso fuesen sepultadas sus venerables cenizas en la iglesia del convento grande, que tiene su relijion en la ciudad de Santiago.

El virei del Perú, conde de Alba de Liste, en cumplimiento de la real cédula dada en Madrid a 7 de mayo de 1635 tenia nombrado en pliego de providencia, al maestre de campo don Diego Gonzalez Montero para gobernador interino de Chile; en caso de fallecer el almirante don Pedro Portel. Se Hallaba el caballero González en la ciudad de Santiago, su patria, cuando el ayuntamiento de la Concepcion avisó el fallecimiento del gobernador; i abierto el espresado pliego, se le admitió a la posesion del gobierno i capitan jeneral. pero no a la presidencia de la Real Audiencia porque los oidores protestaron razones para, no admitirlo a este honor. Ello es así, que por su distinguido mérito i por su calificada nobleza no lo desmerecia. Con pruebas autenticas i de pública notoriedad acreditó su conducta en los gobiernos de las ciudades de Valdivia i la Concepcion. En ésta puso un monumento a su memoria en una hermosa fuente de bronce que, colocada, en su plaza mayor, no menos servia de adorno que de beneficio a la ciudad, pero ésta tuvo la desgracia de perder en la salida del mar acaecida en 1657 no solo los fragmentos sino tambien la noticia, de obra tan útil como brillante.

En su patria fue recibido con el mayor aplauso, aunque con la desazon que causo la renuncia de los oidores para no admitirle a la presidencia. Gobernó a Chile cerca de tres meses, i como esperimentado en los negocios políticos i militares i adornado de talentos de órden superior, mantuvo las armas con reputacion, dispuso se adelantasen las obras públicas de su gobierno. Se tenia noticia, de hallarse en viaje para América el provisto por el rei para aquel gobierno i aguardando por instantes sí llegada no se atrevió, ni era prudencia emprender cosa digna de atencion que pusiese en riesgo la reputacion adquirida, i tuvo la satisfaccion de entregar aquel reino que se puso a su ciudad en el mismo estado que la recibió.